— ¡¿Lo estás haciendo a propósito?!
— ¿Qué cosa?
— No te hagas el tonto…
— ¿Prefieres que diga —woof, woof…—?
— ... Calla, basta.
La mano temblorosa se puso sobre sus labios, como si estuviera intentando silenciar sus palabras. Han Seo sonrió con satisfacción, como si su rostro tuviera el resplandor de la victoria. A diferencia del suyo que estaba demacrado y ausente de vitalidad. ¿Cómo terminaron los papeles intercambiados de esa manera? Un beso suave se depositó en la palma de la mano que se colocó sobre sus labios.
Sintió algo extraño revolotear dentro de su pecho. Sus ojos hinchados por el llanto miraron los ojos de su oponente, que estaba besando suavemente la palma de su mano, luciendo ridículamente sexy con un collar para perro. Ahora que podía mirarlo más de cerca, realmente tenía grabado su nombre en la placa [Propiedad de Han Jinwoo.] ¿Cómo a un hombre tan inteligente se le podían ocurrir ideas tan absurdas? Mirando el pecho desnudo de Han Seo con el collar puesto, su agujero instintivamente comenzó a tensarse por sí solo.
El pilar incrustado en el agujero revoloteó en el momento que la pared interior se contrajo, el cuerpo debajo de él que había quedado sensible después de la historia de amor previa se sacudió y pudo sentir como la piel se volvía de gallina.
— ¡Oh…! ¡No…! ¿Quieres morir?
— De ninguna manera, woof.
— … No puedo hacerlo de nuevo.
— No pensaba hacerlo de nuevo, pero tu agujero me está abrazando con fuerza, ¿te gustó verme con el collar? Si es así, puedo llevarlo todo el tiempo.
— ¡No sigas diciendo eso! Estás loco. ¿Me vas a matar?
— Jamás haría tal cosa.
Su cuerpo y su cerebro parecieron derretirse ante la voz que susurraba palabras absurdas, fue como si el tono sereno y bajo tuvieran un efecto seductor que le acelera el corazón. Tenía ganas de morir. Su cuerpo le dolía, su cadera parecía estar rota y sus extremidades latían, pero el calor seguía allí. Su estómago estaba lleno de una sensación de fuego intenso que se extendía hacía todo su cuerpo.
— Sr. Han Seo… Realmente no puedo más, creo que voy a morir si continúa… Sé un buen perro y deja descansar a tu maestro… Uf, ¡espera! ¡¿No escuchas lo que te estoy hablando?
— Woof.
— Ah… Eh… Wow… Me estoy volviendo loco… ¡Espera…! Ah, ¡Perro malo!
Ni siquiera fue consciente de las palabras que salieron de su boca. La parte inferior de su cuerpo se sentía tan caliente que quemaba y la fricción que frotaba en su agujero se fue calentando y aumentando en lugar de disminuir.
Podía sentir como el fluido de su agujero salía a borbotones cada vez que la erección se enterraba profundamente. Era como una presa rota. Era la primera vez que sentía tanto fluido salir de su cuerpo. Mientras estuvo en tratamiento por su enfermedad, Jinwoo ni siquiera pudo notar los cambios en su cuerpo, solo pensó que al no tener feromona su apetito sexual se había desvanecido. Sin embargo, en ese momento su cuerpo estaba tan caliente que a pesar de estar exhausto no dejaba de llegar al clímax una y otra vez.
— Dejame ir…
— Solo una vez más.
Unas manos grandes sostuvieron sus nalgas y elevaron su cuerpo. El pecho de Jinwoo quedó atrapado en los dientes de Han Seo mientras su agujero se tragó la erección por completo. Sin poderlo evitar, el vertiginoso placer lo envolvió nuevamente y su cadera comenzó a sacudirse por sí misma.
Echó su trasero hacia atrás, lo levantó y lo sacudió mientras su cabeza se quedaba en blanco por los fuegos artificiales que explotan en su cerebro. La habitación que recordaba iluminada, se oscureció, después en un momento de conciencia miró como el salón se volvía a iluminar por los rayos del sol que entraban por el gran ventanal, pero ahora que notaba de nuevo su entorno, este estaba oscuro y la iluminación provenía de las lamparas decorativas.
El fluido que se había acumulado se derramó como una presa desbordándose y mojó los muslos de Han Seo. Realmente la estimulación constante le hacía difícil soltar ese cuerpo. Estaba en llamas, todo su cuerpo estaba consumiéndose por esa humedad pegajosa que se adhería a su piel. No era una broma el decir que deseaba devorar a Jinwoo en ese momento.
— Por favor…
— Bésame, entonces me detendré.
— ...
Jinwoo se aproximó a sus labios y mordió suavemente su labio inferior mientras trataba de controlar sus sollozos. Cuando su lengua comenzó a presionar, los labios de Han Seo se abrieron para que pudiera entrar y mezclarse con su lengua.
Sintió cómo algo en su interior aumentaba de tamaño de nuevo, la erección comenzó a palpitar mientras sentía como su vientre se inflaba como globo. La sensación fue dolorosa porque no estaba bajo el efecto de un ciclo de celo, pero pronto el placer borró ese dolor.
Su cuerpo fue abrazado con fuerza mientras Han Seo temblaba por un clímax. Parecía que su piel se iba a romper por la fuerza con la que Han Seo se aferró a él.
El pene pesado eyaculó en su interior y todo ese pesado y denso semen se mezcló con los fluidos corporales de la historia de amor que se llevó a cabo por mucho tiempo. Un pene empapado en fluidos salió de su agujero emitiendo un sonido de [plock.] Sus piernas, al igual que sus brazos, no le respondían y todo su cuerpo temblaba. Jinwoo simplemente se dejó caer.
El calor de un suave beso fue palpable sobre sus hinchados labios. Jinwoo estaba tan cansado, que ni siquiera pensó en reprender al perro de Han Seo.
— ¿Hice un buen trabajo maestro?
— Realmente… Realmente vas a morir…
— Puff... De acuerdo, descansa, me haré cargo de todo.
Cerró sus ojos sintiendo la mano de Han Seo barrer su cabello empapado en sudor. Fue una sensación demasiado buena sentir su cuerpo exhausto por ese tipo de actividad física, incluso su corazón que antes dolía terriblemente parecía estar envuelto en algodón suave y esponjoso.
***
— Vaya…
Mirando su cuerpo en el espejo, era como si hubiera sido atacado por una bestia salvaje. Toda su piel estaba cubierta de huellas de amor rojizas y púrpuras. No podía salir al exterior así, ni siquiera era capaz de salir del baño y dar la cara al perpetrador.
Jinwoo movió torpemente su cuerpo acalambrado, no había un rincón que no estuviera punzando o dando la sensación de un tirón. Incluso sus piernas parecían de gelatina. Un perro. Su rostro se tiñó de rojo al recordar las palabras de Han Seo y su ridícula manera de proponerse.
Aún así, su corazón estaba más ligero y se sentía bien. El pesado nudo que estaba sofocando a Jinwoo parecía haberse vuelto un poco más ligero. ¿Por qué no pudo ser así desde el comienzo? No se refería a la ridícula placa en su cuello, era a su interacción. Si tan sólo hubiera actuado así en el momento en que se conocieron por primera vez… ¿Algo podría haber sido diferente?
No tenía ningún motivo para seguir pensando en eso. Lo que deseaba no era posible para él y lejos de pensar en el pasado que ya estaba marcado dolorosamente en su corazón, debía dejar las cosas claras en ese momento. ¿Cómo pensó que podía confrontar a Han Seo si con la simple acción de escucharlo hablar su corazón parecía derretirse? ¿Cómo pensó que podía vivir solo cuando en pocos meses su pecho se volvió una sustancia amorfa por la ansiedad de que Han Seo lo abandonara?
Su propia manera de pensar era contradictoria.
Después de una larga ducha con agua tibia, Jinwoo salió del baño envuelto en una bata de interior. La toalla estaba sobre su cabello húmedo que desprendía un fragante aroma a gel de ducha. Sus ojos miraron la habitación. Han Seo no estaba allí.
De hecho, la evidencia de su historia de amor tampoco. ¿El servicio era tan eficiente? La ropa de cama había sido cambiada y sobre las sábanas lisas estaba un conjunto de ropa con la etiqueta aún colgando.
Unos jeans de tonalidad azul claro con una polar de cuello alto color rosa pálido estaban cuidadosamente doblados, también había una bufanda color hueso y debajo de esta un par de calzoncillos color gris. Jinwoo sostuvo la suave tela de la ropa y la llevó instintivamente a su nariz. La ropa olía a nuevo. Un suspiro de decepción se filtró de entre sus labios.
Cuando Han Seo entró a la habitación pudo ver un cuerpo tumbado en la cama. Jinwoo estaba vestido con la ropa interior que le había pedido al personal de seguridad, pero la demás ropa estaba revuelta en la cama. Dejó el teléfono celular en la mesa auxiliar para después acercarse a Jinwoo.
— Jinwoo, ¿no te gustó la ropa? ¿Quieres que pida algo diferente? ¿Deseas algo en especifico?
— ...
Jinwoo giró su rostro hacia Han Seo, unos ojos hinchados lo miraron con una expresión silenciosa. Han Seo permaneció inmóvil intentando descifrar nuevamente qué significaba el silencioso comportamiento de su oponente.
— ¿Quieres que te ayude a vestirte?
— ...
Los ojos de Jinwoo se quedaron fijos en el estúpido collar que llevaba puesto y que se veía tras la camisa parcialmente abotonada. [Propiedad de Han Jinwoo.] Las grandes manos de Han Seo se extendieron y sostuvieron la ropa, con su mano alisó la tela doblada y le habló suavemente a Jinwoo.
— Levanta tus brazos… También cierra los ojos.
Jinwoo obedeció dócilmente sin decir nada.
— Auch. Un quejido salió de sus labios cuando sus extremidades se estiraron.
— Bien, ahora te pondré los pantalones.
— ...
Han Seo se inclinó dejando una de sus rodillas en el suelo y sostuvo una de las piernas de Jinwoo para colocar cuidadosamente los jeans. En ese momento la voz ronca de Jinwoo susurró unas débiles palabras.
— ¿No es incómodo llevar eso?
— No más que una corbata… Listo, ahora te pondré los calcetines.
— …
Su pie fue sostenido y antes de que colocara el primer calcetín, Han Seo inclinó su rostro y pegó sus labios suavemente a la blanca piel que sostenía. Los ojos de Jinwoo se volvieron muy grandes cuando miró las acciones del hombre frente a él, pero no dijo nada. Estaba muy cansado y la sensación fue gratificante.
— Te amo
— …
[Grrrrgh.]
El sonido similar a un gruñido salió del estómago de Jinwoo. En ese momento se percató que tras la actividad que llevó un día y medio, no había comido nada y también estaba sediento.
— Ok, estás listo, vamos a comer algo y después podemos dar un paseo como querías o hacer lo que tú quieras.
— …
Después de unos minutos de silencio nuevamente el sonido de su estómago resonó en la habitación.
— Comer está bien.
— Vamos entonces, ¿quieres comer algo en especial?
— …
Fueron a un restaurante ubicado en una zona turística de la ciudad, la sensación vivida de comensales charlando y el sonido de los instrumentos chocando entre sí le dio una sensación agradable y natural a su cuerpo. No fue incómodo.
Fueron guiados por uno de los empleados del restaurante hasta una mesa ubicada en una terraza del segundo piso del edificio. Con una ligera reverencia, el empleado los saludó con unas palabras respetuosas y les entregó el menú.
— ¿Qué desean comer?
Los ojos de Jinwoo miraron los alimentos escritos en inglés… Realmente no le gustaba la comida americana, extrañaba el arroz, pero su estómago estaba emitiendo un sonido como si le dijera que su cuerpo estaba hambriento.
— Una hamburguesa estará bien.
—. ¿Desea que agregue una soda a su orden?
— Oh, si. Eso sería bueno.
— ¿Para el señor?
— ... Lo mismo.
El empleado se despidió de ellos y los dejó solos dentro del espacio de la terraza que estaba cubierto por una gran sombrilla. El restaurante no era nada lujoso ni tenía el ambiente de los establecimientos que solía frecuentar Han Seo. Unos ojos curiosos lo miraron, preguntando el motivo por el cual fueron a ese lugar.
— ¿Desde cuándo te gusta la comida rápida?
Los ojos azules que brillaban y eran iluminados por la luz del día lo miraban intensamente. Era como si esos ojos pudieran ver a través de él provocando un escalofrío.
— Pensé en un lugar agradable, cualquier cosa es buena siempre que esté a tu lado.
— …
Jinwoo evadió la mirada en el momento que las palabras sinceras se derramaron. ‘¿Por qué estás diciendo todo eso de la nada?’
— Recuerdo que te molesta el ruido cuando comes.
— …
Un pesado silencio se derramó después de las palabras que llevaron el pasado de nuevo a su vida.
