La sensación de que sus huesos acababan de ser molidos en una trituradora era agonizante. Y el aroma amargo que penetraba su nariz no podría pertenecer a la persona que había conocido todo este tiempo.
Jinwoo se encontró atrapado en un extraño sueño.
Estaba parado frente a un vasto campo, donde las montañas cubiertas de nieve eran el único límite, el cielo era gris y las ramas secas y sin vida lo rodeaban. El suelo, que debería haber estado cubierto de hierba, era árido e infértil como tierra muerta.
Jinwoo buscaba desesperadamente un camino de regreso, pero sin importar hacia dónde camina, siempre terminaba en el mismo lugar.
Un campo sin vida.
Un lugar solitario donde ni siquiera el viento soplaba para mover las ramas del roble seco.
Jinwoo miró a su alrededor y vio un gran árbol con un tronco grueso y ramas que alcanzaban el cielo. Sin embargo, su interior estaba seco y la corteza se caía a pedazos. Las hojas habían caído hace mucho tiempo y se habían convertido en polvo, y las ramas eran tan frágiles que podrían romperse con un simple soplo de viento.
Una sensación abrumadora de soledad lo invadió. Sus ojos ardieron y su pecho sintió una fuerte opresión, como si algo pesado estuviera siendo empujado violentamente contra él.
En ese tiempo, un fuerte viento golpeó el árbol y todas las ramas comenzaron a caer estrepitosamente. El polvo que se esparció entró en sus ojos y cegó su visión momentáneamente. Las diminutas astillas de madera que se enterraban dentro de su globo ocular eran dolorosas, aún así, no eran nada con la sensación de vacío que sintió su corazón.
Pronto su cuerpo comenzó a temblar y la sensación del viento golpeando su cuerpo desapareció y fue intercambiada por una helada que se impregnaba en su cuerpo. Podría sentir que su respiración era difícil como si el aire hubiera sido drenado de la habitación, sus manos y pies estaban hormigueando y se sacudía de arriba hacia abajo. Su cabeza golpeó con algo metálico. También vino un extraño olor a plástico y aceite.
Sintiendo miedo de la sensación de dolor en sus ojos, Jinwoo los abrió torpemente y su visión borrosa se fue aclarando solo un poco. Dentro de toda esa oscuridad que lo envolvía, solo una pequeñita luz roja estaba parpadeando cada que el movimiento de ajetreo se detenía.
La negrura lo abrazaba, envolviéndolo en su frío y opresivo manto. Su cuerpo contorsionado, atrapado en un espacio mínimo que le impedía respirar.
'¿Dónde demonios estoy? ¿Qué está pasando?'
Con un esfuerzo sobrehumano, logró empujar la tapa superior y se dio cuenta de que estaba encerrado en un lugar familiar. El maletero de un auto. Lo sabía con certeza. Y su corazón comenzó a latir con una fuerza desenfrenada, como si quisiera escapar de su pecho y abandonarlo todo.
'Han Seo...'
'¿Este desgraciado me secuestró?'.
Con una furia ciega inundando cada fibra de su ser, Jinwoo sacudió su cuerpo tratando de patear la puerta del maletero, pero la debilidad que lo invadía le provocaba un dolor insoportable en las articulaciones de sus piernas desnudas.
Jinwoo se dio cuenta entonces de que solo llevaba un camisón sobre su cuerpo, similar al que usan los pacientes en un hospital. Pero su último recuerdo era haber sido arrastrado por Han Seo a un hotel. ¿Había el ciclo infernal de Rut finalmente roto su cuerpo y lo había dejado en algún hospital? ¿O Han Seo se había cansado de él después de usarlo y lo había hecho desaparecer para siempre?
Jinwoo comenzó a llenar su cabeza de varias posibilidades.
Pasados unos minutos el traqueteo se detuvo y escuchó el movimiento en el exterior. Parecían los pies de una persona pisando sobre grava.
[Click.]
Su cuerpo se estremeció cuando escuchó el seguro del maletero del auto desbloquearse y una luz comenzó a filtrarse al grado de cegar su visión.
— ¿Has despertado?
Esa voz…
‘No.. No…’
Era una voz inconfundible, había vivido atormentado por ella durante toda su vida y justo cuando comenzaba a olvidarla…
— Hermano.
Kim Juwon.
Era Kim Juwon quien se erguía ante él, una figura que, aunque invisible a sus ojos, emanaba un aroma agrio que se incrustaba en su memoria. Esa voz, inconfundible y penetrante, resonaba en su mente como un eco de pesadilla. De repente, su cuerpo se torció, y un dolor desgarrador atravesó su espalda, como si cada vértebra estuviera siendo desgarrada por un tormento inimaginable.
