El invierno había pasado hace tiempo, pero la sensación era tan fría que sus manos temblaban sutilmente. Las flores pronto mostrarían sus hermosos colores y bellas formas, el clima sería más agradable y podría ir con Jinwoo a un paseo por un hermoso parque lleno de ellas.
Pensé que sería bueno ir a un lugar con muchas flores y bellos jardines. Uno donde el aire fuera fresco y puro. Sin embargo, solamente una débil sonrisa se curvó en mis labios.
Cuando Jinwoo fue rescatado de la clínica clandestina, fue llevado al hospital de rehabilitación militar donde Mike Miller trabajaba. En el momento que fue ingresado a la sala de observación y los médicos comenzaron a tratarlo, surgieron los problemas.
Tu cuerpo no podía soportar los antibióticos, dijeron que tenias una severa desnutrición, también que tu sangre estaba contaminada por una droga desconocida que estaba dañando tu sistema hepático, por lo que si te daban más medicamentos eso sería una carga excesiva de drogas, por lo que optaron por suministrar un tratamiento alternativo. Sin embargo, tu condición no mejoró y comenzaste a vomitar sangre y a tener hemorragias internas. Te hicieron más pruebas, pero parecía como si tu cuerpo se fuera a romper con el simple toque de la aguja.
Los médicos se me acercaron con expresiones tensas en sus rostros y me dijeron que lo único que podían hacer era suministrar los antibióticos y esperar a ver el resultado. Mencionaron que podría existir una mejoría significativa, pero que también había riesgos de colapsar todo tu organismo por la carga de drogas.
Tendieron un papel frente a mí.
Era una hoja de autorización donde el hospital no se hacía responsable de las consecuencias del tratamiento.
Miré a los médicos que estaban frente a mí con mis propias manos rompí el papel a la mitad, después, las doblé nuevamente y lo rasgué una vez más. Los doctores me miraron con ojos urgentes, pero después de unos momentos de dudas finalmente regresaron a la sala de observación.
En ningún momento fui capaz de preguntarles sobre tu estado de salud. Eso fue porque sabía que mi corazón no podría soportar la verdad. Si estabas enfermo, si podrías irte de mi lado, simplemente no podría soportar escucharlo.
Estuve a tu lado día y noche sin dormir durante días, esperando tu mejoría. Pero eso no iba a ser sencillo.
Una investigadora, amiga del señor Mike Miller llegó y sugirió una terapia de transferencia de feromonas. Dado que estábamos impresos, había antecedentes de que la feromona del Alfa podría ayudar a estabilizar el cuerpo Omega. Eso fue una esperanza para mí.
El proceso fue sencillo, extrajeron mi feromona, la condensaron y la colocaron en una válvula conectada a tu respirador de oxígeno, tu expresión se deformaba ligeramente cuando los médicos entraban a la habitación a examinarte.
A pesar de que trataban de ser lo menos invasivos posibles, lucías a punto de derrumbarte… de quebrarse.
Mientras cuidaba tu sueño no pude evitar pensar si tu noble corazón estaría molesto por mis acciones, ahora toda tu familia era yo, Kim Jinwoo no existía en la faz de la tierra al igual que tu familia.
Mis manos se mancharon de sangre nuevamente y no sentí arrepentimiento.
Me tomé el tiempo necesario para hacer sufrir a las personas que te hicieron daño y me encargué de impartir mi justicia en tu nombre. Pero si te dijera eso, probablemente tu corazón que es puro y no conoce el rencor, se hubiera sentido afligido.
Era mejor que durmieras y descanses sin saber la verdad. Esperaba que al menos tuvieras un buen sueño. Yo me haría cargo de los demás.
Diariamente limpiaba tu cuerpo con una esponja suave y agua tibia, tu piel era tan suave, pero lucía tan pálida. Mirando tu rostro, te noté mucho más delgado. La línea de tu mandíbula era clara, incluso tus ojos estaban hundidos con un surco oscuro debajo y el hueso de tus pómulos sobresalía.