— Jinwoo… Todo lo que pasó, todo lo que te hice…
— No, no ahora… Lo que tenga que decir Han Seo sobre el pasado… Ya no importa, no es como si pudiéramos arreglar lo que está roto…
— …
— Me heriste y seguramente yo también herí al Sr. Han Seo. Somos esa clase de personas… Pero ahora… Sólo quiero disfrutar la comida, lo que quieras decirme hazlo después.
— ¿Está para ti bien que sea así?
— No, por supuesto que no, pero ¿qué diferencia hará que lo escuché ahora o después?
— …
— Lo que quiero decir… Es que estoy cansado de estar triste, de llorar y de sentir dolor todo el tiempo. Si escuchó al Sr. Han Seo ahora me sentiré triste y no podré comer bien. Entonces, dímelo después… Te escucharé.
Los ojos de Jinwoo, quien lo miró, aún estaban hinchados y su rostro se veía inflamado. La luz del día iluminaba su piel blanca provocando que se mostraran sus hermosas y sutiles pecas. Incluso su cabello de tonalidad castaña se veía reluciente.
Fue miserable… A pesar de ser codicioso y actuar de forma egoísta, Jinwoo respondió honestamente, no ocultó sus emociones e incluso dio su palabra de escucharlo. Una mano se extendió y acarició su rostro suavemente con las yemas de sus dedos. Jinwoo no rechazó el tacto, inclinó su rostro hacia la mano de Han Seo y dejó que el calor se impregne en su mejilla.
— Sr. Han Seo tú eres cruel, me das cariño y me susurras palabras amorosas. Tengo miedo de que un día me despierte y esté con el Sr. Han Seo del pasado… Si aceptaba sus sentimientos y después me los arrebatas de nuevo… No podría soportarlo.
— …
— Entonces… Déjame ir y decidir mi camino por mi cuenta… Hay algo que quiero encontrar por mí mismo.
— …
Han Seo sentado frente a él sonrió amargamente. Un hermoso rostro bañado con el resplandor del sol lo miraba con unos ojos que reflejaban el gran anhelo que le tenía. Jinwoo deseó ser el dueño del corazón de ese hombre. Sentía sus manos hormiguear por el deseo de abrazarlo en ese momento.
La persona que podía poner su mundo de cabeza le estaba sonriendo de esa forma.
La voz del empleado interrumpió su atmósfera. El aroma a carne asada y pan tostado se impregnó en sus fosas nasales estimulando su estómago. Una gran hamburguesa con papas fritas fue servida frente a ellos. Jinwoo pudo sentir como sus papilas gustativas comenzaban a salivar.
La hamburguesa se desbordaba por la carne jugosa y el queso derretido que se derramaba sobre los ingredientes. El humo caliente era sutilmente visible. Realmente se veía genial.
— Wooow.
—. Ten una buena comida.
— Usted también, Sr. Han Seo.
El personal terminó de dejar las sodas y después se retiró, Jinwoo sostuvo la hamburguesa y se la llevó a la boca. El jugo de la carne se derramó dentro de su boca y el pan crujió deliciosamente.
Era muy sabroso.
***
— Mi estómago va a explotar…
— Realmente comiste demasiado, pero está bien porque eres muy delgado.
— El Sr. Han Seo no se terminó su plato, realmente no te gusta este tipo de comida.
— No es así, es sólo que mi apetito no ha estado bien en estos últimos días.
— …
Después de la comida sustanciosa Han Seo le propuso a Jinwoo dar un paseo por un parque cercano. El extenso parque estaba lleno de parejas y familias con sus hijos. Caminaron por uno de los caminos y pronto llegaron al lago.
En el momento que Han Seo mencionó que su apetito no era el adecuado últimamente, las palabras del médico resonaron en su mente, Jinwoo detuvo sus pasos y giró su cuerpo hacia el de Han Seo que estaba a tres pasos de él.
— Yo… Escuché que por la marca… Un Alfa puede enfermarse también. ¿La ha pasado difícil?
— …
Han Seo abrió la boca al tiempo que sus ojos se volvían grandes. Miró con incredulidad a Jinwoo que estaba haciendo una pregunta directamente. Muchas emociones revoloteaban dentro de su pecho cuando Jinwoo hizo esa pregunta. ¿Cómo podría quejarse? ¿Qué derecho tenía para externar su dolor cuando la persona frente a él estaba soportando algo tan doloroso sin quejarse?
Los ojos de Han Seo se volvieron turbios mientras permanecía en silencio. Jinwoo se acercó más a Han Seo y su mano se extendió para sostener la gran mano Alfa. La temperatura cálida impregnó su mano fría.
Han Seo permaneció en silencio mirando a Jinwoo actuar así.
— Lo siento… Ahora que lo pienso no me he disculpado adecuadamente por haberlo marcado durante mi celo… Estuve pensando en una excusa para decirle al Sr. Han Seo, pero realmente no la hay… Sólo, lo siento, supongo que el Sr. Han Seo también ha tenido momentos difíciles.
Un fuerte brazo rodeó su espalda y arrastró su cuerpo con fuerza, Jinwoo quedó atrapado en el pecho de Han Seo quien lo abrazaba con uno de sus brazos mientras que la otra mano presionaba con más fuerza la mano que lo sostenía. El cuerpo que lo abrazó era realmente cálido por lo que la sensación de frío que estaba sintiendo se desvaneció.
Al estar siendo protegido por los fuertes brazos de Han Seo se sentía ese calor que lo impregnaba por completo y le quitaba el frío. Jiwoo suspiró con un aliento cálido cuando su pecho se infló lleno de emociones. Torpemente levantó su brazo, que estaba siendo presionado dentro del abrazo Alfa de Han Seo y con las yemas de sus dedos dibujó el contorno de la mejilla de ese hermoso rostro.
Sus pies se elevaron de puntas y se impulsó para que su rostro estuviera más cerca.
— …
— …
Unos suaves labios presionaron débilmente los suyos de forma larga y prolongada. En ese momento, las luminarias y luces decorativas del parque comenzaron a encenderse anticipando la puesta de sol e iluminando sus siluetas.
Jinwoo besó a Han Seo por un largo tiempo, sus pies temblaban por estar sostenido de las puntas de estos y su cuello comenzó a doler por la postura inclinada, pero no se separó hasta después de mucho, mucho tiempo.
Cuando rompió el contacto Jinwoo lo miró y le sonrió gentilmente.
— Sr. Han Seo, ¿por qué no pudo ser siempre así? Si usted tan sólo me hubiera mirado de esta manera en el pasado hubiera podido soportar cualquier cosa. Yo realmente lo amaba como a un loco.
— … Jinwoo.
— He tenido una vida muy dura, ¿sabe? y no seré capaz de olvidarme de todo el pasado. Entonces, ¿cómo puedo comenzar de nuevo si me duele tanto? Me lo estuve preguntando mucho tiempo… Supongo que, simplemente debo de comenzar desde el principio.
— …
— Incluso en esta vida no pudimos escapar y nos volvimos a encontrar, ¿eso quiere decir que el destino existe?
— …
— Me lo estuve preguntando también, ¿qué hubiera pasado si el Sr. Han Seo hubiera estado a mi lado cuando tuve el accidente? ¿Me habría salvado? ¿Algo habría sido diferente?... Pero el pasado es sólo eso, algo que no puede cambiarse.
— Te amo Kim Jinwoo, Han Jinwoo, Oh Mijin… Te amo, podría decírtelo siempre, toda mi vida es tuya.
La respiración de Han Seo era agitada y su voz parecía estar enredada. ¿Esto es el amor? Extrañaba a Han Seo, quería ver su rostro, quería besarlo, quería abrazarlo. Sólo una vez más, con esa oportunidad pensó que estaría bien, pero realmente lo único que provocó fue que su codicia aumentará.
Jinwoo se separó de Han Seo y miró a su alrededor, sosteniendo su mano Jinwoo dirigió el camino a la orilla del lago, se podía escuchar una suave música a lo lejos. Parecía que un grupo de jóvenes estaban practicando con instrumentos de cuerda y viento, la melodía era bastante linda.
Parejas se abrazaban por las bancas colocadas a lo largo del camino y de vez en cuando se escuchaban risitas. Cuando llegó a su destino Jinwoo soltó la mano de Han Seo y estiró su brazo señalando un lugar a lo lejos.
Había un pequeño mercado nocturno, los puestos de madera parecían extenderse en forma lineal y tenían varias tiras de luces decorando sus fachadas.
— Traeme un regalo, lo que sea. Quiero recibir algo de ti.
— ¿Quieres que te compre algo allí? ¿Lo que sea?
— Si, una bufanda estaría bien, por ejemplo.
Han Seo miró los puestos a lo lejos, realmente parecía que en uno de ellos estaban vendiendo bufandas para el frío, después miró a Jinwoo así.
— Te esperaré aquí, ve y regresa rápido.
— ¿No quieres ir conmigo? ¿Por qué quieres esperar aquí solo?
Jinwoo lo miró y sonrió tranquilamente.
— Porque me gusta ver la ancha espalda de Han Seo y tiene que esforzarse esta vez.
— De acuerdo, entonces iré. Espérame aquí.
— Si, esperaré por el Sr. Han Seo. Ve y regresa pronto.
El cuerpo de Han Seo se apartó de Jinwoo gradualmente y comenzó a caminar en dirección al mercado ambulante. Su mente estaba concentrada en el tipo de bufanda que podría encontrar allí. Realmente no sería una de buena calidad o que lo protegiera adecuadamente del frío. Pero podría comprar allí alguna y después regalarle una mejor.
El mercado estaba algo lejano, cuando caminó un par de pasos, Han Seo se sintió muy lejos de Jinwoo. Giró su rostro hacia atrás y lo miró. Jinwoo estaba de pie allí, mirándolo con unos ojos brillantes y un rostro rojizo que era adornado por una sonrisa suave.
Después reanudó su camino.
En cierto momento se escuchó un sonido extraño y la melodía que estaba filtrándose por sus oídos se detuvo inesperadamente. Han Seo miró hacia los lados. La gente que estaba a su alrededor concentrada en sus asuntos miraba hacia su dirección y se comenzaron a acercar.
Naturalmente su cuerpo se giró mientras su corazón comenzaba a palpitar [Bom… Bom… Bom…] Sintió unos fuertes golpes en el pecho a medida que se giraba para ver hacía atrás.
— ¡Cielos! ¡Alguien ha caído al agua!
— ¡¿Cayó un niño al agua?!
— ¡Una persona ha caído! ¡Dios mío!
— ¡¿Qué sucedió?!
— Parece que alguien cayó al agua.
Varias voces comenzaron a filtrarse como susurros lejanos, sus piernas se sintieron muy calientes mientras sus ojos se movían desesperados buscando a Jinwoo. No estaba allí, ¿el lugar donde estaba siempre estuvo tan cerca del lago? ¿Fue al baño? ¿Dónde estaba? Su respiración comenzó a acelerarse y su corazón parecía salir de su pecho.
Jinwoo no estaba.
Han Seo era la clase de persona que estaba acostumbrado a tener la victoria en sus manos. Jamás pensó que algo como esto podría suceder. Fue como sentir la sangre de su cuerpo siendo drenada. Su cuerpo se abalanzó con poder y ninguna persona pudo detenerlo, los gritos se silenciaron y todo quedó en un abrumador silencio.
Cuando su cuerpo se precipitó hacia al lago, las personas a su alrededor trataron de sujetarlo y detenerlo pero les fue imposible. Su cuerpo se hundió en la fría y oscura agua. Su corazón estaba latiendo aceleradamente y sus extremidades se sentían muy calientes. La sensación espesa del agua del lago lo hundió.
Fue una eternidad, sintió que fue una eternidad el tiempo que tardó en encontrar el cuerpo de Jinwoo hundiéndose, su brazo extendido sujetó ese cuerpo desvanecido y se impulsó usando toda su fuerza hacía el exterior.
[¡Puagh!]
— ¡Oh por Dios! ¡Llamen a emergencias! ¡Llamen a emergencias!
— ¿Te encuentras bien?
La sensación sofocante junto con la extraña presión en su pecho le hizo imposible escuchar las palabras de las personas que lo estaban rodeando. Han Seo estaba abrazando el cuerpo inconsciente de Jinwoo con todas sus fuerzas.
Fue cuando sintió a alguien tirando de él que inmediatamente su feromona Alfa explotó. Una gran señal de advertencia se derramó, incluso para una persona que fuera Beta, sería fácil darse cuenta de las intenciones hostiles.
— Señor, soy un médico… Tiene que soltarlo para poder ayudarlo.
— … Por favor, señor. Debe soltarlo.
Las feromonas hostiles impidieron que las personas pudieran acercarse. [Cof, cof, cof.] Fue el jadeo de Jinwoo lo que regresó su mente de vuelta a la realidad. La mano de Jinwoo se movió lentamente y una piel húmeda y fría palpó la piel de su mejilla.