Fuerzas brutales lo apresaron, arrastrándolo fuera del maletero del auto. Su cuerpo, sumido en un estado de shock, no pudo reaccionar; cuando sus pies descalzos tocaron la grava, el mundo se desvaneció y colapsó a su alrededor.
— Ah… De verdad, ¿no puedes hacer nada bien?
— ...
La voz, que parecía surgir de las profundidades de la tierra, se infiltró en su mente, perforando su cerebro con cada palabra. ¿Era una alucinación? ¿Acaso había cruzado el umbral de la muerte y se encontraba en el infierno tras perder a su bebé? ¿Era ese su castigo eterno?
De repente, su cuerpo fue elevado en el aire, como un títere en manos de un titiritero cruel. Kim Junwoo lo cargó, avanzando por un terreno irregular que parecía un laberinto de sombras.
— ¿Es sorprendente, no? Lograste llevar a la ruina a la familia, hiciste que nos encarcelaran, mataste a papá y, aun así, nosotros seguimos juntos. Hermano. ¿No me has estado extrañando?
No, definitivamente, eso no podía ser real. Sin embargo, el toque repulsivo, la feromona detestable que impregnaba el aire, y la voz que agitaba su corazón hasta el punto de querer dejar de latir, eran tan vívidas que no podían ser un simple mal sueño. La realidad se retorcía a su alrededor, y la desesperación se apoderaba de su ser.
Con un cuerpo aturdido y desgastado, Jinwoo sabía que jamás podría enfrentarse a un Alfa como Kim Juwoon, quien había crecido en un mundo donde la violencia era su única compañera. La desesperación lo invadía, y la traición de Han Seo resonaba en su mente como un eco cruel.
¡Han Seo!, ¿lo entregaste a su Hyung?
‘¿Fui abandonado?’
La punzada en su corazón se transformó en un fuego abrasador que consumía su pecho, y sus ojos, traicionados por la tristeza, comenzaron a humedecerse. Una llama de dolor se encendió en su estómago, devorando cualquier vestigio de esperanza.
‘¿Fueron mentira todas sus palabras?’
Solo buscaba tomar a un Omega y luego desecharlo, como si fuera un objeto sin valor. Todos los Alfa eran iguales: su padre, su hermano, incluso Han Seo, quien lo había usado y luego lo había dejado en la oscuridad.
— ¡Suéltame, maldito idiota!
A pesar de su débil fuerza, de ser un Omega enfermo y quebrantado, Jinwoo estaba cansado de ser el instrumento de los deseos y las codicias de los Alfa. Sacudió su cuerpo con todas sus fuerzas, como si cada movimiento pudiera liberarlo de su dolor.
En ese instante, no le importaba caer y romperse todos los huesos. Morir o estar al lado de un Alfa, morir sería su elección.
— ¡Deja de moverte, te vas a caer!
Su visión, ya acostumbrada a la luz, finalmente logró discernir su entorno. Era un lugar que se asemejaba a un aeropuerto, un espacio de tránsito y desolación.
— ¡¿Qué quieres de mí?! Hyung, ¡Hyung, suéltame! ¡Suéltame!
— ¡Mierda! Todo lo quieres de la manera difícil. ¡Está bien!
Kim Junwoo, con un gesto de frustración, soltó el cuerpo de Jinwoo, permitiendo que colapsara en el suelo. Contrario a lo que había anticipado, Jinwoo se retorció ante el dolor de la grava que se incrustaba en su piel, y su fuerza se desvaneció, dejándolo impotente, incapaz de levantarse. La desesperanza lo envolvía, y el dolor se convertía en su única compañía.
— ¿Eso es lo que querías? Eres tan estúpido, siempre buscando ir en contra de nosotros, siempre pensando ideas estúpidas como ser independiente… ¿Olvidaste lo que eres? No eres capaz de caminar sin la ayuda de un Alfa.
Mirándolo retorcerse en el suelo, Kim Juwon se burló de la imagen arruinada de Jinwoo.
Por un instante, Juwon se detuvo a reflexionar sobre el motivo que lo había llevado a atravesar tantos sufrimientos para sacarlo del hospital y llevarlo consigo.
Solo era un Omega más.
Sí, era bonito, pero había muchos Omega más hermosos que él, más dignos de atención y amor.
— Vamos, te ayudaré.
Kim Juwon se inclinó para sostener su cuerpo, y en ese momento…
[¡Bang!]
— ¡Agh!
Un puño impactó su rostro con una fuerza brutal, una violencia que nunca había anticipado. La sorpresa lo dejó aturdido, mientras Kim Juwon sostenía su nariz, sus manos empapadas de sangre. En un acto de desesperación, Jinwoo reunió todas sus fuerzas y se impulsó con las piernas. Fue un movimiento instintivo, un grito de libertad que resonó en su interior, y corrió, sintiéndose tan ligero como una pluma.