Pensé en pedir un poco de gachas de avena… Pero no estabas en condiciones de poder comer alimentos. Así que reprimí mis deseos y solo me quedé allí.
Las personas con las que salías antes venían a verte constantemente y te trajeron varios regalos. Incluso mi madre viajó para verte y me regañó por no cuidarte adecuadamente. Mi padre no pudo venir porque estaba encargándose de la empresa. La habitación que antes era blanca y fría, se volvió colorida por las flores y globos que contenían buenos deseos.
— Director… Traje un refrigerio para usted.
El secretario Sujin entró a la habitación cargando una bolsa con refrigerios. Pero mi estómago se sentía extraño y no tenía ganas de comer. Podía sentir su mirada de desaprobación tras la nuca de mi cabeza.
— Si el señor Jinwoo despierta y lo ve así… Podría ponerse triste, entonces. Coma algo por favor.
Ah, si… Tu corazón es tan noble que seguramente sería así cuando despiertes. Suspiré y acepté la bolsa de comida, el emparedado fue igual a pasar arena por mi garganta. Pero no quería causarte preocupaciones innecesarias al despertar.
El secretario Sujin se quedó allí, de pie, mirando con una expresión desanimada. Para una persona que no es emocional, esa expresión fue demasiado deprimente.
— Puede irse secretario.
— ¿Eh? Si. Estaré afuera por si necesita algo.
Tras pasar varios días sin dormir, mis párpados estaban sintiéndose pensados, mi cuerpo era muy resistente a la fatiga, pero al haber estado lejos de ti por mucho tiempo enfermó y mi condición no era buena. Aún así, al estar junto a ti la mayoría de los síntomas disminuyeron al grado de casi desaparecer.
Esa mañana me despertó un sonido bajo. Fue un quejido que se filtró de tus labios. Inmediatamente me levanté y te observé. Tu frente estaba empapada de sudor frío. Cada que te miraba sufrir, sentía como si mi corazón se estuviera una masa de carne caliente que se retorcía dolorosamente y me quitaba el aliento.
Las máquinas no tardaron en emitir sonidos extraños y encender luces de alerta. ¿Qué te sucede? ¿Por qué estás sufriendo? Los médicos entraron a la habitación a los pocos minutos y mi cuerpo fue desplazado hacia atrás mientras inspeccionaba que andaba mal con tu cuerpo.
De pronto sentí que la habitación estaba más fría que antes por lo que verifiqué la temperatura en el panel de control. Sin embargo, no había nada inusual. Escuché a los médicos susurrar entre ellos y dar instrucciones a la enfermera.
La enfermera salió apurada de la habitación y regresó corriendo con un frasco de medicamento que colocaron en la bolsa de solución intravenosa. Unos minutos después las máquinas que emitían los sonidos cesaron y las luces se apagaron.
Uno de los doctores se acercó a mí.
— Parece que sus pulmones han comenzado a fallar. ¿El paciente tiene algún antecedente al respecto? Revisé los registros, pero no encontré nada.
— ...
Me quedé pensando por un momento. Quise reír, pero no podía hacerlo, fue como si estuviera de nuevo en el pasado.
— Fue tratado hace dos años por una bacteria en los pulmones, cayó al agua durante el invierno y no tuvo el tratamiento adecuado. Dije y el médico me miró callado. Abrió su boca, pero la cerró, después la volvió a abrir.
— De acuerdo, pediré un examen al respecto.
Esa noche tuviste una fiebre muy fuerte, estuve a tu lado cambiando el paño que se calentaba con la temperatura de tu frente. Cuando pongo el paño con agua fresca sobre tu piel tu expresión se suaviza un poco.
Tu aliento caliente cubría de vapor el respirador que te ayudaba a que el oxígeno llene tus pulmones y una vez al día se cambiaban las gomas para que tu piel no se lastimara.
Te estaba mirando, poco después de cambiar el paño húmedo cuando.
— Sr… Seo.
Pronunciaste mi nombre. Fue casi inaudible, pero pude ver tus labios moverse.
