[Tic Tac… Tic Tac…]
La habitación estaba inmersa en un silencio sepulcral, sólo interrumpido por el constante Tic, tac, del viejo reloj de cuerda que reposaba sobre la mesa auxiliar. Con un leve estremecimiento, los ojos de Kim Jinwoo se abrieron con lentitud, luchando contra el peso del sueño. Una suave luz amarillenta proveniente de una pequeña lámpara auxiliar iluminaba la habitación, creando un ambiente cálido y acogedor en medio de la oscuridad de la noche.
— ¿...?
Aunque su cuerpo permaneció inmóvil, sus ojos recorrieron la habitación como si buscaran algo. No podía quitarse de encima la sensación de confusión que se había apoderado de él y que lo hacía cuestionar todo lo que creía saber. ¿Era realmente ese su lugar? ¿Era todo solo una fachada?
'¿Estoy en casa?... ¿Cómo?'
Con la mirada perdida en el horizonte, su rostro se volvió hacia la ventana. El cielo aún estaba bañado en una oscuridad profunda y misteriosa, como si estuviera guardando todos los secretos del universo.
'Eso no ha cambiado'.
Sintiendo que su conciencia era arrastrada nuevamente hacia la oscuridad, sus ojos se cerraron de nuevo sin que pudiera evitarlo.
***
[Din, Din, Diru, Di.]
Mientras Kim Jinwoo golpeaba velozmente las teclas del ordenador, el timbre de su teléfono celular sonó.
- Do Jeon.
El rostro de Kim Jinwoo se iluminó cuando recibió una llamada en su teléfono. Sus ojos se posaron durante unos segundos en el nombre que aparecía brillando en la pantalla antes de atender, evitando así que sonara el último timbre y perdiera la oportunidad de hablar con quien estuviera al otro lado de la línea. El sonido del timbre final resonaba todavía en sus oídos mientras escuchaba la voz ansiosa de su interlocutor al otro lado del teléfono.
— ¿Sí?
- ¿Señor, es seguro?
— Si, Sr. Do Jeon. Ha pasado un tiempo.
- ¡He leído el manuscrito!...
— ¿Es así? ¿Qué le ha parecido?
En ese instante, un sonido agudo y penetrante invadió los oídos de Kim Jinwoo, provocando que su visión se volviera borrosa por una breve fracción de segundos. El chirrido parecía perforar su mente y hacer eco en sus huesos, como si estuviera siendo arrastrado a un túnel interminable y oscuro. Una sensación de incomodidad se apoderó de él, mientras luchaba por mantener la compostura y seguir adelante. Aunque el sonido había cesado, todavía podía sentir sus ecos resonar en el silencio del lugar, como si fuera una advertencia silenciosa de algo más por venir.
'¿Está seguro de que desea concluir de esa manera?... Creo que el final es demasiado abierto y podría afligir al lector, ¡No me malinterpretes…!'
- ¡Me ha parecido genial!... Solo esperaba poder confirmar con usted respecto al final de la obra. ¿Desea concluir de esa manera?
— ¿Eh?
Kim Jinwoo, pensó que había pasado algo realmente extraño en ese momento, la sensación de estar repitiendo acontecimientos que le resultaban muy familiares, comenzaba a ser más frecuente.
- ¡No deseo un malentendido! Si usted está satisfecho, entonces seguiremos!
— El Sr. Do Jeon es mucho más experimentado, si tiene algún consejo para mejorar mi trabajo, me gustaría aprender de usted.
- Usted tiene mucho talento, es complicado predecir la reacción de la audiencia ante finales así, pero la línea del Sr. Oh Minji siempre ha sido inesperada, ¡Muchas gracias por el trabajo duro!
— Gracias por su arduo trabajo, Sr. Do Jeon.
- También quería decirle… Hemos recibido una petición inusual. Hay una persona muy importante que ha manifestado querer reunirse con el Sr. Oh Minji en privado y es insistente.