Solo duró unos segundos, pero la euforia lo envolvió; el viento golpeaba su rostro, la sensación de movimiento libre y sin ataduras era intoxicante.
Sin embargo, el lugar no era una pista ordinaria. Todo a su paso estaba cerrado con candados que parecían haber estado así durante una eternidad. El musgo y la hierba silvestre cubrían las oficinas, y las rejillas parecían tan frágiles que podrían desmoronarse con un simple toque.
— ¡¿A dónde piensas ir?!
Sus piernas tropezaron, y su cuerpo fue apresado con fuerza por Kim Juwon.
— ¿Quieres jugar? ¿Correr casi desnudo? Ah, te dejaré jugar pronto.
— ¡Suéltame, suéltame, suéltame!
— ¡Basta!
Kim Juwon lo arrojó al suelo, y de su costado sacó un pequeño revólver. En el instante en que el cañón apuntó a Jinwoo, su cuerpo se quedó paralizado, el terror helando su sangre.
— Mueve tu trasero y avanza al Jet.
Por alguna razón, su cuerpo comenzó a moverse, como si una fuerza invisible lo empujara hacia adelante. ¿De verdad iba a ser arrastrado por Kim Junwoo? La ansiedad crecía en su pecho, un nudo de desesperación que lo ahogaba, mientras comenzaba a subir por la escalera del Jet, sintiendo que cada paso lo acercaba más a un destino aterrador. La libertad se desvanecía, y el dolor de la traición lo envolvía como una sombra implacable.
Ante sus ojos, un avión ejecutivo estaba listo para despegar, la escalera del Gulfstream G550 estaba alfombrada y podía sentir el aroma a aromatizante conforme avanzaba. Aún así, su corazón no dejaba de latir con fuerza y las palmas de sus manos se comenzaron a llenar de sudor.
Quizá dentro podría encontrar una forma de salir. Sin embargo, mirando al horizonte, la puesta de sol estaba comenzando. Aunque escapara de allí, todo a su alrededor era vegetación.
‘Moriré’.
Jinwoo conocía sus limitaciones, con su cuerpo en ese estado llegar lejos era solo una ilusión barata. Además, definitivamente no era oponente para su Hyung.
***
Cuando entró al Jet su cuerpo fue llevado a un asiento bajo la amenaza de tener un arma apuntando.
— No te muevas, no me obligues a lastimarte, vamos. Coloca el cinturón de seguridad.
Kim Juwon se sentó justo en el asiento frente al de Jinwoo mientras miraba sus manos torpes moverse temblorosamente para asegurar el cinturón de seguridad del asiento que parecía muy grande para su cuerpo. Cuando vio a Jinwoo haciendo “clic” en el cinturón, Kim Juwon presionó un interruptor lateral en el descansabrazos del asiento.
— Piloto, comience con el despegue.
La señal fue correctamente transmitida, pero no hubo respuesta en ese momento.
Al poco tiempo la puerta del Jet se cerró y la climatización se encendió. El cuerpo Omega sensible por el estado de shock comenzó a sentir como la temperatura bajaba gradualmente.
La sensación de frío se deslizó por su espalda, provocando temblores incontrolables. Su cuerpo se sentía pesado, como si una losa de desesperación lo aplastara, y su visión se tornaba borrosa, como si el mundo se desvaneciera ante sus ojos. Los latidos de su corazón resonaban en sus oídos, palpitando con una intensidad que lo hacía sentir al borde del colapso.
— Una vez que estemos en los Estados Unidos, toda esta mierda habrá terminado.
Kim Juwon suspiró aliviado, pero Jinwoo no podía compartir ese alivio. Observaba la expresión torcida en el rostro de Kim Juwon mientras su mirada se perdía en la ventana del Jet, sus ojos nublados por la confusión y el miedo.
— ¡Ja! ¿Esperas a ese Alfa? ¿El Alfa que está con otro Omega?
El rugido de la turbina trasera comenzó a llenar el aire, y las hélices laterales giraron con fuerza, el Jet calentando motores para despegar. Pero la ansiedad se apoderaba de Jinwoo, como un veneno que se filtraba en su sistema.
Kim Juwon presionó nuevamente el botón del intercomunicador, su voz tensa y llena de frustración.
— ¿Por qué tarda tanto el despegue? Es un Jet de lujo, deberíamos haber estado en vuelo desde hace mucho tiempo.
[Lo siento, señor, los motores se están calibrando.]
— Maldición, despeguen ya.