— ¿Sr…? Cof… Cof… Cof.
En ese momento, el personal médico de emergencia reaccionó y separaron a Jinwoo de los brazos de Han Seo. Todo a su alrededor comenzó a volverse confuso y un fuerte zumbido perforó sus tímpanos.
Después todo se volvió oscuro.
Las dos personas involucradas en el accidente fueron llevadas al hospital de emergencia.
Cuando Han Seo despertó su secretario se encontraba con el personal médico. Han Seo no tuvo tiempo de escuchar las explicaciones del médico respecto a un colapsó por exceso de trabajo y falta de sueño.
El secretario Sujin lo llevó hasta la habitación de Jinwoo.
En el momento que estaba por abrir la puerta del hospital, un tirón jaló su cuerpo hacía atrás. [¡Bang!] Un contundente golpe intentó llegar hasta su rostro. Su movimiento fue instintivo y logró esquivar por breves segundos la fuerza que se precipitaba hacía él.
— ¡Bastardo infeliz!
— ¡Sr. Choi! ¡Deténgase! ¡Director general!
El secretario Sujin se interpuso entre ambos hombres, tratando de contener el cuerpo de Choi Sang.
— ¡¿Qué sucede contigo?! ¡Cada vez que Jinwoo está a tu lado sale lastimado! ¿Quieres morir?
— ¡Sr. Choi! Si no puede medir sus palabras, tendré que pedir que salga de aquí. Está en un hospital.
[¡Bang!]
— Lárgate de aquí… Soy el cónyuge de Han Jinwoo, si no te vas… Tendrás mucho que perder. Si usas las concesiones del congresista Choi… Sé que ama a su padre Sr. Choi Sang. No cruces el límite.
Los puños que se tensaron comenzaron a sentirse calientes y unas abultadas venas rodearon el antebrazo que se contenía para responder el golpe.
— … Maldito imbécil… Morirá, Jinwoo morirá contigo a su lado. ¿No te has dado cuenta?
— Sr. Choi… Por favor venga conmigo.
Sujin sostuvo a Choi Sang del hombro. Mientras la puerta de la habitación se cerró violentamente.
— Dile a ese maldito que esto no se va a quedar así.
— De acuerdo, Sr.
El secretario Sujin realizó una sutil reverencia esperando en el mismo lugar hasta que la espalda de Choi Sang se desvaneció.
Los pasos de Choi Sang avanzaron hasta la puerta metálica del elevador, su expresión estaba fruncida. Jugueteó un poco con el celular en sus manos antes de presionar el botón de llamada.
Cuando la pantalla mostró que la llamada estaba siendo enlazada pegó la bocina a su oído.
— Soy yo… Respecto a lo que mencionaste...
El sonido del timbre fue audible y pronto las puertas del elevador se abrieron. En ese momento su corazón se volvió agrio y la sangre comenzó a fluir más rápido por sus venas.
— No, tengo condiciones.
Tan pronto como lo miró, Han Seo avanzó hasta él con una sensación aterradora en su pecho. Sus piernas parecían estar siendo sujetadas contra él piso y su cuerpo comenzó a sentirse pesado, fue como si su corazón estuviera siendo rasgado por unas garras terribles. Han Seo se acercó al cuerpo de Jinwoo que estaba inconsciente sobre la cama del hospital. Había una gran manta térmica cubriéndolo y un dispositivo que emitía una alerta rítmica junto con un auxiliar para la oxigenación.
— Jinwoo…
Su rostro estaba pálido y había gotas de sudor frío sobre la fina piel. La voz temblorosa de Han Seo era tan suave y baja que fue casi inaudible. Han Seo se acercó y besó la frente fría de Jinwoo.
La sensación turbia lo llevó a un vórtice violento que sacudió sus emociones hasta el punto de llevarlo al punto de inicio. Sintió una picazón en la comisura de sus ojos.
— Yo…
Han Seo se lamentó… La tristeza llenó su corazón y no pudo terminar la oración que estaba atorada en su garganta.
Debía de expiar sus errores.
Él había sido el único culpable de todo eso… Si había una víctima, una persona que sufrió sin poderlo evitar era Jinwoo.
‘¿Cómo se supone que debo protegerte?’
La imagen de un Jinwoo muriendo se superpuso con la imagen que tenía frente a él. La sensación de pérdida no abandonó su corazón. Han Seo inclinó su cuerpo, sus rodillas tocaron el suelo y su cabeza se agachó.
— Lo siento…
Pesadas lágrimas comenzaron a correr por su rostro. El arrepentimiento y la culpa llenaron el recipiente que se desbordó dolorosamente. El dolor y la sensación áspera dentro de él terminó por derribarlo.
‘No puedo perderte…’
— Ve… Investiga qué mierda pasó, quiero saberlo todo.
— Señor, nos estamos haciendo cargo de los medios de comunicación. Solicitamos a la administración del parque todas las cintas de seguridad donde se encuentra el director general y el Sr. Jinwoo. Debe descansar, los médicos dijeron que su situación no puede controlarse por más tiempo, de esta manera, habrá severos efectos secundarios.
Han Seo giró su rostro hacia un lado y bajó su rostro. Todo estaba bien, ¿qué diablos sucedió? Había personal de seguridad siempre con ellos. ¿Cómo un perpetrador pudo burlarlos?
— ¿Interrogaste al equipo de seguridad?
— … Si, señor. Lo hice.
— ¿Qué fue lo que pasó? ¿Quién lo atacó?
Una expresión inusualmente titubeante se formó en el rostro del asistente Sujin.
— Eso es… Se interrogó a todo el personal de forma individual… La versión fue la misma, el Sr. Ha Jinwoo saltó por su cuenta.
— ¿Qué?
Han Seo miró con unos grandes y enfurecidos ojos a Sujin. Era la primera vez que los ojos del asistente evadieron la mirada. El hombre que estaba frente a él no podía decirle mentiras. Su compostura se derrumbó, un pesado silencio llenó la habitación del hospital que estaba plagada de aroma a desinfectante. Fue un dolor tan grande que pareció desgarrarlo y sintió que podría volver loco de la gran furia que se albergó dentro de él.
Han Seo suspiró pesadamente, intentando controlar sus emociones. Jinwoo se había lanzado al agua… El cuerpo que sostuvo en ese momento era tan ligero y manejable como el de una muñeca rota.
Toda su mente había colapsado. Su cuerpo comenzó a hormiguear, Han Seo se dejó caer en un asiento cercano a la cama donde estaba dormido Jinwoo y llevó sus manos a su rostro.
Barrió su rostro con sus manos mientras expulsaba un pesado suspiro.
Jinwoo había sido empujado hasta el límite. Aún así era absurdo pensar que podría intentar suicidarse.
— Envía las cintas de todas las cámaras de vigilancia cuando las tengas y…
— Sí, señor.
— … Ah… Trae los papeles del divorcio, llama a Do Yoon y dile que… Eso es todo.
— ¿Desea que llamé a un médico?
Han Seo miró el rostro pálido de Jinwoo, incluso sus labios estaban cubiertos por una suave tonalidad púrpura. Las palabras que se estaban amontonando en su garganta no pudieron salir de su boca. Sus puños cerrados temblaron.
A simple vista su expresión era serena, no parecía estar sintiendo dolor. Eso alivió un poco su torcido corazón.
— El Sr. Jinwoo está bajo los efectos de un calmante. Dijeron que para mañana estará despierto.
Han Seo arrugó su expresión cuando supo que Jinwoo estaba bajo los efectos de calmantes. Su cuerpo era frágil y no toleraba los medicamentos fuertes.
— Debo saber anticipadamente qué medicina le van a prescribir. Nadie puede tocarlo sin que yo lo autorice. Envía a un guardaespaldas Beta para que esté en todo momento con él. Nadie puede permanecer a solas con él. ¿Está claro?
— Sí, señor.
— Eso es todo, puedes irte.
Sujin no respondió, con una ligera reverencia se retiró de la habitación. En el momento que estuvieron solos, el cuerpo de Han Seo comenzó a acalambrarse. Un gemido de dolor se filtró involuntariamente de entre sus labios.
‘Un poco más, sólo un poco más’. Realmente esperaba poder recuperar a Jinwoo y permanecer a su lado por mucho tiempo. Pero algo cambió, Jinwoo tuvo deseos de morir. Era tan estúpido que se dejó cegar por su desesperada necesidad. Lo empujó y acorraló hasta que su última opción fue saltar al abismo.
La sensación vertiginosa que nubló su vista le impidió moverse y sus manos y pies temblaban sin poderlo controlar. Pero todo eso no importaba, ningún dolor podría compararse con lo que estaba reviviendo.
Han Seo sintió que una parte de su mente estaba rugiendo ferozmente. A punto de volverse loco. Sin embargo, podría sacrificarlo todo para no volver a experimentar ese dolor mortal. Incluso su vida no era importante si no podía estar junto a Jinwoo.
Duele.
Era un dolor que lo estaba llevando a la locura.
Cada vez que inhalaba el dolor se agudizaba quebrando su pecho.
Era esa clase de dolor que le era tan familiar en que estallan recuerdos dolorosos dentro de él.
Se sentía como si estuviera envuelto en una capa de hielo que lo quemaba.
Cuando abrió sus ojos, pensó que estaría en un hospital.
— ¿Dónde…?
Era una imagen familiar pero desconocida.
Jinwoo supo de inmediato donde se encontraba, era el campo de tierra esteril y seco donde conoció a un pequeño amigo en el pasado. Pero… Era completamente diferente.
— ¿Qué sucedió?
Jinwoo se percató que vestía un uniforme de paciente de hospital y que a pesar de estar descalzo la sensación del pasto era suave y le hacía agradables cosquillas.
Su mirada se dirigió a la imponente sombra que lo cobijaba. Era la sombra de un gran, gran roble lleno de hojas verdes y frondosas.
¿Había visto alguna vez un árbol tan hermoso? Su pecho se sintió extraño cuando miró ese árbol. Fue como si ya lo hubiera visto en el pasado.
[Chiiiii, chiiii.]
Un sonido chirriante muy suave comenzó a escucharse a lo lejos y el sonido de algo corriendo fue audible.
Jinwoo se acercó un poco más al árbol y notó que había un agujero en el medio.
— No puede ser…. ¿Es tu casa? Pero… ¿Cómo? ¿Cómo si la última vez era solo un pedazo de madera seca?
Jinwoo miró el interior del árbol.
— Wow.
Realmente era el árbol que recordaba, sólo que muy diferente.
— Una familia.
Jinwoo miró unas pequeñas crías de liebre durmiendo cómodamente en una especie de hueco dentro del árbol cubierto por paja, hojas y ramas.
— ¿Realmente hiciste tu casa en un lugar como este? ¿Cómo….? Ugh… ¿Cómo?
Por una extraña razón la imagen frente a él le causó dolor. Era una tierra sin vida, una tierra abandonada donde algo así era imposible. Debe ser difícil conseguir comida y agua en un lugar tan árido. Pero la liebre debió de haber trabajado mucho para cuidar a sus crías.
— Incluso alguien como tú puede tener una familia… ¿No es eso algo injusto?
Se esforzó tanto por proteger a su familia que incluso un árbol muerto se volvió así.
[Chiiiiii…. Chiiiiii.]
Un chillido se escuchó detrás de él.
Cuando giró su cabeza miró que la liebre estaba allí, pero era más grande de lo que recordaba.
La liebre estaba allí, detenida mirando a Jinwoo sosteniendo una gran vara de flor de olivo dulce. Jinwoo sintió su corazón volverse pesado al ver la liebre, el pequeño animal avanzó con la vara y estando a unos pasos de Jinwoo la dejó frente a él.
— …
Su corazón se sintió abrumado por las emociones extrañas que se amontonaron.
Era obvio que esto no podía ser real. Hace unos momentos él estaba con…
— ¿Han Seo?
[¡¡Chiiii, chiii!!]
La liebre emitió un chillido y corrió dentro del agujero en medio del árbol escalando velozmente. Incluso el correr del aire que transportaba una ligera humedad era tan vivido que le resultaba doloroso.
‘¿Qué fue lo que hice?’
Jinwoo recordó sus propias acciones en ese momento. Su cuerpo sintió dolor, no fue en un lugar en especifico era un dolor que lo envolvió por completo.
Recordó los brazos de Han Seo envolviendolo dentro de un suave abrazo y después…
— Es cierto…
— ¿Por qué hice eso…? ¿Sr. Han Seo? ¡Han Seo!
Debía despertar, tenía que decirle que lo lamentaba y que todo había sido un error. Jinwoo no quería morir, no quería hacerlo. Sin embargo, sus piernas parecieron romperse y colapsó. Fue como un bebé ciervo herido por el cazador.
Su cuerpo tembló derrumbado en el suave pastizal.
— Snif… Snif…
Su rostro pronto quedó empapado en un torrente de lágrimas.
Ese lugar… Ese ambiente…
[Chiii… Chiii.]