Kim Jinwoo se retiró los lentes y relajó su espalda sobre el respaldo del asiento.
— ¿Puede ser alguien tan importante para que el Sr. Do Jeon me lo diga?... ¿Quién es?
- Es el representante del Grupo Han… Mmm, tengo su tarjeta de presentación por aquí… Se llama.
— Han Seo…
'¡Sr. Han Seo!'
- Si… ¿lo contactó personalmente?
Los ojos de Kim Jinwoo, brillantes y del color de la miel, parecían revolotear en su órbita mientras se esforzaba por encontrar las palabras adecuadas. Sin embargo, una sensación asfixiante, como si una bola de púas estuviera atrapada en su garganta, le impedía hablar con claridad. Su mente era un torbellino de emociones, y podía sentir cómo su corazón latía con fuerza en su pecho mientras luchaba por expresar sus sentimientos.
— No, no lo hizo.
- Sé que conoce las condiciones del contrato, pero considero que sería una gran oportunidad para usted, si...
— No me interesa, si quiere un autógrafo puedo mandar un libro firmado a la editorial. Es lo más que el Sr. Oh Minji puede hacer.
- ¿Va a darle un libro firmado?... Esto es inusual, supongo que podría ser como usted lo deseaba.
— Mandaré el libro firmado, y el final del manuscrito quedará sin cambios, eso es todo por ahora.
- Estaré en contacto.
'¡Ese sujeto! … ¡Es definitivamente un acosador!'
Kim Jinwoo recordó las extrañas coincidencias que fueron tan absurdas como para pensar que eran casualidad.
La mirada de Kim Jinwoo se perdió en el horizonte mientras su mente daba vueltas tratando de encontrar una explicación a las acciones del hombre frente a él. Sí sabía sobre su relación con el famoso escritor Oh Minji, ¿era una amenaza? ¿Estaba confrontando la información y poniendo en peligro su plan de independencia?
Pero por más que pensara, no encontraba ninguna lógica detrás de las acciones de ese sujeto. La familia Kim no tenía comparación con la prestigiosa familia Han en ningún sentido. Aunque la empresa de su padre había sido famosa por sus innovaciones en el desarrollo de software, los avances tecnológicos recientes habían afectado su rentabilidad.
Frustrado, Kim Jinwoo mordió nerviosamente la comisura de su labio inferior y volvió a sacar su teléfono celular. Con los dedos temblorosos, comenzó a escribir rápidamente un mensaje de texto.
〈Pensé en la propuesta, dígale que es aceptable. Siempre y cuando acceda a mantener mi identidad en secreto y vernos en un lugar público, pero que sea discreto.〉
〈¡De acuerdo! ¡Le enviaré la fecha propuesta!〉
Con una mirada ansiosa y cautelosa, Kim Jinwoo se asomó al calendario colgado en la pared de su habitación. La fecha marcada con un círculo rojo era inminente: la exposición de arte de su Hyung. Sentía un nudo en el estómago cada vez que pensaba en él, sabía que debía ser prudente y esperar a que pasara esa fecha tan importante para la familia.
Sabía que ofender al hijo de una prestigiosa familia era un gran error, pero no podía evitar sentir una sensación perturbadora en su cuerpo cada vez que recordaba algo relacionado con ese sujeto. Era como una señal de alerta constante, advirtiéndole del peligro que podía representar ese hombre poderoso y manipulador.
‘No debo de ser devorado’.
El joven Kim Jinwoo miró hacia abajo, observando detenidamente su pierna con un brillo de tristeza en sus ojos. Las palabras de su padre resonaron en su mente, trayendo consigo una inesperada oleada de rencor que comenzó a crecer en su corazón. Aunque no era común que su padre muestre afecto por la familia, en el pasado nunca había sido tan despiadado como lo está siendo ahora.
Pero Kim Jinwoo entendía que este cambio en su padre era debido a la presión social que existía dentro de los círculos de las clases más altas. En una familia donde todos eran Alfas, el hecho de tener un Omega era algo que casi nunca se veía.