Me humedezco los labios y paso saliva por mi garganta seca. Por alguna razón sentí un extraño escozor en las comisuras de mis ojos. Me acerqué y tomé tu mano suavemente. Te volviste tan delgado que te trataba con mucho cuidado para hacerte el mínimo daño.
Mientras sujetaba suavemente tu mano, froté tu cabello con la otra. Me incliné y besé tu cabeza. ¿Podías sentirme? sé que si.
— Estoy aquí, a tu lado.
Sentí como si mi pecho fuera a romperse por el dolor y mis ojos se comenzaron a humedecer, pero no podía llorar frente a ti de esta manera.
— Sr… Seo.
— Si, descansa y recuperate. Yo estoy aquí.
Gracias al cielo tu fiebre bajó al amanecer.
Mientras estaba cuidando tu descanso leí tu nueva obra. Do Yoon se esforzó mucho para publicarla y cuando salió fue un éxito total. La primera vez que la leí pensé, ¿qué te llevó a escribir esto? Cuando me di cuenta ya había leído el final, pero me quedó un mal sabor de boca. ¿Por qué tus personajes no pueden permanecer juntos? ¿Cómo lograste que el final perfecto fuera que cada uno siguiera su camino? ¿Era una representación de lo que deseabas o solamente fue tu mente creativa?
Realmente esperaba que pudieras escribir algo donde el final fuera completamente distinto. Me reí por las situaciones que pasaron tus personajes, realmente la obra era buena, tanto que la leí completa no una, ni dos, sino tres veces sin siquiera darme cuenta.
Cuando despiertes te pediré un autógrafo.
La noticia de que Oh Minji era mi cónyuge fue anunciada cuando tu abuela envió la solicitud de transferencia de acciones. Hicimos una declaración oficial y también se aclaró que estabas tomando unas vacaciones.
Me siento un poco celoso cuando leo ocasionalmente los mensajes en tu perfil. Tus seguidores se mostraron sorprendidos, otros incluso intuyeron por tu forma de escribir tus rasgos. Incluso los números siguen aumentando todos los días.
— Despierta pronto.
Descansé mi cabeza en el sofá y cerré mis pesados párpados por unos momentos. Ese día, durante la mañana, vino a verte el hijo del congresista Choi y te trajo un arreglo de flores, estuvo contigo un par de horas y después se fue, la grabación de la película casi concluye por lo que está entusiasmado y ha estado trabajando mucho en ello.
Conversó un poco conmigo de tus días en la universidad y de lo brillante que eras. ¿Siempre quisiste ser escritor? Dijo que eras muy tímido y que casi no hablabas con los demás estudiantes. Contó varias anécdotas de ti que me retorcieron el estómago de celos. ¿Cómo hubiera sido nuestra vida si nos hubiéramos conocido en la universidad?
Realmente pensé en ello. Hubiera sido algo complicado porque el campus de artes no estaba en las mismas instalaciones que el campus de administración financiera. Durante la universidad fui capitán del equipo de soccer. Era bastante popular y tus amigos solían ir a los partidos.
Estoy seguro que definitivamente te notaría allí, sentado en las gradas con tu mirada siendo iluminada por los rayos del sol. Me habría enamorado de ti a primera vista y seguramente hubiera perdido por tener mi mente llena de ti.
Me habría hecho amigo de Choi para conocerte y utilizar cualquier tonta excusa para pasar tiempo contigo. Me sentaría en la sala de lectura viéndote estudiar, probablemente te llevaría un café al notar como tu cabeza se sacude luchando contra el sueño.
— Ah…
Suspiré profundamente al imaginarte sonrojado en la sala de lectura e intentando concentrarte mientras mis ojos no dejan de moverse por todo tu cuerpo.
Después de los exámenes, estaría como un león acechando a su presa constantemente y te encerraría en la oficina del club de soccer para besarte a escondidas. Quizás no sólo eso. Puedo ver tu expresión de puchero porque mis manos son traviesas y se deslizan debajo de tu ropa.
Estaríamos tirados en una de las colchonetas abrazados, saltándose las clases. Te daría una computadora portátil de regalo de cumpleaños y pasaría mi tiempo mirándote escribir.