La liebre que se había marchado pronto chilló de nuevo.
Un extraño roce calentó su frente. Cuando su mirada se elevó pudo ver como la liebre estaba allí, junto a él, pero no estaba sola. Llevaba consigo a una de sus crías.
Jinwoo se movió cuidadosamente aún sin comprender lo que estaba sucediendo. Extendió la palma de su mano frente a la liebre y el pequeño animal dejó caer a su cría sobre ella.
— ¿Qué estás haciendo? ¿Te estás burlando de mí?
[Chiiiii, chiiiiii.]
Jinwoo no comprendió las acciones de la naturaleza. Pero realmente pensó que era irónico. Pensar que una liebre era capaz de dar crías y él siendo un Omega era algo imperfecto incapaz de gestar una vida…
— Supongo que… ¿Qué puedo esperar de un cuerpo como este?
La liebre resopló cuando Jinwoo terminó de hablar. Amablemente acarició al bebé de la liebre con la punta de su dedo y el pequeño animalito se retorció en señal de afecto.
El dolor que sentía le apretaba el pecho y comprimía su corazón.
— Sin duda… Es una bonita familia.
‘Lo es…’
Cuando esa voz familiar que se escuchó a lo lejos se filtró en sus oídos Jinwoo abrió los ojos de golpe.
Lo primero que sintió fue una húmeda sensación en sus ojos y mejillas. Después se percató del aroma a desinfectante y del techo pintado de blanco con una lámpara de largo tamaño colgando.
‘¿Un hospital?’
Se debió de haber desmayado cuando cayó al lago. Pero su cuerpo no sentía dolor, era extraño, su cuerpo estaba con una sensación cálida.
— ¿Estás despierto?
Era la voz de un hombre familiar, pensó que sería un médico la primera persona que vería pero era el asistente Sujin.
— Sr. Sujin, ¿dónde está el Sr. Han Seo?
— El director general tuvo que retirarse primero… Pero me dejó un mensaje para el Sr. Jinwoo
— ¿Qué?
Eso era extraño, estaba seguro que alguien de la personalidad de Han Seo estaría a su lado, no lo dejaría ni un minuto solo. Pero sus pensamientos estuvieron equivocados. ‘¿Estás molesto por mis acciones?’
— El Sr. Jinwoo es libre de regresar al apellido de soltero Kim.
— ¿Qué?
— Las acciones de ediciones Xxxx fueron transferidas a su nombre al igual que el 30% de las acciones del Grupo Han. Puede disponer de ellas como guste, el Sr. Do Yoon fue asignado como administrador temporal para las cuestiones de ediciones hasta que el Sr. Jinwoo disponga lo contrario. También…
— ¿De qué está hablando? ¿Dónde está el Sr. Han Seo?
— Me han pedido que entregue la documentación para concluir con el matrimonio entre el Sr. Jinwoo y el director general. La firma y el sello ya fueron plasmados de antemano, esta es una copia certificada para usted.
— ¿Un divorcio…? ¿Han Seo?
— Tal como lo deseas, eres libre. Fueron las palabras del director general. En unos momentos vendrá la señorita Lee Myeong. Ella estará a cargo de asistirlo en lo que necesita. Ella es una mujer Beta pero es muy capaz
— …
Recordando sus palabras y las acciones que escuchó tan pronto despertó, Jinwoo se sintió miserable. Un dolor punzante, seguido de un hormigueo lo aturdió. Pensó que estaba a punto de desmayarse de nuevo en ese momento.
Unas terribles náuseas comenzaron a empeorar…
[¡Bluagh!]
Fue un error…
¿Han Seo realmente iba a abandonarlo por eso? Su rostro se distorsionó y se llenó de lágrimas, todo su cuerpo se quebró de dolor, ese maldito dolor se estaba volviendo más y más denso, fue como si todo en su interior fuera desgarrado. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que suceder eso? Jinwoo sentía que iba a morir si no hacía algo.
El violento espasmo siguió por mucho tiempo, el médico y las enfermeras entraron para auxiliarlo y cuando volvió a mirar hacia la puerta, la silueta del asistente Sujin ya no estaba.
Y con él su matrimonio con Han Seo había terminado finalmente.
***
[¡Bang!] Un gran puño se impactó contra la superficie plana de la pared. La voz de un hombre resonó a lo alto de la habitación mientras los pasos resonaban por aquí y por allá. A simple vista, parecía que una persona estaba teniendo una discusión consigo misma.
— ¿Acaso te volviste loco? ¡Tomar una decisión así! ¿Quieres morir?
[Realmente… No es como si hubiera pedido la opinión del Sr. Choi.]
— ¡Fue un intento de suicidio! ¿Cómo fue que pensaste que podría sentirse aliviado al escuchar que te divorciaste unilateralmente de él al despertar? ¡Hijo de perra!
[Sólo hice lo que me pidió. De todas maneras, no debes olvidar la razón por la cual estamos teniendo esta conversación.]
Choi Sang se sentó en el mullido sofá mientras que con su mano libre barría su rostro tenso y distorsionado.
— ¿Eres idiota? Creo que lo eres… No poder entender los sentimientos de tu cónyuge. No debes preocuparte por Jinwoo, me haré cargo. Sin embargo, debes entender que lo que él significa para mí es algo diferente de lo que yo significo para él. ¡Está enamorado de ti! ¿Por qué…? Ah… Olvídalo, ¿Qué carajos quieres que haga ahora?
[Minimiza los riesgos, estoy tras la persona que está lastimando a mi Omega. A simple vista, no hay nada para poder hacer grandes cargos. Un historial de transferencias bancarias es algo, pero no es suficiente. Cuanto más cerca esté, más peligro correrá Jinwoo, no confió en ti, pero parece que eres una persona cercana para él. ¿Debo explicarlo con manzanas?]
— ¿No es mejor que se lo dijeras? ¿Por qué se comportan los dos de esta manera? ¡Parezco un consejero! De acuerdo, pero si esto se contrapone con lo que Jinwoo desea hacer… Quedaré en medio de la espada y la pared. No quiero convertirme en un cómplice que termine por afectar aún más su razón.
[¿Desde cuando tienes doble moral? Sabías tu posición desde mucho antes, cuando lo llevaste a los Estados Unidos. Me encargaré de ellos, nadie podrá volver a tocar a Jinwoo, no hay tiempo, entonces debo ser agresivo.]
— ¿Pudiste decirle? Respecto al estado de salud del director general. ¿No creíste importante decirle que estás muriendo?
[... No debes esforzarte de más, estaremos en contacto.]
— Ah… imbécil.
Cuando la llamada concluyó, la maldición no pudo llegar al destino.
Estaba en una situación complicada. No era una persona ciega como para no notar hacia donde se inclinaban los sentimientos de Jinwoo. Su corazón, sus ojos, su aliento. Todo apuntaba hacia ese bastardo.
La noticia del escandaloso accidente del Director General del Grupo Corporativo Han estuvo en los medios internacionales durante un par de días. La información amarillista fue especialmente caótica de este lado del globo terrestre. Donde se especulaba de la identidad de la persona por la que el director había arriesgado su vida.
Y ahora… Un divorcio.
Choi Sang ni siquiera tenía el valor para entrar a la habitación de Jinwoo en el hospital y comprobar el resultado de esa noticia. La mente de Jinwoo estaba en una especie de onda que subía y bajaba inesperadamente. Choi Sang se percató que los estados de ánimo de Jinwoo eran bastante inestables… Si a todo eso le sumaba la condición de su cuerpo. Era natural entrar en una crisis depresiva. Aún así, ¿fue lo suficientemente violenta como para que él intentara acabar con su vida? ¿Quizás ocurrió algo más?
Una situación en la que alguien como ese bastardo fuera capaz de entregar un divorcio que bajo otras circunstancias jamás haría. ¿Qué clase de relación llevaban esos dos? ¿Tenía algo que ver con el bebé que perdió Jinwoo?
Y ahora, ¿cómo se supone que iba a manejarlo? ¿Qué cara o qué palabras podría decir frente a él? Cuando llegó a la habitación de Jinwoo en el hospital, realmente el aire se escapó de sus pulmones y las palabras de consuelo que practicó mentalmente de camino hacia allí se atoraron atropelladamente.
La imagen que vio fue lamentable.
Los restos de un ser humano, un cascarón sin deseos de seguir adelante. Su pecho se estremeció sintiendo lástima por Jinwoo.
— ¿Jinwoo?
Fue la señorita Lee Myeong quien respondió al llamado del nombre de Jinwoo en su lugar.
— Sr. Choi, bienvenido.
— ¿Cómo está?
Jinwoo estaba sentado en la cama del hospital con un rostro sucio, empapado de lágrimas secas que eran barridas por nuevas lágrimas que corrían por sus mejillas. En sus manos estaba sujetando los papeles que le entregó el secretario Sujin, donde estaba la firma de Han Seo y el sello de Jinwoo notificando un divorcio civil. Más abajo estaba el sello del consulado de Corea del Sur.
— Es lo mismo, no ha querido comer y se niega a hablar con el personal médico.
— ¿No ha querido comer?
Lee Myeong negó con su cabeza. Choi Sang miró la habitación, se veía tan vacía y grisácea que realmente le provocaba una incómoda sensación. A pesar de que la señorita Lee Myeong mantenía flores frescas en un pequeño jarrón, la belleza de las flores fue aplastada por el deprimente escenario.
‘Va a morir así’.
Era como si estuviera en medio de dos personas destinadas a morir.
Al ver la condición de Jinwoo, fue como si sus esfuerzos hubieran sido en vano. Fue lamentable y triste. No pudo ni siquiera acercarse, pensó que se rompería si se acercaba más. Choi Sang no pudo leer el papel que estaba lleno de lágrimas y fluidos nasales, pero era obvio lo que era sin siquiera leerlo.
‘Ese bastardo… Si pudieras verlo y saber que lo que hiciste fue como dejarlo morir…’
Estaba nervioso.
Choi Sang se acercó lentamente con un pañuelo húmedo en sus manos y con un cuidado extremo limpió el rostro de Jinwoo.
— ¿Eh…?
Jinwoo parpadeó con su visión nublada por el agotamiento y el estrés mental que estaba sufriendo. Por un momento, una fracción de segundos, sus ojos se iluminaron en busca de la identidad de su oponente. Sin embargo, la luz se desvaneció cuando se percató de la identidad de la mano amiga.
— Soy yo, ¿cómo estás?
— …
Esperar una respuesta fue demasiado optimista de su parte. Pero tras unos momentos de silencio, los labios agrietados de Jinwoo se abrieron.
— Fui abandonado…
Jinwoo volvió a llorar mientras arrugaba el documento en sus manos. Una vez más, su garganta se hizo un nudo. ¿Si eso no es amar a alguien, qué es entonces? Choi Sang nuevamente limpió las lágrimas en su rostro.
— No es así, ¿lo olvidaste? Querías ser una persona libre. Querías probarte a ti mismo que puedes salir adelante por tu cuenta. ¿No es esta una oportunidad de tomar las riendas?
— Yo… ¿Realmente quería esto?
— Si no lo hubieras deseado, no le hubieras pedido el divorcio al Sr. Han Seo.
— …
¿Eso era lo que realmente buscaba? Alejarse de la persona que le provocó todo mal… Entonces, ¿por qué su corazón dolía tanto al punto de que morir era menos doloroso? En el pasado el dolor de la separación no fue así. No era comparable, incluso su mano llena de fuerza al firmar los papeles o cuando envió todo su dinero para cumplir con la cláusula. Todo, todo en su corazón le dolía, fue un dolor insoportable y fuera de ese mundo.
— Me duele… Me duele…
— …
Jinwoo se inclinó y su cuerpo tomó la forma de un huevo.
Lo sabía pero era inevitable.
Lamentarse no servía de nada.
***
— La copia de seguridad fue envíada a su teléfono señor.
El asistente Sujin corroboró que los archivos fueran enviados exitosamente y después notificó a su empleador. Sin responder, Han Seo movió mecánicamente su mano, su dedo se deslizó suavemente por la pantalla y brevemente pulsó sobre el equipo.
Sin decir una sola palabra toda la habitación se llenó de una tensión extraña e invisible.
Han Seo lo miró por unos segundos y después apagó la pantalla del teléfono celular.
No fue capaz de mirar lo que se reproducía en ese momento. Fue un momento que lo llenó de frustración. ¿Su cuerpo era tan pequeño en primer lugar? Lo observó y lo sostuvo en sus brazos, pero sólo hasta que la pantalla en colores grisáceos mostró su silueta fue que se percató de algo evidente.
— Lamento interrumpir, pero el paciente necesita completar el tratamiento.
El médico, que apenas había regresado a la habitación, se inclinó y habló. Estaban en uno de los apartamentos de Han Seo. Llevaba consigo un maletín que se veía muy pesado, lleno de medicamentos.
El secretario Sujin se alejó y permitió avanzar al médico hasta la cama.