Desde el momento en que los resultados de su prueba de rasgo fueron revelados, toda la familia lo acusó de no ser un verdadero miembro de la familia Kim. Incluso después de someterse a varias pruebas de paternidad, los resultados siempre eran los mismos, confirmando una vez más su linaje y demostrando que él era realmente un Omega entre Alfas.
‘Si quieres que las cenizas de tu madre descansen en el recinto familiar, Kim Jinwoo debe ser obediente, no hagas que esta familia cargue con más vergüenza’.
Desde aquel fatídico día, el joven Kim Jinwoo siempre se esforzó por ser el mejor, aunque sabía que como Omega, alcanzar ese título era casi imposible. El éxito y el reconocimiento parecían estar reservados para un selecto grupo de Alfas privilegiados, al que él nunca podría pertenecer.
Sin embargo, en lo más profundo de su corazón, Jinwoo podía sentir un preciado tesoro guardado. No sabía si era orgullo o simplemente la sensación de haber cumplido con su deber, pero se sentía satisfecho consigo mismo. Aunque a veces se preguntaba si esos sentimientos eran simplemente producto de una mentalidad conformista.
Habían pasado varios años desde su graduación universitaria. Y a pesar de sus constantes esfuerzos y dedicación, Kim Jinwoo no pudo posicionarse como el mejor de su clase... Después de todo, un Omega rara vez podía destacar en primer plano. Pero eso no le importaba ahora. Sentía que la vida le debía algo a cambio. Y esta oportunidad que se presentaba ante él no podía ser pasada por alto.
Con todas las puertas cerradas, Kim Jinwoo se enfrentaba a una dura realidad: tendría que crear su propia salida. Su rasgo distintivo, que hasta ahora había sido un obstáculo en su vida, podría ser su salvación en este momento. Ya había demostrado anteriormente que si los demás ignoraban su peculiaridad, era capaz de construir algo lo suficientemente bueno como para liberarse de la opresión de la familia Kim.
Aunque el miedo latía dentro de su pecho ante la idea arriesgada que tenía frente a él, sabía que era la única opción para escapar de su situación. Sus pensamientos se deslizaban como hilos finos y frágiles, pero al final llegó a una conclusión clara: debía seguir adelante con esta audaz decisión.
‘¿Qué era lo peor que podría suceder?’
***
— Confirme con el Grupo Gi el nuevo plan de construcción y después, busquen un arquitecto…
Las palabras de Han Seo se detuvieron al ver el teléfono celular vibrar.
— Esto es todo por ahora.
Mientras llevaba el teléfono a su oído, todos los demás directores se retiraron de la oficina.
[¿Sr. Han Seo? Es Do Jeon, sobre la cita que solicitó para conocer al Sr. Oh Minji. Él accedió a una reunión, pero deberá haber condiciones.]
La expresión del rostro de Han Seo se retorció en una mezcla de incredulidad y consternación ante la idea de que Kim Jinwoo hubiera aceptado la cita. En su vida pasada, ni siquiera podía imaginar algo así, por más que investigara o ofreciera dinero para sobornar, ese hombre era un muro impenetrable e insensible.
Pero ahora, la vida le concedía una oportunidad única para cambiar el curso de los acontecimientos. Un rayo de esperanza y posibilidades brillaba en medio de la oscuridad y el desespero.
— ¿Es así? El Sr. Oh Minji es una persona reservada, por lo que puedo ajustarme a sus condiciones.
Después del discurso persuasivo y convincente del Sr. Do Jeon, las solicitudes de los asistentes parecían razonables y apropiadas. Kim Jinwoo, un hombre reservado y enigmático, mantenía su vida privada oculta del público; nunca se habían publicado fotos o artículos sobre él ni sobre su trabajo como escritor. Han Seo examinó detenidamente la portada del libro que tenía en sus manos, una primera edición impecable y bien conservada de las obras de Oh Minji, el aclamado autor y cuya identidad era el propio Kim Jinwoo.