Momentos así contigo…
Ah, Jinwoo.
Abrí mis ojos, que estaban ligeramente húmedos y te miré.
Aún estás dormido, debe ser porque estás muy cansado. Al poco tiempo entró una enfermera a revisar que estuvieras bien.
— Los signos son normales, parece que está respondiendo bien al tratamiento.
— Gracias.
Sus palabras optimistas fueron combustible para mi alma. Tu rostro no se veía diferente, pero quizás sea porque primero se estaba sanando a sí mismo.
— ¿Escuchaste? Estás mejorando.
Me acerqué a ti y susurré palabras en tu odio suavemente mientras acariciaba cuidadosamente tu mano. Las yemas de mis dedos podían sentir tus huesos debajo de la piel.
— Comerás mucha comida deliciosa en el futuro.
Besé tu frente y estuve a tu lado.
Si fuéramos pareja en la universidad, estoy seguro que habría tenido problemas con mis notas. Porque no podría pensar en nada más que en ti.
Si hubiera visto los hematomas que Choi mencionó me habría puesto furioso.
Habría reunido a mis padres para presentarte formalmente y tú estarías tímido al principio. Mi madre te diría cosas vergonzosas de mí y mi padre estaría diciendo lo mucho que les hable de ti.
Después, cuando estuviera seguro de que tu corazón está listo, hablaría contigo del compromiso, tus ojos se volverían turbios, pero tus mejillas se volverían rosas. Haría un movimiento estratégico para tener a tu familia bajo mi control y poco a poco, los iría desapareciendo.
Sería triste para ti y estaré a tu lado en cada pérdida. Pero no me arrepentiría de eso.
Esperaríamos a la graduación para registrar nuestro matrimonio.
Sería algo de acuerdo a tu gusto… Probablemente para ese momento quizás ya estés embarazado. Soy una bestia que no tiene respeto de lo bueno y lo puro, por lo que mi codicia es fuerte y habría logrado embaucar a un ser inocente en la cama.
Mi corazón se estremeció al pensar en tu rostro sonrojado mostrándome una prueba de embarazo positiva. Sería el hombre más feliz y le daríamos esa noticia a mis padres juntos. Mi madre me golpearía y mi padre no sabría qué decir. Pero estarían felices por nosotros.
— Ah… Perdóname, Jinwoo… Perdóname… Tuve una oportunidad y arruiné por completo tu vida de nuevo… Si tan solo.
— ¿Cariño?
¿Eh? Cuando abrí mis ojos… ¿Dónde…?
— ¿Jinwoo?
— ¿Qué tengo que perdonarte?
Estás aquí… Y no estamos en un hospital, estamos… Bajo el árbol del jardín del campo de soccer de la universidad… ¿Cómo? Mi rostro se torció, sentí mis nervios faciales tensarse y mi cerebro dejó de funcionar en ese momento.
La fresca brisa del aire pasaba por mi rostro y llevaba el suave aroma de Jinwoo a mi nariz.
— ¿Qué tan malo fue?
Me estabas mirando con ojos hermosos y con ese rostro de niño bonito. Tragué saliva por mi garganta seca.
— Fue terrible.
Pronuncie sin poder dejar de mirarte. parpadeaste y en ese momento abriste la boca para comer un macarrón que tenías en tu mano. Masticabas de forma hermosa, tus mejillas regordetas eran rosadas y bellas, no como las de hace unos momentos en el hospital. Extendí mi mano con cautela, temeroso de que esta fantasía se rompiera al tocarte.
Pero no fue así, mis dedos acariciaron tu piel suave y cálida, retirando unas migajas de marañones de la comisura de tu boca. Me lleve mis dedos a la boca y los lamí con mi lengua.
— Ya veo, ¿quieres uno?
Dijiste sin prestar más atención y cambiaste de tema extendiéndome un macarrón.
— ¡Ah! ¿Qué te pasa? Ja, ja, ja.
Me abalancé sobre ti y te derribé hacia atrás, tus brazos rodearon mi cuello y te reíste a carcajadas. Mi corazón comenzó a latir tan rápido que no sería raro tener un infarto en ese momento.