Jinwoo abrió los ojos de par en par, incapaz de creer lo que estaba sucediendo. ¿Era real? ¿Era posible que todo esto estuviera ocurriendo?
'¿Esa voz… puede ser…?’
[¡Bang!]
De repente, la compuerta del Jet se deslizó de forma violenta, y un grupo de hombres con uniformes tácticos irrumpió en el interior. Avanzaron con determinación, apuntando con armas semiautomáticas directamente hacia Kim Juwon.
— ¡No te muevas!
— ¡¿Qué demonios?! ¡Tú!
El caos estalló en un instante, y el aire se volvió denso con la tensión. Jinwoo sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor, atrapado entre el terror y la impotencia, mientras la realidad se convertía en una pesadilla de la que no podía escapar.
Jinwoo alzó su mirada y sus ojos se llenaron de una esperanza increíble. Choi Sang estaba allí.
Vestido como si fuera una persona del servicio secreto o un espía que sale en los programas de televisión.
— ¡Choi Sang!
Jinwoo sintió como si su mente dejara escapar toda la tensión que estaba conteniendo y su cuerpo se relajó.
— ¡Jinwoo! ¿Estás herido?
— ¡Suéltame! Escoria, ¡No puedes tocarme! ¿Saben quién soy?
El personal que estaba sometiendo a Kim Juwon lo esposó y arrastró fuera del Jet.
— Ya tienen instrucciones, no será reportado el arresto, sólo manden una notificación del hallazgo.
— Sí señor.
La voz que se filtró de entre una de las personas le resultaba familiar, junto a Choi Sang estaba otra persona. Era Han Yeon, el padre de Han Seo.
— ¿Señor?
Jinwoo lo miró atónito. A diferencia de los demás que vestían uniformes de entrenamiento táctico, el señor Han Yeon llevaba un elegante traje que se deslizaba por sus extremidades con sutileza.
— Vaya que hay cosas que pueden ser una piedra en el zapato, descuida. No volverá a lastimarte. Ah, dale las gracias a tu padre, el congresista Choi deberá pensar seriamente en una reelección.
Choi Sang, que logró leer entre líneas, inclinó su espalda y mostró un saludo cortés hacia Han Yeon.
— Le haré llegar su mensaje, señor.
Después de eso, Choi Sang avanzó rápidamente hacia Jinwoo, se inclinó sobre el asiento y recargó su codo en la parte lateral del descansa brazos.
— No pareces estar enfermo. ¿Te sientes bien?
Jinwoo miró a Choi Sang con ojos incrédulos. ¿Realmente había llegado a salvarlo?
— ¿Tú? Ah… Gracias… ¡Gracias!
Jinwoo sintió como si sus emociones estuvieran confrontadas en ese momento y su cuerpo se inclinó para abrazar a Choi Sang, sus delgados y temblorosos brazos rodearon su cuello y un rostro lleno de lágrimas se enterró.
— ¡Quiero salir de aquí! Pero… Mis piernas no responden… Sácame de aquí Choi Sang.
El llanto y la súplica desesperada desgarraron el corazón de Choi Sang. Sin embargo, no podía llevarlo en ese estado.
— Jinwoo, tranquilo. Antes de eso un médico debe de revisarte, ¿ok? Viene un médico con nosotros, solo te hará una prueba rápida y podrás descansar un momento, ¿está bien?
Mirando el rostro con una expresión gentil de Choi Sang, Jinwoo asintió.
Choi Sang se alejó un poco y permitió al médico realizar un examen ágil y que a su criterio personal era ineficiente dado la situación de crisis nerviosa. Pero dado que conocía a la persona detrás de esto, guardó sus palabras dentro de su boca.
— Señor Jinwoo, solo será un examen rápido. No será invasivo ni incómodo.
Jinwoo estaba agradecido de que Choi Sang fuera en su ayuda y no se apartó de él hasta que el examen estuvo completo, lo único que quería era salir de allí. Pero al mismo tiempo, una desconocida decepción llenaba su corazón.
— Choi Sang… Gracias, muchas gracias.
Jinwoo extendió sus manos hacia Choi Sang. Se acercó y se descendió una rodilla para quedar a la altura de Jinwoo. Mientras lo miraba con una expresión cálida en su rostro, su codo nuevamente presionó sobre el descansabrazos del asiento.
— No, no debes darme las gracias a mí, si Jinwoo no se encuentra enfermo, ¿podrías esperar un momento?
— ¿Qué…?
Mirando la expresión confusa de Jinwoo, Choi Sang retiró su codo del reposabrazos lateral del asiento, su rostro reflejando una seriedad inquietante.
— Es por tu seguridad. Deberás permanecer aquí hasta que el equipo de seguridad diga que todo está bien, ¿de acuerdo?