Después de un año, esa portada fue reemplazada y una nueva ocupó el viejo lugar acompañada de un gran sello dorado que decía “Best Seller”, Han Seo suspiró para sí mismo.
‘Patético’.
¿Por qué Kim Jinwoo nunca compartió con él algo así?... Cuando esa pregunta flotó en su mente, la respuesta apuñaló su corazón, pero Han Seo no la refutó. Después de tomar las riendas de la compañía, Han Seo no deseaba decepcionar a su padre, por lo que se esforzó el doble para ganarse una posición sólida dentro de ese círculo cerrado de personas influyentes.
Nunca recibió llamadas de Kim Jinwoo, ni siquiera mensajes, nada. Sin embargo, cada día su ropa estaba colgada, limpia y perfecta para su uso. Toda su colección de relojes apareció un día acomodada perfectamente en su cajón. Pero Han Seo sólo se ocupó de tomar el modelo que iba a usar ese día.
Incluso sus zapatos estaban brillantes y limpios…
Kim Jinwoo aceptó tácitamente su posición y nunca se quejó. Pero era evidente que una cosa era vivir la vida que esperabas y otra simplemente asumir un rol y cumplirlo perfectamente sin quejas. Un pensamiento tardío apareció en esa lluvia mental.
‘¿Cómo aprendió Kim Jinwoo todas las habilidades que mostraba mientras se hacía cargo del hogar?’ Era evidente que los primeros meses de matrimonio no tenía mucha habilidad, pero tiempo después Han Seo tenía su vida tan perfectamente organizada que simplemente ignoró a la persona responsable de ese hecho.
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Después de una larga y agotadora discusión con los inversionistas de su empresa, Han Seo finalmente regresó a su apartamento en la noche. Al dejarse caer sobre el mullido sofá, la sensación de cansancio que había estado conteniendo durante horas se desbordó por todo su cuerpo. Sus extremidades temblaban y su garganta estaba tan seca como un desierto abrasador. Cada movimiento era como una tortura y cada suspiro era una lucha para encontrar algo de alivio.
Han Seo se acercó y abrió el refrigerador, sus ojos se abrieron en el momento que se percató de que estaba vacío.
— ¿Jinwoo?...
— ...
Lo había hecho de nuevo. ¿Cuántas veces más iban con esta? Han Seo renunció a la idea de comer en el momento que su estómago se revolvió por los amargos recuerdos. Regresando a su habitación, sintió que el escenario que allí se presentaba era una representación de su vida.
Lo que antes estaba en perfecta armonía ahora era un caos imposible de controlar.
Han Seo admitió en ese momento que en algún punto de su relación, su perspectiva había cambiado. Un compañero no era alguien que solo estaba allí, arreglando cosas y organizando elementos insignificantes de su vida.
— ... Insignificante.
Con pasos decididos y determinados, Han Seo se abrió camino entre el caos de la habitación hasta llegar a uno de los muebles apilados en una esquina.
Con un tirón brusco, abrió el cajón forzando su resistencia y extrajo una caja de piel desgastada. Una fina capa de polvo apenas perceptible cubría la superficie, como testigo del tiempo que había pasado desde la última vez que fue abierta.
Un sonido chirriante llenó el aire cuando Han Seo levantó cuidadosamente la tapa. En su interior reposaba un reloj dorado, con un tamaño más pequeño al que estaba acostumbrado a usar, adecuadamente fijado a una base acolchonada. El brillo del metal contrastaba con el fondo oscuro de la caja, haciéndolo resaltar como un tesoro valioso.
Mientras observaba el reloj, con sus manecillas inmóviles, Han Seo se preguntaba por qué no le había entregado ese regalo a Kim Jinwoo. ¿Acaso seguía sintiendo resentimiento hacia él? ¿O simplemente no quería enfrentar las emociones que aquel presente despertará en ambos?
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