Te besé, mordí la parte inferior de tus labios y metí mi lengua en tu boca, tu sabor es tan dulce que siento que mi parte inferior comienza a palpitar.
— Uhmm.
Siento como tu cuerpo se relaja y quedas indefenso ante mi.
— ¿Esto es en lo que estabas pensando?
— No, realmente en algo mucho peor.
Enterré mi nariz en tu nuca e inhalé tu encantador aroma. Olivo dulce, tan dulce que sentí que todo mi ser estaba vibrando.
Me mordiste la oreja, tus dientes eran como los de una liebre y me hicieron cosquillas.
— ¿Qué pasa si nos descubren? Oh se cayó el macarrón.
— Ja, ja, ja.
No pude evitar reír ante tu pensamiento inocente, reí mientras te abrazaba.
— ¡Grandulón! Vamos, ¿quieres perder otra clase? El decano te regañó severamente la vez pasada.
— Estudiaré mucho, lo prometo.
Puse mi cabeza en tu pecho mientras tus dedos se enredaban en mi cabello. Tu pecho subía y bajaba con calma, pero tu corazón estaba acelerado y tu feromona comenzó a desbordarse. Me levanté un poco y te miré.
Tus hermosos ojos, tan brillantes como la luz del sol me estaban mirando con un efecto sincero. Me estaba volviendo loco en ese momento. Sería mala idea ser expulsado por profanar el cuerpo de mi novio dentro del campus.
— Cariño…
— ¿Si?
— Tendrás un serio problema si no controlas tu feromona.
— Oh… ¡Pero si es tu culpa!
Me miraste con un puchero y torpemente intentas controlar tu feromona emocionada. Acaricié tus mejillas infladas y pasé mis manos por tu cabello rebelde.
— Jinwoo, casate conmigo. Casémonos al graduarnos, no, hagámoslo ahora.
— ¿Eh?
— ¿Kim Jinwoo, quieres casarte conmigo?
No tenía un anillo, ni nada que darte. Me miraste sorprendido, pero pude ver esa chispa en tus ojos.
— Prometo dártelo todo… Incluyendo muchos macarrones.
— ¿De verdad?
— Sí.
— Entonces, si. Vamos a casarnos y ser felices siempre.
— Ser felices siempre.
Mi corazón se infló cuando me mostraste esa sonrisa. Incluso en medio de esta confesión, giraste tus ojos y miraste la caja de macarrones abierta y tomaste uno para meterlo en tu boca.
Ah, estoy tan celoso de ese macarrón que me roba tu atención.
[Bip, bip, bip.]
Abrí mis ojos ante el sonido que se filtró espontáneamente. La habitación estaba bajo la oscuridad de la noche y una suave iluminación provenía de la lámpara auxiliar. Mi cabeza estaba recostada sobre tu cama y aún sujetaba tu mano. Giré mis ojos hacia ti y pude ver que aún dormías pero algo era distinto.
— ¿Jinwoo?
Tus ojos cerrados eran cascadas de agua cristalina que corría por tus mejillas, la máquina que emitió la alerta fue el medidor de tu ritmo cardiaco que advertía que tu pulso se aceleró.
— Estoy aquí… Jinwoo… Cásate conmigo y tengamos momentos felices juntos.
[Bip, bip. bip.]
La máquina nuevamente emitió una alerta y tus ojos derramaron lágrimas.
Pude sentir en ese momento como algo se frotó contra mi mano. Tus delgados dedos se estaban estremeciendo y uno de ellos frotó mi piel.
Toda mi fuerza y concentración fue derrumbada por ese hermoso gesto. Mis ojos ya no pudieron contener más el ardor y los cerré. Sostuve tu mano y la besé. Me esforcé por no perder el juicio y mis movimientos fueron lo más cuidadoso posible, pero mi emoción era intensa.
Pude ver como tus labios se abrían y cerraban. Acerqué mi oído a tus labios que estaban bajo la máscara de oxígeno.