— Puede cancelarlo, se pondrán en contacto con usted para agendarlo en otra ocasión.
— ¡Señor!
— Eso es todo, asistente Sujin, acompáñalo a la salida.
— ¡Esto es muy peligroso! ¡Permita el tratamiento!
Las palabras se silenciaron en sus oídos, su expresión se suavizó y las acciones de Jinwoo se quedaron flotando en su mente por mucho tiempo. ¿Qué razón le quedaba ahora? Lo único que sostenía su vida había intentado morir. Entonces…
— Señor. El joven Tae Jun no ha tenido movimientos significativos, estuvo en una gira por Tailandia y ahora se encuentra en el sur de Francia, ¿desea mantener la vigilancia?
— No deben de descuidarlo, sigan como hasta ahora, eso es todo.
— De acuerdo.
¿Qué estaba planeando? Tae Jun era inteligente, no dejó rastro más allá del circunstancial. Aunque fueran a una corte y mostraran la evidencia una sentencia sería poco probable. Su familia era reconocida en el mundo artístico por lo que su estrategia debía de ser más eficiente.
‘Haré que sufras en la misma medida que hiciste sufrir a Jinwoo, cien veces más, mil veces más. Desearás morir’.
Aunque fuera lo último que hiciera en el mundo, haría justicia por Jinwoo. Esa sería su forma de expiar sus pecados.
— ¡¿Te volviste loco?! ¡Tráelo! ¡Tráelo de regreso y suplica su perdón! ¿Cómo pudiste?
— Madre…
— ¿Tu padre? ¿No lo escuchaste? ¡¿Qué carajos se te metió en la cabeza?! ¡Ve por Jinwoo!
— El divorcio fue entregado en la oficina de asuntos civiles, aún si fuera con él, ¿qué se supone que debería hacer? Jinwoo tiene el derecho de decidir su vida. Nunca fue mi intención atarlo bajo un matrimonio… Yo… Me equivoqué.
— ¡Dios mío! ¡¿Te volviste ciego?! ¡Es obvio que le gustas! ¿Has notado cómo te mira? ¿Su sonrisa al verte? Has perdido la cabeza. Vas a arrepentirte, ve y suplica su perdón.
‘Vas a arrepentirte, ve y dobla tus rodillas. Suplica su perdón’.
Las voces del presente y del pasado se unieron en su mente, formando una sola expresión. Realmente, en aquella ocasión, Han Seo se lamentó de no haber hecho caso de aquellas palabras. Deseó haber hecho caso y haber suplicado el perdón de Jinwoo, pero cuando esa compresión llegó a su mente ya había sido demasiado tarde.
Pero en ese momento, la única manera que podría llegar a Jinwoo era haciendo justicia. No la clase de justicia que está en el nivel de la gente común; sino aquella que justifica y asegura el arrepentimiento. Una que solo él podría conseguir.
Fue Han Yeon quien avanzó y envolvió a su esposa en un gentil abrazo, su mano peinó su suave cabello y un beso gentil se depositó en su mejilla.
— Cariño, Han Seo no es un niño. Debemos dejar que tomé sus decisiones aunque estas no siempre sean las mejores. Tiene la experiencia que lo ha venido acompañando a lo largo de su vida. Tu hijo es inteligente, sabe que lo que ha vivido es un indicador importante de las decisiones que debe tomar.
— Cielos, ¿estás seguro que podrás soportarlo? Jinwoo es un buen chico, no es la clase de persona que te encuentras dos veces en la vida, lo presiento.
Las palabras que derramó Han Yeon fueron cuidadosamente seleccionadas, Han Seo era consciente de eso. Fue como una advertencia respecto a mirar el pasado y no cometer los mismos errores.
El pasado…
— ¡Ha!
Han Seo en ese momento sintió como la habitación comenzaba a dar vueltas. El suelo se deslizó hacia el techo y el techo quedó a sus pies. En ese momento, la imagen de sí mismo entregando los papeles del divorcio a Jinwoo se dibujó claramente en su mente.
‘No quiero permanecer más con usted. Es mejor si encuentra un lugar donde quedarse lo más pronto posible’.
¿Qué? No, no… No era posible.
¿Cómo fue posible que cometiera el mismo error dos veces? ¿Cómo pudo hacerle eso a Jinwoo quien estaba hablando palabras de darle otra oportunidad…
La imagen que vio de Jinwoo caminando suavemente, deslizándose suavemente y cayendo al lago, clarificó su mente. A su lado Jinwoo terminaría herido o peor aún, muerto.
Ese fue el motivante para hacer algo que terminó por desfragmentar su ya doloroso corazón. No fue porque no lo amara, por el contrario, lo amaba demasiado. Por eso en ese momento no había nada más doloroso para él que respirar.
— ¡Han!
— ¡Hijo!
Las voces de sus padres se distorsionaron ante un súbito colapso.
***
Algunos días después.
[¿Estás seguro que puedo ir? ¿Confirmaste el divorcio?]
— El divorcio está hecho, ahora tienes que preparar el escenario adecuadamente.
[Está bien. Confiamos en usted, no habrá errores está vez. Sólo asegure que pueda acceder a los datos de la cuenta, será tomado como indemnización por todo el daño.]
— Puedo hacer eso.
[De acuerdo. Hasta pronto.]
La llamada terminó mientras la copa de vino estaba sostenida en la azotea de un restaurante mirando la hermosa e iluminada vista de las calles parisinas. Realmente las cosas fueron inesperadas. ¿Qué había sucedido? ¿Han Seo entró en razón y se alejó de un Omega enfermo? Eso sería demasiado bueno.
Al final, lo importante era que Jinwoo no tenía la protección de la familia Han desde ahora. Era un Omega, como cualquier otro. Bajo las leyes de Corea del Sur un Omega debe tener un guardián, a falta de un guardián Alfa, la familia más cercana era la que tenía la responsabilidad del cuidado del Omega. Esto si era una especie de milagro.
No tenía que gastar miles de dólares en sobornos.
— La suerte está de mi lado.
Dijo mirando la hermosa luna que brillaba en lo alto del cielo nocturno.
Choí Sang estuvo a cargo del cuidado de Jinwoo con dedicación, decidió permanecer en California con la intención de no descuidar su trabajo, y que Jinwoo pudiera tener un tratamiento más especializado en una clínica Omega.
Las instalaciones eran iguales o superiores a cualquier resort de más de seis estrellas y la seguridad era absoluta. Cuando tocó el tema con Jinwoo respecto a tener un tiempo dentro de un espacio de descanso especial, donde podría recuperarse su respuesta fue ambigua. Realmente no dio un —sí—, pero tampoco un —no—. Choi Sang lo discutió con Han Seo secretamente y cuando Han Seo mandó a revisar los permisos, licencias de funcionamiento y la instalación dio su aprobación para poder instalar a Jinwoo allí, todo se convirtió rápidamente en un hecho.
Han Seo le permitió a Jinwoo la emancipación completa, ante el mundo, él tenía los mismos derechos que cualquier otra persona. Fue lo último que hizo por él antes de darle el divorcio.
Jinwoo dio su consentimiento para ser internado y nombró a Choi Sang como su guardián y a la Señorita Lee Myeong como contacto de emergencia secundario. Su nombre no fue registrado formalmente y buscaron un alias para que no hubiera un registro en papel de su estancia allí.
Además Jinwoo podía salir acompañado las veces que quisiera, por lo que realmente no se podría decir que estaba recluido en un encierro. Y a él realmente no le importaba mucho lo que sucediera en el exterior.
Cada semana tenía una sesión de dos horas con un psiquiatra y después de eso se le dio un calendario de actividades con la intención de poder recuperarse de su depresión crónica.
Pasaron así dos semanas, hasta que el psiquiatra llamó personalmente a Choi Sang y le pidió tiempo para hablar con él respecto a Jinwoo.
— ¿Qué tan malo es?
— No, realmente no es algo que se pueda clasificar como bueno o malo, el paciente tiene altibajos emocionales. No desea interactuar con nadie y recientemente hacerlo hablar ha sido cada vez más difícil. Le llamé porque quiero discutir algunas alternativas.
— ¿Qué alternativas?
La sugerencia del doctor era administrar medicamento antidepresivo a Jinwoo. Sin embargo, Han Seo había advertido a Choi Sang que el cuerpo de Jinwoo no respondía bien a medicamentos agresivos. Por lo que esa opción estaba fuera del margen tolerable.
— No, de ninguna manera. Debe de haber otra forma.
— A menos de que busquemos la manera de que el paciente no se aísle, me temo que es lo único que puedo ofrecerle. De lo contrario, podemos ir retrocediendo hasta presentar un caso de alucinaciones o trastorno de la memoria… Debe de decidir lo antes posible.
— Buscaré una solución, mientras tanto, no hay permiso de modificar los medicamentos.
— De acuerdo.
Choi Sang salió de la habitación del médico e inmediatamente su teléfono comenzó a emitir un zumbido. El nombre del director general del grupo Han flotaba en la pantalla del móvil.
— ¿Me estás vigilando?
[¿Qué sucedió? ¿Por qué fuiste a la clínica cuando no era día de visitas?]
— Vaya, me sorprende que no tengas intervenido el teléfono para espiar mis llamadas.
[…]
— Jinwoo no está mejorando, se rehúsa a interactuar con las personas y no quiere hablar con nadie, el médico sugirió hacer un cambio en los medicamentos, pero fue rechazado.
[Jinwoo no puede soportar…]
— ¡Basta! He sido tolerante con esto, pero a menos que vengas y te hagas cargo de tu desastre no escucharé más. Jinwoo está sufriendo por tu causa, tú estás muriendo por su causa. Deja de joder y ven por él. Si no tienes la capacidad de hacerlo, no estés jodiendo mi día.
[…]
Choi Sang terminó la llamada unilateralmente.
— Ah…
Un suspiro largo y exhausto salió por sus labios. Realmente no tenía la menor idea de cómo lidiar con dos personas idiotas.
‘No hay opción… Un loco podrá controlar a otro loco’.
Choi Sang, admitiendo su derrota buscó dentro de su libreta de direcciones hasta encontrar el nombre que buscaba y presionó el botón de llamada.
El sonido de espera se escuchó por bastante tiempo. Incluso llegó a pensar que la llamada no sería enlazada, pero en poco tiempo una voz familiar se escuchó por el auricular.
[¡Choi Sang! ¡Choi Sang! ¡Ha pasado algún tiempo!]
— Es bueno saludarte, llamo porque necesito un favor de tu parte.
[¿Es por lo que me comentaste la vez pasada? ¿Cómo está el chico?]
— Es mejor que vengas y lo veas por tu cuenta.
[De acuerdo. Nos veremos pronto. ¡Ah! ¿Al chico? ¿Le gustan las cosas dulces?]
— Realmente… Tiene un gusto peculiar, pero estoy seguro que sí.
[¡De acuerdo! ¡Nos veremos muy pronto cariño!]
— ¡¿Cariño?!
[Muaaaa.]
Antes de que pudiera responder, la llamada había finalizado. Choi Sang se quedó por unos momentos de pie en su lugar pensando si habría sido buena idea llamar a Mike.
Mike Miller. Era un Omega dominante que conoció cuando se mudó a los Estados Unidos. Ambas familias eran realmente muy amigas y Mike quedó enganchado de Choi Sang en el momento en que lo conoció.
Choi Sang no pudo adaptarse a la personalidad occidental de Mike. No importaba lo mucho que lo intentara Mike, por decirlo con un calificativo era una clase de persona extrema, ni siquiera podría decir que era un Omega viéndolo a simple vista.
Mike Miller era un joven que trabajaba con veteranos de guerra. Concretamente en terapia de rehabilitación para soldados con amputación en extremidades que provocaron la baja permanente del ejército.
Rondaba por los 30 años y ya había participado en encuentros de rehabilitación neurosensorial para veteranos con prótesis controladas a nivel neuronal. En una situación desesperada donde su juicio estaba nublado por sus emociones. Quizás alguien más podría ayudar a Jinwoo.
Era su última carta. Si Mike no podía ayudar a Jinwoo lo llevaría arrastrando a Corea y lo pondría junto al bastardo de Han Seo.
Ahora, sólo tenía que buscar la mejor manera de presentarlos.
***
Jinwoo se vistió con unos jeans flojos azul degradado y una sudadera color gris con sandalias para interior. Su cuerpo se sentía pesado, pero realmente había perdido bastante peso, su rostro se veía tan fino que parecía a punto de romperse.
Caminó por los pasillos de la estancia hasta llegar a una zona de jardín donde había mesas, bancas y tapetes sobre los pastizales por todos lados. Avanzó y se sentó en una de las mesas que estaban allí al azar.
El día soleado era doloroso para sus ojos que atesoraban la oscuridad. Gracias a las grandes sombrillas que estaban sobre las mesas, los rayos del sol no lo golpearon directamente. Pero la luz del sol eran demasiado dolorosas de soportar.