— ¿No está Hyung con todos esos policías?
La pregunta de Jinwoo flotó en el aire, llena de incertidumbre. No comprendía las palabras de Choi Sang, y la inquietud comenzó a apoderarse de él.
— Por favor, espera aquí. No tengas miedo, ¿sí?
La mirada de Choi Sang era intensa, como si supiera algo que Jinwoo no podía entender. Con un leve asentimiento, Jinwoo intentó calmarse, aunque la confusión lo envolvía.
Choi Sang volvió a colocar su codo en el reposabrazos y pronunció unas palabras que se perdieron en el aire, ininteligibles para Jinwoo.
— Me voy ahora, no lo asustes demasiado.
Y con eso, descendió del Jet.
Cuando la figura de Choi Sang se desvaneció, y los ojos de Jinwoo no pudieron seguir su silueta, la puerta del Jet se cerró con un sonido sordo que resonó en su pecho.
Un silencio inquietante llenó el espacio, y después de unos minutos, los motores comenzaron a sonar estrepitosamente. El Jet… ¡Despegó!
Jinwoo miró aterrado por la ventanilla, viendo cómo el suelo se alejaba rápidamente mientras la máquina se elevaba hacia el cielo.
¡Estaba siendo secuestrado!
[Clic.]
El sonido de una puerta desbloqueándose resonó en sus oídos, y una voz masculina, desconocida y fría, llenó el aire.
[Estimados pasajeros, favor de mantenerse en sus asientos.]
La voz no le era familiar, y la duda se instaló en su mente. ¿Había sido todo una alucinación?
[Tap, tap, tap.]
El sonido de pasos se acercaba, erizando cada vello de su cuerpo. Su cuerpo temblaba, y su corazón parecía haber dejado de latir, atrapado en un estado de terror absoluto.
‘¿Voy a morir de nuevo?’
Su rostro se negaba a girarse hacia el sonido que se acercaba, como si su instinto le advirtiera del peligro inminente.
— ¿Qué sucede? ¿No puedes mirarme?
La voz resonó en el aire, y el pánico se apoderó de Jinwoo. ‘¿Eh?’ La pregunta quedó suspendida, mientras la oscuridad de lo desconocido se cernía sobre él, amenazando con devorarlo por completo.
Cuando su mirada, antes perdida en el suelo alfombrado del Jet, se aclaró, sus ojos se encontraron con unos zapatos negros relucientes. Unos pantalones negros se deslizaban sobre unas largas piernas, y un pecho tonificado estaba cubierto por una camisa blanca, con una corbata cuidadosamente atada bajo una chaqueta negra adornada con cuatro bandas doradas en las muñecas. Un pequeño escudo bordado en el frente y un prendedor de cuatro barras en el cuello completaba el uniforme.
Antes de que pudiera levantar la vista y encontrarse cara a cara, la mano de la persona frente a él se movió. Jinwoo cerró los ojos y encorvó su cuerpo, esperando un golpe que nunca llegó.
— ¿Me tienes miedo?
Esa voz era inconfundible.
Jinwoo abrió los ojos y miró a la persona detrás del uniforme de piloto de avión comercial.
— ¿Han… Seo?
Han Seo se quitó el gorro de piloto aviador y mostró una gentil reverencia ante él.
— Deseo disculparme… Pero sé que si hago eso, Jinwoo me odiaría… Aunque probablemente me odies ahora.
— Tú…
[¡Zap!]
Un golpe impactó en su rostro, pero la sensación fue tan ligera que ni siquiera su piel se enrojeció.
Ver la expresión de miedo en su rostro, seguida por la tristeza y finalmente la ira, todas ellas tan intensas y hermosas, lo conmovió profundamente.
— ¡¿Estuviste aquí todo el tiempo?! ¡Idiota! ¡Tú! ¡Te odio!
Han Seo aceptó todos los golpes del puño de Jinwoo sin moverse ni evadirlos. Fue solo cuando el cuerpo de Jinwoo se quedó sin energía y estaba a punto de colapsar que Han Seo lo sostuvo antes de que cayera.
— No me toques… Te odio.
Han Seo lo sostuvo suavemente entre sus brazos y lo llevó al fondo del Jet. En ese momento, la feromona Alfa que se filtraba perforó la nariz de Jinwoo. Por una extraña razón, fue algo agradable, y su cuerpo se relajó, como si encontrara un refugio inesperado en medio del caos.
— Si, puedes odiarme todo lo que quieras…
El abrazo que era fuerte y envolvía todo su cuerpo no se desvaneció. Su cuerpo reaccionó a esa feromona. Jinwoo lo supo porque cada poro de su piel se puso de gallina y su espalda comenzó a sentir un hormigueo.