— Sr…
— Si, soy yo.
Tu cabeza se movió suavemente y tus ojos se abrieron. Sólo un poco, pero si, fui capaz de mirar tus hermosos ojos. Sentí como tus dedos intentaban desesperadamente sostener mi mano por lo que puse un poco más de fuerza y sentí como tus yemas me acariciaban la piel suavemente.
— … Sr…
Giraste tu rostro para verme. Tus labios se movían, pero no pude escuchar nada, noté como tu brazo se levantó torpemente intentando llegar a tu mascarilla, pero tu cuerpo debía de estar aún cansado y no pudiste moverte.
Miré a mi alrededor, no había nadie. Volví mis ojos a ti y bajé con cuidado la mascarilla sin dejar de prestar atención en la máquina de oxigenación. Cuando tu boca estuvo libre, afortunadamente no hubo ningún sonido de alerta.
— Ca…ri…ño.
Esas fueron tus primeras palabras, tuve que contener mis emociones para no llorar frente a ti.
— Copo de nieve… La vi, nuestra hija… Yo…
[Bip, bip, bip.]
El monitor comenzó a emitir un sonido de alerta y apresuradamente coloqué la mascarilla de nuevo sobre tu rostro.
— Shhh, calma, calma, descansa y me dirás todo, escucharé todas y cada una de tus palabras, ¿si?
Sonreíste y me miraste.
En ese momento mi corazón sintió un dolor agudo y no pude respirar. Fue por esa mirada que tenías.
— ¿Jinwoo?
—... Sea…mos… Fe…li…ces…
Mi cuerpo fue empujado hacia atrás en ese momento por los médicos que corrieron hacia ti.
— Cof, cof, cof.
Tu pecho se sacudió y la sábana comenzó a teñirse de manchas rojo oscuro. Tu condición empeoró esa noche.
Tardaron tres horas en lograr estabilizarte, y dijeron que tenían que limpiar tu sangre de toxinas con una máquina porque tus riñones estaban comenzando a fallar. El doctor se mostró con una expresión pálida y sus palabras parecían estar atoradas en su garganta.
— Hemos hecho todo lo posible pero…
Lo escuché hablar, pero sus ojos ya me lo habían dicho todo, era una mirada resignada.
— Secretario.
— Si, director.
— Encuentra a una persona que sea capaz de tratar a Jinwoo y traelo… Por cualquier medio.
— Sí.
El médico se quedó viéndome. Fue como si quisiera decirme algo, pero al final no me dijo nada.
Yo sé que todavía tienes fuerza, sé que te duele y que te es difícil, pero nunca te rendirás. Y yo permaneceré a tu lado en todo momento.
Dos días después contactamos a un especialista en Alemania que estaba estudiando la transferencia celular biomodificada. Y quién podría ayudarte a mejorar pronto. Confirmó que el avión privado estaría despegando una vez que las condiciones climáticas lo permitieran.
Cuando tu cuerpo se sacudió y nuevamente comenzaste a toser sangre, los médicos desesperadamente intentaron controlar los espasmos. Fue tan desgarrador verte así.
Pasó mucho tiempo antes de que pudieras estar tranquilo. Tu pecho casi no se movía y tu respiración era apagada. Estuviste tranquilo un par de horas, pero como si la noche fuera un mal augurio, nuevamente hubo sonidos de alarmas.
Constantemente te estaba observando y cuidando. pasaba un paño húmedo por tu piel para limpiarte, fue entonces, sentí tus manos moverse débilmente. Froté mis ojos pensando que era una alucinación, pero realmente estabas moviendo tus dedos.
Giré mis ojos hacía ti y me di cuenta que estabas mirándome con atención.
No fui capaz de respirar… Todos mis sentidos se paralizaron y lo único que pude hacer fue mirarte.
Me miraste por mucho tiempo y tus labios se movieron, pero no fui capaz de moverme o acercarme a ti, sonreíste débilmente y yo también sonreí como si estuviera conectado de alguna forma contigo.
Mi cuerpo sintió un frío escalofrío.
Cuando parpadeé ya estabas durmiendo de nuevo.