— Vaya, ¿estás aquí? ¿Quieres un poco de té de frutos secos y flores?
Una empleada de la clínica se acercó hablando gentilmente, su expresión radiante hizo que el rostro de Jinwoo se distorsionara. Todos los empleados eran esa clase de personas perfectas y radiantes.
— … Umm… Está bien.
— De acuerdo, te buscaré algo dulce.
— ... Gracias.
La empleada se retiró y Jinwoo suspiró aliviado. La sensación de tener que mostrar su patético rostro a otros le resultaba desagradable. Jinwoo recordó las palabras de la señorita Lee quien le pidió que asistiera a las 12:00 en punto a ese lugar.
No había relojes a la vista como para asegurarse de que la hora era correcta, pero instintivamente pensó que lo sería. Una hora, media hora, tres horas. El tiempo se volvió ambiguo estando allí.
Eso se siente estar vacío.
— Hola.
— ...
Jinwoo permaneció perdido en sus pensamientos pensando que la voz poco familiar estaba hablando con otra persona. Sin embargo, cuando llegó no parecía haber más gente allí. Sí notó a más pacientes y familiares cerca, pero no tanto.
— Si, te estoy saludando a ti. Mucho gusto.
— ...
Un joven de cabellos grisáceos y tez ligeramente bronceada se acercó a él, era una persona americana, eso era seguro. Unos hermosos ojos verdes lo miraron. El joven lo miraba con una gentil sonrisa, su rostro era radiante y resplandeciente. Vestía unos short playeros con unas palmeras verdes y tablas de surf azules impresas en la tela, una playera color rosa intenso con piñas por allí y por allá impresas. Sus muñecas tenían varias pulseras tejidas. ¿Un Alfa? Jinwoo se estremeció, pero después cayó en cuenta de que en ese lugar no se permitía el acceso a personas desconocidas y si un familiar Alfa entraba no podía permanecer solo. Personal de seguridad debía monitorear su visita.
Cuando los pensamientos racionales ocuparon su mente, la expresión tensa de ese momento se relajó.
— Mi nombre es Mike Miller, Hola.
— … Hola.
Mike se sentó en la misma mesa de Jinwoo sin esperar una invitación. Jinwoo lo miró con ojos muy abiertos, ¿Esa era la personalidad de los americanos? No lo sabía, había conocido a muy pocas personas por lo que no podía decir si algo así era normal. Aunque si estuviera en Corea, definitivamente no sería algo educado.
— Oh, no pongas esa expresión. Estoy aquí porque Choi Sang está preocupado por ti y cree que quizás te sentirías mejor hablando con alguien como tú.
— ¿Alguien como yo? Dices… ¿Choi Sang te pidió venir?
Mike sonrió radiantemente a Jinwoo que mostraba su rostro distorsionado.
— Soy un Omega, como tú. ¿No es desafortunado? Soy inteligente, muy guapo, rico y aún así las personas que me conocen y descubren que soy Omega muestran esa expresión.
— ¿De qué estás hablando? ¿Por qué crees que voy a aceptar conversar contigo?
— Oh, cierto…
Mike abrió los ojos con sorpresa, como si hubiera recordado algo en ese momento. Inclinó su cuerpo y sostuvo una bolsa de papel que estaba en el piso. Jinwoo no se había dado cuenta de que la bolsa de papel estaba allí. De ella sacó una caja y la puso sobre la mesa.
— ¡Pastelillos coreanos! ¡Difíciles de conseguir! ¿No soy un tipo genial? Si Jinwoo quisiera ser mi amigo sería genial compartirlos. Pero si quieres ser una masa humana deprimida… ¡Me los comeré todos!
— ¿Todos? Son demasiados… ¿De verdad puedes comerlos todos?
Mike sonrió como si hubiera escuchado un reto de resistencia. Amaba los retos.
— ¿Quieres probarme? Puedo comerlos todos y seguir.
— ¡No es posible! ¡No sería humanamente posible!
— ¡Intentémoslo! ¿Veamos cuantos puedes comer tú y cuantos yo. ¿Vas a huir de un reto tan delicioso?
Jinwoo lo miró con ojos incrédulos.
— Supongo que para un coreano como tú debe ser difícil comer estos pastelitos tan ricos.
— ¿Qué dijiste?
Mike notó esa sutil chispa de furia que se prendió en los ojos de Jinwoo. La estimulación fue correcta y la respuesta también fue la esperada. Una caja adicional fue puesta frente a Jinwoo y cada uno comenzó a devorar pastelillo a pastelillo.
Se podían escuchar los sonidos de devorar de los dos chicos. Una de las empleadas llevó dos tazas de té, después de un rato, llevó nuevamente una tetera que dejó allí.
Un pastelillo, dos, tres, cuatro, cinco pastelillos.
Jinwoo sintió que la azúcar en su sangre comenzó a nublar sus ojos y su cuerpo se sintió pesado y somnoliento.
Definitivamente estaba en su límite.
Sus ojos miraron a su oponente. Mike estaba por el séptimo u octavo pastelillo y se chupaba los dedos llenos de merengue como si nada. Esa era una derrota declarada.
— No puedo… Mi estómago va a explotar… Owww… Comí demasiado. ¿Por qué hice esto?
— Ja,ja,ja. ¿No fue algo delicioso? Realmente comiste mucho considerando tu talla. Ja, ja, ja, es divertido comer pastelillos.
— Ja, ja. Estas demente. Claro que no es divertido.
Sin ser consciente de sus acciones una sonrisa se dibujó en ese pálido rostro y una sutil carcajada fue audible.
Una persona no va a formar lazos con otra sin un lazo emocional. Los terapeutas son buenos en su trabajo cuando logran enganchar la confianza de sus pacientes y no pierden la objetividad. Pero Jinwoo era un paciente complicado porque no era sencillo conectar con él.
Mike no era un terapeuta de ese tipo.
Simplemente utilizó la misma estrategia que usaba con los veteranos de guerra que perdieron alguna parte de su cuerpo, solo que la adaptó a Jinwoo. Jinwoo no perdió una extremidad, por lo que escuchó anticipadamente de Choi Sang qué Jinwoo estaba pasando por un divorcio, tenía depresión crónica y habia señales de un aborto.
No era necesario para saber que lo que Jinwoo perdió fue el significado del amor en sí mismo. Cuando todo lo que amas te abandona, naturalmente te cuestionas si el amor huye de ti. El propio Mike lo sabía bien. Ahora entendía un poco mejor el motivo por el cual la terapia no estaba siendo exitosa.
No puedes meter una persona a una lavadora, sacudirla, meterle ideas nuevas en la cabeza y pensar que todo va a estar bien.
La persona frente a él estaba completamente vacía, sin nada que diera significado a su mundo. Suspirando suavemente. Mike comprendió en poco tiempo que Jinwoo realmente tenía un diagnóstico depresivo, fuera en ese momento o no, un intento de suicidio era algo que iba a detonar tarde o temprano.
— Si, bueno… También siento que mi estómago va a reventar, ja, ja, ja. ¿Te parece bien dejarlo en un empate?
Jinwoo miró al chico frente a él y rió como si fuera una cosa absurda sus palabras.
— De acuerdo.
Jinwoo sostuvo la taza de té que era de un plástico resistente y bebió un sorbo de líquido.
Mike lo miró riendo mientras dejaba el pastelillo a medio comer y se quejaba sobando su estómago plano.
— ¿Por qué trajiste dos cajas de pastelillos en primer lugar?
— Uff, realmente estoy lleno de comida. Ah, quería comer con Jinwoo pastelillos. Vine preparado con otra caja por si mis expectativas eran superadas. Ouch, mi estómago.
— ¿Quieres morir? ¿De verdad?
— Si, de azúcar en la sangre quizás… ¿No fue genial?
— ...
Realmente estaba a punto de decir que sí. Fue genial tener ese instinto de competencia y su boca hormigueaba del dulce sabor. Probablemente no volvería a comer pastelillos en mucho, mucho tiempo, pero la sensación fue agradable.
— Creo que voy a vomitar…
— ¡Eh! ¡No, no!... Aquí, la bolsa.
Alarmado, Mike miró a su alrededor y cuando notó la bolsa de papel inmediatamente se la extendió a Jinwoo.
[¡Bluagh!]
Cuando el violento espasmo fue audible una de las enfermeras que estaba a una distancia cercana se acercó rápidamente auxiliando. Mike trató de reprimir una carcajada. Mirándolo de ese modo era tierno. ¿Si, era un Omega diferente a él por completo? ¿Fue ese lado ingenuo lo que llamó la atención de Choi Sang? Mike lo comprendió.
— ¡Joven Han! ¡¿Qué sucedió?
— Creo que su estómago se llenó, traje de regalo unos pastelillos. Son muy sabrosos y comimos demasiados.
Los ojos de la enfermera lo miraron sorprendida. Jinwoo era un paciente que estaba reacio a comer y este joven terapeuta había dicho que comió demasiado.
— ¡Muchacho! ¡¿Por qué permitiste eso?!
La enfermera lo fulminó con la mirada, después de que los espasmos disminuyeran. La enfermera le extendió un pañuelo a Jinwoo para que limpiara su rostro.
— Vamos, te llevaré a tu habitación.
— No, espere… Ah, ¿puedes esperar un poco? Voy a limpiar mi boca.
Jinwoo miró a Mike que tenía una expresión de que estaba reprimiendo una carcajada. Mike asintió sin ser capaz de hablar y Jinwoo fue a la habitación con la enfermera.
Mike sacó su teléfono celular y enlazó una llamada.
[¿Pudiste conocer a Jinwoo? ¿Cómo fue? ¿No fue eso demasiado rápido? ¿Qué sucedió?]
— ¡Wow! Calma my sweet honey. Tu pastelillo dulce está bien. Comió bastantes pastelillos y fue a lavar sus dientes ahora. Sólo llamaba para decirte que todo salió bien. No te preocupes por tu cariñito.
[Ah, ¿hasta cuándo me pondrás esos apodos tan ridículos?]
— ¿Vas a aceptar salir conmigo y me ofrecerás tu amor incondicional?
[¡Santo Dios! ¡No! Toma en serio tu trabajo. Por favor. ¿Por qué tengo que estar rodeado de gente así?]
— Porque eres adorable Choi. Te llamaré después. Nos encontraremos cuando termine aquí. No vayas a huir de mí.
[Lunático.]
Mike se burló de Choi Sang. Su personalidad recta y propia siempre le resultó tan divertida que le fue imposible no burlarse de él en el pasado. Realmente era un Alfa más que perfecto para cualquier estándar. Pero por alguna razón, la persona que a Choi Sang le gustaba no correspondía sus sentimientos. ¿Era una especie de Karma?
— Estúpido…Mike conversó de trivialidades con Jinwoo por un rato más. Hablaron sobre pastelillos, el clima, una famosa serie de fantasía con criaturas y personajes mágicos. Incluso Mike le enseñó el corto del siguiente estreno de la serie y los ojos de Jinwoo brillaron.
Fue un momento donde su objetivo era indagar en la personalidad que estaba enterrada en lo más profundo. Esa personalidad que estaba más abajo, sepultada bajo toda esa tristeza.
No presionó, no fue más allá, siguió el ritmo de Jinwoo y Jinwoo respondió como lo había esperado. Una persona vacía responde bien a interacciones superficiales que no tienen un trasfondo emocional. Mike no tocó temas sensibles o cosas profundas. Sólo conversaron, una charla que tienes con una persona que acabas de conocer. Hizo que Jinwoo pensara así.
Al igual que una persona que pierde una pierna, Jinwoo perdió la capacidad de expresar sus emociones, perdió la fé y confianza. Pero logró que lo que en un principio eran respuestas cortas como —sí y no— fueran respuestas que llevan implícito algo de su identidad.
Tenía lo suficiente para diseñar una rehabilitación suave con él sin que se diera cuenta. Fue bueno. Y Jinwoo le agradó en verdad.
Ambos chicos conocieron a una persona amiga ese día.
***
[Bien, que bueno que te contactas conmigo, aún no he hecho el movimiento porque la clínica donde tienen al chico no permiten visitas no registradas. ¿Por qué no me lo dijiste de antemano?]
— ¿Debo decirte todo? Eres su guardián, solo debes mostrar ese pedazo de papel.
Tae Jun comenzó a desesperarse. Realmente esas personas eran menos que adecuadas.
[¿Estás seguro que no habrá ningún problema? Fui al banco y para el control de cuentas ese niño debe de renunciar a la emancipación que le dio el Alfa.]
— Sólo debes obligarlo a firmar y eso es todo, debo de colgarte.
Tae Jun descendió del auto donde viajaba.
***
Eran las altas horas de la noche cuando entró al estudio de su padre.
Caminó y miró las fotografías familiares.
Fue un panorama cálido y acogedor, siempre fue así, en todo este tiempo no pudo crear una fotografía como esa con Jinwoo.