En el fondo del Jet, justo antes de acceder a la zona del minibar, había un amplio sillón de piel. Han Seo se sentó allí con Jinwoo en sus brazos, fue cargado como un bebé frágil que estaba por ser amamantado por su madre.
— Te odio…
— Está bien.
— Te odio mucho.
— De acuerdo.
Jinwoo enterró su rostro en el cuello de Han Seo e inhaló su feromona. A diferencia de otras ocasiones, el aroma era extraño. Fue como si su nerviosismo estuviera reflejándose así. Era extraño.
— ¿Qué haces aquí si me abandonaste? ¡¿Se divierte burlándose de mí?!
Han Seo no dijo nada. Solo permaneció abrazado a Jinwoo así.
Podía sentir los latidos de su corazón acelerado y sus ojos humedecidos.
— Nunca te abandonaría, ¿por qué me alejaría de mi Omega impreso?
Las manos de Han Seo cubrieron las mejillas de Jinwoo y lo miraron. Las pupilas revoloteantes no dejaban de mirarlo con incredulidad.
— ¿Te imprimiste de un Omega?... ¿Qué…? ¿Por qué…? ¿Quién..?
— No, ese Omega me marcó primero… ¿No tienes idea de quién es esa persona?—
Las pupilas de colores brillantes se volvieron agudas.
Si Han Seo se imprimió de un Omega… Definitivamente, solo había una persona que pudiera ser. Al igual que en el pasado, fue el Omega amigo de Han Seo la única persona que encajaba en su mente.
‘Un Alfa que jamás será mío’.
— ... No entiendo a Han Seo…
— ... ¿Crees que yo merecía esto? Esto me hace entender que sigues siendo egoísta. ¿No sabes lo que pensé en ese momento? Tu, Hyung, no, todos. Estoy harto de todos. ¿Crees que soy algo que puedes desarmar y volver a armar?
— Jinwoo... Mi intención no fue...
— ¿Qué más puede ser? Mientras yo estaba sufriendo... No, estaba aterrado. ¿Qué hacías? ¿Te vestiste de esa forma y te divertiste?... ¿No solo en el pasado me forzaste a tolerar tu aventura... Pero ahora... ¿Por qué me buscaste si te imprimiste con él?
Han Seo abrió los ojos con sorpresa, fue una expresión como si no entendiera el idioma coreano que hablaba aceleradamente Jinwoo.
Mirando su pecho subir y bajar con velocidad y sus mejillas rojas, Han Seo abrazó suavemente el cuerpo que se sacudía y movía desesperadamente por soltarse.
— Creo que estás entendiendo mal, nunca tuve una aventura mientras estuvimos casados, y jamás marqué a un Omega... Fuiste tú.
— ¿Qué? ¿De qué estás hablando?
— Ah, tú me marcaste. Te imprimiste en mí...
Las pupilas brillantes revoloteando incrédulas lo miraron.
— Mientes.
— Ah, no miento... Ambos, nosotros... Estamos impresos el uno en el otro.
[¡Zap!]
Una gran bofetada impactó en el rostro de Han Seo.
— ¡¿Lo hiciste?! Tú… ¡Me marcaste! ¿Sabes lo que es una impresión en un Omega? ¡No puedo borrarla! ¡No es como la de un Alfa!
— ¡Jinwoo! ¡Tienes que tranquilizarte! Hablemos, por favor.
— ¡Idiota! ¡Suéltame! ¡Maldito! ¡Tú!
— Tranquilízate, emociones así pueden afectarte.
— ¿Eso qué importa ahora? ¿Cuándo me pediste el divorcio te preocupaste por como sería afectado?
Su cuerpo se quedó inmóvil ante esos recuerdos que eran un doloroso estigma para él.
Era imposible pegar las piezas rotas de una persona y pretender que nada había sucedido.
— Detente... Por favor... ¿Cuánto más quieres destruirme?
— Jinwoo...
— Mi cuerpo, mi mente, todo lo has destruido, ¿Qué más quieres de mí?
Era cierto que su corazón odiaba a Han Seo en ese momento, un odio que ardía como fuego en su pecho. Sin embargo, el aroma de esa feromona extraña que emanaba de su cuerpo comenzó a calmar su mente ansiosa, como un bálsamo que alivia una herida profunda. Ese era un hecho que no podía negar, y eso lo atormentaba aún más.
— Jinwoo, ¿es tan difícil darme una oportunidad ahora?