Ah, mi cabeza parecía a punto de explotar del dolor y mis extremidades hormigueaban sin razón aparente, dejé de comer y beber agua sin darme cuenta. Fue sólo que no me quería separar de ti en ningún momento.
Olvidé que aún tenía un precio muy alto que pagar por mis errores.
Pero lo recordé pronto.
Cuando abrí mis ojos después de caer inconsciente y busqué tu rostro allí estabas, pero ya no eras tú. Lo supe instintivamente.
Que ya te habías ido.
Un segundo después todas las máquinas parecieron volverse locas y comenzaron a sonar de manera estridente. Los médicos corrieron y se acercaron a ti, pero yo no pude moverme.
Ya no estabas aquí. Me puse de pie, sintiendo como el suelo se movía al mismo tiempo que mis pies, el eco de las voces urgentes de los médicos se fue volviendo un ruido sordo. Incluso la voz de alguien a mi lado no era audible.
El mundo se silenció ante tu ausencia.
El mundo se volvió gris con tu partida.
Avance con mis pies sintiendose como cemento fresco. Mi rostro se comenzó a sentir húmedo y caliente. La opresión en mi pecho, como algo perforando, fue más aguda.
Me derrumbé.
Mis piernas colapsaron sin poder soportar estar en esta realidad sin ti.
— ¡Director!
— ¡Dios mío, Director Seo Han!
— ¡Llamen a un médico, deprisa!
Varias manos me sujetaron, pero no eras tú. Tu existencia no estaba ya en este mundo.
En ese momento el piso se giró hacia arriba y el techo quedó a mis pies. Sentí algo deslizarse desde mis fosas nasales, pero no podía moverme para limpiar el fluido.
Tu cónyuge está sangrando, ¿no puedes darme tu cariño y hacerme sentir mejor?
— Sr. Han Seo… Despierte, por favor despierte.
Mis párpados pesados se volvieron ligeros y abrí mis ojos.
Fue como un pequeño gorrión picoteando mi rostro pero cuando todo se aclaró eras tú besándome por aquí y por allá.
— ¿Jinwoo?
— ¿Esperabas a otra persona?
Mis manos se extendieron y acarician la piel regordeta de tus mejillas. El calor que me transmitió por alguna razón calmó mi corazón angustiado.
— Nuestra hija nos está esperando, quiere conocerte.
— Si, quiero verla.
— Se parece mucho al Sr. Han Seo.
— ¿Si?
Tu sonrisa, cielo. Tu sonrisa es realmente hermosa.
— ¡Ven! ¡Vamos! ¿No dijiste que te casarías conmigo? ¡Debes hacerlo bien está vez! ¡No hay terceras oportunidades!
— Lo haré bien, es una promesa.
Después de mucho tiempo, mucho dolor, finalmente puedo sostener tus manos. Esas manos hermosas y suaves.
Si, supongo que ese es nuestro final.
— Sr. Han Seo, cariño. ¿Qué piensas? Esto es sólo nuestro inicio.
Fin.
Gracias por abrir este espacio y traer obras en nuestro idioma, ésta fue muy hermosa, chille como no tienen idea pero la disfrute mucho, espero con ansias los extras.... por favor, sigan trayendo trabajos de este género, son mis favoritos 🥰💖💖
Que hermosa historia, porque tuvieron que morir los dos, un final trágico y al mismo tiempo feliz, es una novela corta pero hermosa, eso quiero creer, gracias gracias por regalarnos esta hermosa historia la disfruté muchísimo, y por supuesto espero ver el libro en físico para comprarlo, gracias y porfavor traigan muchos trabajos así de hermosos para apoyar como se merecen
Hay deosss, como me hicieron llorar!!
Lo único que puedo decir es... Gracias por darnos la oportunidad de leer esta novela. Si la lanzan en formato físico, espero tener la dicha de poder comprarlo.
Nuevamente gracias 🥹
Buenas,gracias por permitrme leer esta linda novela,pregunta habra extra,asi como entendi ambos muerieron,volvieron a vivit, gracias