El tiempo había transcurrido rápidamente y se lamentó de no poder pasar el año nuevo a su lado.
Eran apenas unas semanas y parecía que los años pesaban sobre su corazón.
Se sentó en la silla. Hundido en sus pensamientos.
El teléfono vibró en ese momento. Era el asistente Sujin, su cabeza le palpitaba con fuerza por lo que dudó en responder durante unos segundos. Sus ojos se quedaron viendo la pantalla del teléfono.
Después de un tiempo el teléfono dejó de sonar. Sin embargo, tras pensarlo por unos momentos, decidió que realmente toda esta situación era absurda.
‘Haré bien las cosas, le daré tiempo y después me confesaré. Iré a su paso’.
Un sutil zumbido sonó, fue un mensaje de texto. Han Seo miró con ojos escépticos el mensaje.
[Ha pasado algún tiempo Han Seo, estoy en Corea por un concierto especial, estás invitado a mi presentación especial, será en el teatro XXXX, sólo tienes que dar tu nombre al personal, eres mi único invitado VIP, te envió el día y la hora.]
— Increíble…
Han Seo miró las fechas en el mensaje, dentro de dos días. Hoy era jueves. Entonces, la presentación sería el sábado. Han Seo estaba por borrar el mensaje de texto. Sin embargo, en ese momento se detuvo pensando algo en su mente.
Después de varios minutos en silencio, respondió el mensaje.
[Ha pasado algún tiempo, consideraré asistir.]
Si quería jugar, jugaría… Pero en esta ocasión sus cartas ya estaban sobre la mesa.
***
— ¿Eh? ¿Por qué estás otra vez aquí?
— ¡No es genial! Ya que Jinwoo comió mis pastelitos, entonces ahora es mi amigo.
Jinwoo miró incrédulo a la persona que estaba frente a él. Mike Miller, con una gran sonrisa en su rostro se encontraba actuando como si fueran amigos cercanos.
— ¡Es hora de irnos! ¡Es un gran día para ir a la playa!
— ...
Jinwoo abrió sus ojos de par en par, ¿la playa? ese lugar lleno de arena con una gran extensión de agua. Por unos momentos, su rostro se quedó pálido silenciosamente. No, eso estaba en el pasado, ¿no era una tontería estar atrapado siempre dentro de sus miedos?… Jinwoo inclinó su rostro, la última vez que estuvo en el agua, Han Seo… ¿Qué había sucedido? Tenía recuerdos borrosos, estaban caminando dentro del parque nacional. Podía sentir un calambre en sus nalgas y sus piernas temblorosas. Estaba muy cansado, en ese momento, mirando el hermoso rostro de Han Seo siendo iluminado por la luz… Fue como caer en un hechizo, sus largas pestañas se movían suavemente por el viento frío. Sus ojos brillaban y su rostro parecía haber sido esculpido por un gran artesano. Cuando se dio cuenta, sus labios ya estaban unidos a los de Han Seo.
Su mente no se detuvo en pensar en lo que hubiera sucedido de haber estado a su lado aquel día desafortunado. ¿Cuál fue el resultado? ¿Qué ganaría con actuar de forma egoísta? Realmente deseó escapar de nuevo, dio por sentado que Han Seo no sería capaz de llegar a él.
‘Parece que nuevamente estoy equivocado’.
Durante unos días su tranquilidad fue abrumadora.
Junto con la señorita Lee Myeong, accedió a ir a la playa con Mike. Su cuerpo fue cubierto por una enorme capa de bloqueador solar y una gran sudadera color gris oscuro con capucha cubría su rostro, Mike le prestó sus gafas de sol para que sus ojos no se lastimaran.
— Pfff… Luces ridículo.
— No me gusta el sol, ni el mar, ni la arena… Lo detesto.
— Si, bueno… Iré con unos amigos… Oh, descuida, la mayoría son Beta. Puedes vernos surfear mientras comes la deliciosa comida que preparé para ti.
— ... ¿Iremos con muchas personas?... No me siento cómodo entre la multitud.
Mike Miller era un Omega, eso fue una gran sorpresa. Era extraño ver a un Omega con la complexión de un Beta o incluso un Alfa. ¿Era por practicar surf que sus músculos tomaron esa forma? No, había algo más, Jinwoo miró esa sonrisa, era tan brillante y coqueta… Incluso su personalidad era tan radiante… ¿Por qué carajos tuvo que conocer a un Omega así? ¿Era una burla?
— Iremos con Jinwoo, también nos acompaña Emma, ella tiene un mal carácter… ¡Ten cuidado o te comerá! Noah fue mi compañero de cuarto cuando estaba en el servicio y Lucas… ¡Ah! Lucas es un Alfa, pero es un tipo bastante agradable.
Jinwoo miró de reojo a la señorita Lee Myeong, ella sonrió suavemente y asintió con su cabeza.
— Si el señor Jinwoo quiere ir puede hacerlo, me mantendré a una distancia prudente para no incomodar.
— ¡Okey! ¡Let's go!
— ¿Eh?
De esa manera, Jinwoo fue arrastrado dentro de un Jeep color rojo chirriante con estampillas extravagantes por toda la carrocería.
El ambiente fue agradable mientras Mike conducía por la carretera que estaba a la orilla de un hermoso mar siendo sacudido por olas enormes.
Jinwoo supo en un momento durante la conversación que Mike vivía en un distrito residencial cerca de una playa llamado Bal Harbour, Mike llevó a Jinwoo a una zona al norte de Miami donde había un centro comercial. Pasaron por las tiendas mientras Mike escogía ropa y accesorios por aquí y por allá. ¿No le resultaba algo familiar? Jinwoo estuvo en una situación similar… Con el señor Han Seo en el pasado.
‘Oh, vaya… Ahora que lo recuerdo…’
El reloj, Jinwoo había comprado un reloj para el señor Han Seo, pero por alguna razón no pudo entregarlo. ‘Ya estamos divorciados de todos modos, ¿Qué caso tendría hacer un regalo insignificante?’ En ese momento algo extraño captó su mirada dentro de una de las tiendas donde Mike estaba seleccionando cuidadosamente un par de trajes de baño. Era un prendedor con la forma de una piña, Jinwoo sonrió para sí mismo al recordar el absurdo atuendo que el señor Han Seo usó durante su estancia en el barco.
Miró a la empleada detrás del mostrador y le habló suavemente.
— ¿Excuse me?
La empleada diligentemente sacó el prendedor que venía acompañado de su caja. Realmente le gustaba.
— I'll take it.
La empleada le sonrió a Jinwoo y envolvió su compra, para su sorpresa ese prendedor solo costaba 100 dólares. ¿No era absurdamente costoso? En ese momento se percató que no tenía billetera. Pero antes de que pudiera sacar su teléfono celular para abrir la aplicación de pago electrónico, la señorita Lee Myeong estaba a su lado sonriendo gentilmente con algo en sus manos.
— Esta es la billetera del Sr. Jinwoo, también hay una tarjeta Black disponible para usted dentro.
Jinwoo sostuvo su billetera y se percató que su tarjeta bancaria original estaba en uno de los espacios de la billetera y abajo estaba una tarjeta completamente negra con bordes metálicos que no recordaba…
— ...
Jinwoo sacó su tarjeta bancaria y se la entregó a la empleada de la tienda. La empleada la recibió con ambas manos y la pasó por un lector de tarjetas de pago bancario.
— Lo siento señor, pero me dice que está tarjeta se encuentra bloqueada.
— ¿Qué…?
Eso era imposible… ¿Un error por inactividad? ‘Puedo llamar al banco después para pedir más información’. Jinwoo miró nuevamente su billetera. Una sensación incómoda revuelve su estómago. No era necesario preguntar por la persona dueña de esa tarjeta… ‘Ya que…’ Jinwoo sacó la tarjeta black y se la entregó a la empleada, al mismo tiempo que le devolvía la suya propia.
— Muchas gracias por su compra.
La empleada concluyó con la transacción y le regresó la tarjeta a Jinwoo. En ese instante, sintió unos brazos extraños sobre su cuerpo.
— ¡Jinwoo! ¿Qué compraste? ¡Woow! No sabía que Jinwoo era alguien tan rico, ¿una tarjeta black? ¡Tengo un amigo multimillonario!
— ¡Ah!
Mike abrazó a Jinwoo por atrás mientras sonreía mirando el pequeño paquete envuelto.
— ¿Qué has comprado? Oh, está envuelto como un regalo. ¿Piensas dárselo a alguien en especial?
— ¿Qué? No… Yo…
¿Por qué carajos compró ese prendedor? ¿Fue porque le trajo un recuerdo con el señor Han Seo? Miró el artículo envuelto, definitivamente la empleada le había preguntado si era un regalo y él respondió —sí—. sin pensar realmente en lo que le estaba hablando en inglés.
— No… No es nada importante.
Jinwoo le entregó el paquete a la señorita Lee. No era algo que fuera con su estilo en particular… Realmente, fue un regalo pensado para una persona en particular. Pero, aún cuando quisiera entregárselo, era imposible contactar con Han Seo.
Mike lo supo desde que lo vio mirando ese prendedor, la persona en la que Jinwoo pensaba. No tenía información respecto al Alfa que fue compañero de ese chico, pero era obvio con tan sólo mirarlo.
Se veía realmente deprimente, era como un ente que simplemente estaba allí, vagando desperdiciando el espacio de su existencia. Sin embargo, algo pasó por su mente que provocó que ese rostro deprimido se iluminara por unos momentos.
— ¡Eh!
— ¡Vamos a que Jinwoo se cambie de ropa! No pensaste que permitiría que estuvieras con ese atuendo tan caluroso, ¿o sí?
— ¿Qué tiene de malo? ¿Por eso compraste todo esto?
Dijo Jinwoo señalando hacia el montón de más de 20 bolsas de papel con logotipos de marcas famosas impresos.
— ¡Si! ¿No es genial? Podrás escoger lo que más te guste. Fue una suave respuesta que llegó acompañada de una suave sonrisa. Mike añadió mientras caminaban dentro de las instalaciones de lo que parecía un Beach Club corriendo como un loco. — ¡Vaya! ¡My Honey! ¡I´m here!
Mike abrió los ojos lo más grande que pudo y sonrió avanzando hacía una persona en particular que le resultaba muy familiar.
— ¿No es esa persona Choi Sang?
— ¡¿Qué demo…?! ¡¿Por qué siempre tienes que hacer eso?! ¡Suéltame!
— ¡Te soltaré si me das un beso!
— ¡¿Estás demente?! ¡Estamos rodeados de personas! ¡Suéltame ya!Mike abrazó a Choi Sang de la cintura y lo elevó unos centímetros, provocando que sus pies flotaran en el aire. ‘Wooow’ Realmente Mike era una persona con mucha fuerza, Choi Sang era un Alfa, su cuerpo no era delgado, durante el tiempo que vivió con él, Jinwoo se percató que era una persona que cuidaba su aspecto. Ver a un Alfa siendo elevado de esa manera por un Omega… Era algo que jamás había visto, pero realmente no fue una imagen nada desagradable.
Los sujetos que permanecieron inmersos en su interacción cotidiana se giraron cuando una carcajada sutil se filtró en sus oídos mezclada con el bullicio de la gente y la música. Pero ambas personas podían identificarlo perfectamente.
— Bájame ahora, esto no fue lo que conversamos. Anda.
— Lo haré porque eres muy lindo, honey.
Suspirando para sus adentros, Choi Sang fue soltado finalmente por Mike. Cuando avanzó hacia Jinwoo, se detuvo unos momentos mirándolo de la cabeza a los pies. Después miró a Mike con una expresión de desaprobación completa.
Mike solamente se encogió de hombros y después señaló las bolsas que estaban a unos centímetros de Jinwoo.
— Si, ya me estoy haciendo cargo.
— Choi Sang… ¿También estás aquí?
Jinwoo lo miró como si estuviera realmente feliz de verlo allí en ese momento. Choi Sang asintió mientras recogía las bolsas a los pies de Jinwoo. Jinwoo se percató en ese momento que Choi Sang estaba vestido con unos short playeros al igual que Mike, sólo que a diferencia del tono llamativo de los pantaloncillos cortos de Mike, los de Choi Sang tenían un color azul oscuro y su camisa de manga corta era de un tono blanco con pequeños pingüinos impresos en ella. Se veía tan diferente a como normalmente estaba acostumbrado a verlo.
— Si, ¿no es una genial coincidencia? ¿Vas a cambiar tus ropas? Vamos, hay una zona con cambiadores justo a la salida de la playa.
— ¿No puedo permanecer así?... Realmente odio el sol y la arena de la playa.
— ¡Absolutamente! My Dear, no podemos permitir que alguien tan bonito como tú, vaya con esa ropa tan deprimente, ¡Let´s go!
— ...
— ...