Los ojos de Han Seo se llenaron de tristeza, como si su corazón se hundiera en lo profundo de un angosto pozo oscuro. Jinwoo, que estaba forcejeando, se detuvo y lo miró, sintiendo cómo su propia rabia se desvanecía ante la vulnerabilidad de Han Seo. Esa expresión desolada, tan parecida a la de un perro abandonado, le provocó un malestar que le retorcía el estómago.
— ¿Cuándo me diste la opción de elegir? ¿Cuándo te casaste conmigo mientras estaba inconsciente, cuando jugaste con mi vida mientras no podía recordar? O tal vez, ¿cuándo me marcaste aquí? Después de divertirte vestido de esa forma.
Han Seo, abrumado por las palabras de Jinwoo, soltó su cuerpo y bajó la cabeza, como si cada palabra fuera un golpe que lo dejara sin aliento. Cuando sus brazos se deslizaron hacia abajo, Jinwoo intentó ponerse de pie, pero su cuerpo estaba aturdido por la sobreestimulación nerviosa que había recibido. Se tambaleó, y unos fuertes brazos lo rodearon de nuevo, atrapándolo en un abrazo que era a la vez reconfortante y doloroso.
— Fue mi error… Nuestra vida pasa y ahora… Yo, no sabía lo de Tae Jun, lo que te hizo. No lo supe hasta que encontré tu… diario. Lo leí todo, lo sé todo. ¿Cómo puedo aclarar las cosas contigo si no me das una oportunidad?
La feromona Alfa que lo envolvía era agradable para su cuerpo, y comenzó a arrastrarlo hacia un estado de somnolencia ligera. Pero al escuchar la palabra ‘diario’, sus ojos se abrieron de par en par, y su mirada se clavó directamente en Han Seo.
— ¿Qué? ¿Hiciste qué? ¿Leíste mi diario…?
Han Seo dudó, atrapado entre la necesidad de ser honesto y el deseo de proteger a Jinwoo de más dolor. Por más que intentaba soltarlo, sus brazos simplemente no podían alejarse de él.
‘Soy codicioso’, pensó, sintiendo cómo su corazón se aferraba a la esperanza.
— Tú y nuestro bebé ya habían fallecido. Estaba guardando las pertenencias que dejaste en la residencia y lo encontré. Ah, Jinwoo… Yo… No sé...
— Basta…
El cuerpo de Jinwoo se incorporó, saliendo de entre sus brazos. Sus manos se sostenían del respaldo de la última fila de asientos, luchando por llegar al extremo contrario, donde estaba el gemelo del sofá donde se encontraban.
— ... Lo que escribí en ese diario… Era mío, me pertenecía solo a mí… No tenías ningún derecho a leerlo.
Jinwoo se desplomó sobre el sillón, mirando a Han Seo a la distancia. Aunque solo eran cuatro o cinco pasos lo que los separaba, para él era suficiente para levantar una barrera, una muralla que lo protegía de la tentación de aceptar el corazón de Han Seo en ese momento.
Han Seo no se movió, solo lo observó, sintiendo cómo la desesperación y la tristeza se entrelazan en su pecho al ver la expresión exhausta en el rostro de Jinwoo, su mirada contraída llena de dolor.
— Lo sé, aún así… No puedo renunciar a ti. No puedo vivir si no es a tu lado, tú lo sabes también.
Las palabras de Han Seo resonaron en el aire, cargadas de una emoción cruda y desgarradora. Jinwoo sintió que su corazón se debatía entre el odio y el amor, entre el deseo de alejarse y la necesidad de acercarse. La lucha interna lo consumía, y en ese instante, el futuro de ambos pendía de un hilo, atrapado en la tensión de un amor que no podía morir, a pesar de todo el dolor que habían compartido.
— ¿Me estás amenazando?
— No, claro que no… Podría llevarte ahora mismo a un lugar desconocido y mantenerte encerrado el resto de tu vida, pero creo que sería un poco injusto para ti, entonces… Quiero que me aceptes. No puedo estar fuera de tu vida.
Jinwoo miró con una expresión incrédula las palabras de Han Seo. ¿Encierro? ¿Lugar desconocido? ¿Era esa su opción de elegir? Estaba en ese Jet camino a un sitio donde si se negaba a Han Seo estaría encerrado de por vida. ¿Era así?
‘¿Regresé a la vida para esto?’
Han Seo lo miraba fijamente, su expresión era seria, pero gentil. Era absurdo pensar que dentro de esa mirada llena de anhelo se hubieran escupido palabras tan aterradoras.
En ese momento Jinwoo no supo qué responder.
Era verdad que no podía vivir sin él. Han Seo era la persona que por mucho que lo negara tenía su corazón en sus manos. Incluso en ese momento, su corazón estaba sediento de afecto y deseaba ser consolado por esos brazos. Sin embargo, el hacerlo en esas circunstancias no haría que la actitud omisa del Alfa frente a él cambie.