No había forma de quejarse frente a esa persona llamada Mike Miller. Tuvo que hacer lo que le pedía una y otra vez. Jinwoo estaba agotado de tener que probarse todos los conjuntos hasta que tanto Mike como Choi Sang estuvieron de acuerdo.
Finalmente, todos parecían satisfechos con un conjunto de pantalones cortos en colores verde, azul y rosa pálido, con unas sandalias color gris y una camiseta de manga corta con una capucha de color blanco. Jinwoo se sintió realmente cómodo.
El bar al que caminaron después de su improvisada pasarela estaba en el exterior de una terraza. Jinwoo no podía acostumbrarse al sonido del ambiente ruidoso y todas esas personas yendo y viniendo. Mike tomó su mano mientras avanzaban para que se sintiera más seguro.
Había muchas personas, todas ellas estaban conversando de cosas que no podía entender claramente y otras estaban bebiendo mientras brincaban y bailaban. Justo al final, estaba una chica con unos grandes auriculares rosas moviendo sus manos sobre una consola llena de botones. ¿Qué era eso?
Pasaron por la zona del bar y descendieron por unas escaleras de madera. Frente a él, una gran extensión de arena que tenía de fondo un gran océano color azul intenso.
— ¡Mike! ¡Choi! ¡Por aquí!
Los nombres de esas dos personas sonaron fuerte y claro, Jinwoo giró su cabeza hacia la enorme sombrilla que estaba en la arena. Dos personas estaban allí, una estaba sentada en la gran mesa de madera y la otra estaba de pie vistiendo un traje de baño de dos piezas alzando su mano.
— ¡Emma! ¡Noah! ¡Hemos llegado! Tengo a alguien a quien quiero presentarles, él es Han Jinwoo, es un Omega, ¿no es lindo?
— ¡Wooow! ¡Soy Emma! ¡Es un gusto conocerte! Vaya, tienes unos ojos realmente lindos.
Emma se acercó a Jinwoo, se acercó tanto que parecía que iban a rozar sus mejillas. Después… Sintió como la mujer de cabellos rubios que se deslizaban de una gran cola de caballo lo besaba en ambas mejillas.— ¡Oye Emma! No lo beses. ¿No sabes que para ellos es invasión de su espacio personal?
Fue un joven que estaba sentado hace unos momentos el que reprendió a la mujer. Dejó su larga bebida de un color rosa extraño y avanzó para darle la mano a Jinwoo.
— Soy Noah, mucho gusto. Mike nos habló de ti antes, un chico lindo que cayó del cielo. ¿Quieres tomar algo? ¿Vas a surfear con nosotros?
— ¡La comida! Diablos… ¡Honey! Ven conmigo, olvidé los bocadillos… vamos.
— ¡¿Qué?! ¿Por qué no vas…?
— Vamos… Ahora.
Mike le mostró una mirada tenaz a Choi Sang mientras sostenía su brazo y lo arrastraba hacía el exterior… Jinwoo miró a su alrededor buscando a la señorita Lee Myeong. No le gustaba quedarse solo y mucho menos en lugares tan llenos de gente. Después de mirar y mirar por algún tiempo una mano se extendió a una distancia no tan lejana ni cercana a él. Era la señorita Lee. Jinwoo suspiró aliviado mientras veía a la asistente Lee allí.
Emma jaló el brazo de Jinwoo y lo llevó hasta la mesa, contrario a lo que pensó. El clima no era tan malo, el aire era fresco por la briza marina y la arena no estaba tan grumosa, era muy suave.
— Siéntate con nosotros, ¿te gusta beber? ¿Puedo pedir algo por ti?
— Oh… No, no tomo alcohol, gracias.
— Vaya, hay cocteles sin alcohol que son deliciosos. ¿Te gusta lo salado o lo dulce?
— ... Dulce, ¿podría ser?
Emma sonrió y de inmediato extendió su mano.
En ese momento un pensamiento llegó a su mente. Jinwoo no había visitado una playa en toda su vida… Sin embargo, ese lugar era algo completamente extraño, como si fuera un espacio diseñado para albergar a superestrellas o algo así. Incluso cuando entraron había personal de seguridad, se debía mostrar un ID y el acceso en esa zona estaba delimitado. ¿Ese lugar era uno de esos club de playa para personas importantes que leyó en revistas o vio en series de TV?
Realmente no tenía la confianza de preguntar, simplemente quedó sorprendido. Incluso las personas que estaban a su lado. Emma, tenía la imagen de una hermosa actriz de Hollywood, Noah por su parte parecía un… un atleta profesional… ¿Todos debían ser tan deslumbrantes?
Emma conversó brevemente con un chico que sostenía una libreta y apuntaba sus instrucciones, después, ella se giró hacia Jinwoo y comenzó a conversar de temas comunes.
De entre ellos se destacó su profesión, Emma era médico militar. ¿Qué? Jinwoo abrió sus ojos de par en par.
— ¿Sorprendido?
Emma sonrió y habló un poco más de ella misma, jefa del departamento de desarrollo médico militar de los EEUU… Concretamente, se especializaba en supervisar el desarrollo de tecnología médica.
— Deja de acosar al chico, no ves que no puede ni hablar.
Noah intervino en la conversación.
— ¿Por qué no le cuentas algo de ti? Noah es un chico tímido. Ten cuidado, es un playboy encubierto.
— ¡Ha! Eso… No, es verdad.
Noah era un rehabilitador militar, ¿personas así existen? Si este tipo de personas eran los amigos de Mike… ¿Qué clase de persona era él? Jinwoo sintió una extraña curiosidad.
— Oh, no… Tuve un accidente y me operaron el cerebro. El gobierno me dio una fortuna y logré darme de baja del servicio.
— Woow…
Ese era el único sonido que salía de los labios de Jinwoo. Por alguna extraña razón, se sintió incómodo. Comparado con esas personas, ¿qué había hecho él con su vida? Ellos lucían como seres humanos extraordinarios.
‘Llegarás muy lejos’.
Las palabras de Han Seo que estuvieron enterradas en lo profundo de su mente salieron a la luz de forma casi fantasmal. Fue lo que le dijo cuando ganó su primer premio de esta vida.
‘Han Seo…’
— ¿Jinwoo?
— ¿Eh?
Cuando Jinwoo elevó la mirada notó que Choi Sang estaba allí, su estatura era lo suficientemente grande como para cubrir el sol frente a él.
— ¿Estás bien?
Choi Sang acarició el rostro cubierto por la capucha de Jinwoo de una forma sutil. Su rostro era diferente al que había visto hace unos momentos. Lucía tenso, con una genuina preocupación.
— ¿Tienes sed o hambre? Mike preparó Kimbap. ¿Quieres un poco?
— …
Jinwoo lo miró por unos momentos. ¿Por qué la sensación dolorosa dentro de su pecho era la misma? Dolor, a pesar de estar lejos de Han Seo, el dolor insoportable no se detenía.
— ¡Por Dios! ¡Jinwoo! Trajeron tu cóctel ¡Ven a probarlo!
Emma llamó a Jinwoo. En ese momento, Jinwoo giró su rostro y notó los rostros de aquellas dos personas sonriendo. No debía de arruinar el ambiente.
— De acuerdo.
— ¿Estás seguro de que todo está bien?
— ¡Deja al chico en paz! Honey. ¿No me vas a preguntar si todo está bien conmigo?
Mike abrazó a Choi Sang mientras Jinwoo avanzaba tras Emma que sostenía una bebida sin alcohol de color naranja.
— Es una limonada de naranja, ¡Es deliciosa!
— ¿Dónde está Lucas? Por cierto, no lo he visto en un rato.
— Oh, Lucas dijo que estaría en la zona de la barra. ¿Por qué no vas a buscarlo Noah?
— Si, no es bueno dejar que se emborrache demasiado.
Jinwoo permaneció en la zona de descanso de la playa mientras los chicos estaban surfeando. Estaba tumbado en un gran loft lleno de telas blancas que cubrían el sol. Choi Sang estuvo cerca de él, no se apartó y estaba constantemente atento a cualquier movimiento de Jinwoo.
Junto a los chicos se sumó Luke, tenía una estatura similar a la Choi Sang y su apariencia era demasiado seria a comparación del resto del grupo. Jinwoo no había conversado con él porque se integró con el grupo que se dirigía al mar.
— ¿Te sientes mejor?
— Creo que sí, es… extraño.
— Me alegra.
Jinwoo miró a Choi Sang que estaba sentado en una silla playera mirando hacía el mar.
— ¿Tú y el Señor Miller…?
— ¡No! Ah, no es lo que piensas. Solo, pensé que quizás necesitabas a alguien con quien hablar… Ya sabes, alguien que fuera… diferente.
— … Ya veo, el señor Miller es… peculiar.
— Ja, ja. Si, sin duda es… peculiar, pero es una buena persona. Puedes confiar en él.
— …
Una persona en la que pudiera confiar.
Fue un día fuera de lo ordinario. Jinwoo terminó empapado en agua de mar, por su parte, Noah y Luke acabaron borrachos. Siendo Emma la encargada de llevarlos a su casa. Mike acompañó a Choi Sang de regreso a la residencia.
Jinwoo miró el lugar con una expresión deprimida en su rostro. Ambos hombres se miraron mutuamente, esperando las palabras indicadas.
— ¡Jinwoo! ¿No quieres ir a la casa de Choi con nosotros?
— ¡¿Mi casa?! ¿Qué?
— ¿De verdad?
— ¡Claro! ¿Por qué no vemos películas juntos?
— … Suena… Bien.
Mike miró a Choi Sang con una expresión sonriente. Sin embargo, por una extraña razón, Choi Sang sintió un extraño escalofrío en su espalda.
— De acuerdo, avisaré que permanecerás conmigo el fin de semana.
— ¡Noche de películas! ¡Noche de películas!
Cuando finalmente llegaron a la residencia de Choi Sang, Jinwoo estaba completamente dormido.
— Creo que fue demasiado para él.
— No, está bien. Creo que fue bueno para él.
Choi Sang descendió del auto y sacudió suavemente a Jinwoo llamándo su nombre, pero no fue posible despertarlo. Mike estaba sosteniendo la puerta del auto mientras Choi Sang sostenía a Jinwoo suavemente tratando de no despertarlo.
— Realmente te gusta mucho… ¿No?
— Te lo dije antes… Él es una persona importante para mí, tú estuviste de acuerdo con las condiciones.
Mike se mantuvo en silencio, mirando a Jinwoo en el regazo de Choi Sang respirando suavemente.
— Realmente no estoy preocupado por mí, llevó más de 10 años esperando por ti. ¿Puedes estar a su lado sabiendo que el chico está enamorado de esa persona?
No era un idiota. Choi Sang tenía las palabras de Han Seo que tanto detestaba. Sin embargo, en el pasado, él sabía perfectamente la situación de Jinwoo con su familia y fue un espectador. No hizo nada por defenderlo, a la persona que se decía su amigo cercano. Esa sensación tan desagradable le estaba molestando por lo que no podía dejar a Jinwoo en ese momento.
— No es asunto tuyo.
— Lo es ¿Olvidaste que me pediste ayuda? Realmente la condición del chico no es buena, pero ¿no lo viste por ti mismo? Fue capaz de convivir con Noah y Emma sin problemas, ellos también son especialistas.
— Solo lo llevaste a verlos surfear… ¿Dónde estuvo la terapia?
— Cielos, me ofendes… Aunque no me siento sorprendido por tu falta de capacidad de compresión… Pobre Jinwoo.
El mayordomo de la residencia. El sr. Adams, los recibió y preparó la habitación de invitados para Jinwoo.
Al día siguiente, un desayuno americano clásico que tenía huevos revueltos, tocino cocido y panqueques fue colocado en un plato frente a él. Choi Sang suspiró al ver la expresión seria de Jinwoo pensando que rechazaría los alimentos. Sin embargo, afortunadamente, Jinwoo sostuvo los cubiertos de la mesa y comenzó a comer por sí mismo.
Ese había sido un gran avance.
— Jinwoo, ¿no quieres ir más tarde a ver una grabación especial de tu novela? Será la escena donde los personajes se encuentran en el callejón y se disparan mutuamente.
— … Suena bien.
Algo dentro de él se sentía incómodo. A diferencia de las personas que había conocido el día de ayer. ¿Qué podía ser Jinwoo? Solo podía hacer una cosa…
— Choi Sang… Puedo pedirte un favor, si todo esto sale bien, me gustaría hacerles saber que Oh Minji y Ha Jinwoo son la misma persona.
— ... Eso es genial, Jinwoo.
La única forma de poder demostrar que sus acciones fueron un error era aprender de sus errores. Si Han Jinwoo no era una persona que estuviera al mismo nivel que el director general de un gran conglomerado… Oh Minji por su parte era todo lo contrario a Jinwoo…
Pensaba que eran dos personas completamente distintas, pero Jinwoo era la mente creativa detrás de Oh Minji.
‘Puedo hacerlo bien está vez… Puedo hacerlo bien está vez’.
***
Choi sang y su boca llena de razón