— Con una condición…
— Haré lo que sea… Lo que tú quieras, puedo poner el mundo a tus pies.
Jinwoo lo miró relajando su expresión tensa y entreabrió sus labios.
— Dame el divorcio.
***
Las palabras que perforaron sus oídos golpearon su masa cerebral con fuerza, su mente quedó en blanco y su expresión se distorsionó.
No era ese tipo de solicitud la que esperaba.
‘¿Divorcio?’
— No.
Fue una respuesta tácita, corta y firme la que salió de la boca de Han Seo. Ni siquiera contenía el menor titubeo.
— ¿Lo olvidaste señor Han Seo? El divorcio fue decisión del Sr. Han Seo, el matrimonio, la marca… Todo ha sido decisión de Han Seo. ¿Dónde queda lo que mi corazón desea? ¿Alguna vez pensaste en detener tu paso y preguntar por lo que yo realmente deseaba?
— ...
La expresión herida en el rostro de Jinwoo le hundió el corazón. Podría conceder cualquier cosa… Pero el divorcio no estaba incluido en ese “todo”. Aún así, una parte de su corazón sabía que sus palabras no estaban equivocadas.
Han Seo no era la clase de persona que pedía la opinión o consideración de nadie, era un Alfa que estaba acostumbrado a tomar la mejor decisión… ¿Cúal era la mejor decisión en ese momento? Si Jinwoo conociera la libertad, probablemente nunca querría regresar.
Han Seo admitió para sí mismo el miedo a que otro Alfa llegase a ese corazón…
‘El estar impresos el uno del otro nos hace inseparables ahora, ¿qué pierdo con darle lo que quiere dentro del margen aceptable?’
Entonces tuvo una idea.
— ¿Qué piensa el señor Jinwoo de un periodo de gracia?
— ¿Periodo de gracia?
Han Seo inhaló todo el aire disponible hasta llenar sus pulmones e intentó hablar lo más serenamente posible, con palabras claras y sencillas para Jinwoo.
— Tres meses… Si el señor Jinwoo quiere el divorcio después de ese tiempo… Lo haré sin objetar nada.
‘¿Tres meses? ¿Por qué pides algo tan absurdo?’
Jinwoo lo miró con una expresión de asombro. Realmente no estaba cediendo y prometiendo algo no daba garantía de cumplir. Entonces, Jinwoo recordó algo de su pasado.
Cuando Han Seo mandó a sus abogados para hacer valer el convenio de matrimonio… La garantía le quitó todos sus ahorros.
Entonces… Cualquiera que fuera la situación, no era el mismo idiota que lo perdió todo por miedo y amor.
— Está bien, tres meses de gracia… Pero entonces, hagamos un contrato.
— ¿Qué, qué?
— Un contrato, como el que me hiciste firmar antes de casarme… Y también, habrá una cláusula, igual a la mía. Si el señor Han Seo ignora mi decisión me dará mucho, mucho dinero y en caso de no darme el divorcio, no podrá decirme nada por salir con otros Alfas, solo así te daré esa oportunidad.
— ¿Qué? ¿Me estás pidiendo que te deje tener una aventura mientras estamos casados? ¿Eso es así? Jinwoo, eres mi Omega, soy tu Alfa ¿no estoy lo suficientemente bien calificado para cumplir el papel de cónyuge? Es como si no me dieras oportunidad alguna… ¿No es eso excesivo?
Jinwoo lo miró con ojos agudos y disparó un tiro certero.
— ¿Excesivo? ¿No es excesivo hacerle pagar una cifra absurda a un Omega solamente por no tener un hijo?
— ...
— Entonces, el periodo de celo deberá ser conmigo. Pidió Han Seo
Jinwoo lo miró con ojos agudos. Podía sentir la densa mirada del Alfa dominante sobre él y la expresión en el rostro de su oponente fría y tensa.
— ¿Por qué debería? ¿No es esto un periodo de gracia?
— ¿Quieres pasar tu celo con otro Alfa…? Jinwoo
Realmente no existía tal persona en su mente ahora, pero el objetivo de ese contrato era hacerle pasar a Han Seo lo mismo por lo que él pasó. Entonces, podía empujar su corazón un poco más.
— Si, quiero tener esa posibilidad.
— ...
Han Seo mantuvo su mandíbula firmemente cerrada.
No era una situación negociable, en verdad… Las palabras de Jinwoo eran absurdas, pero tras pensarlas detenidamente resultan entendibles.
Un contrato que mantuvo una correa bajo su cuello hasta el último momento. Ni siquiera Han Seo era consciente de las cláusulas abusivas.
Fue hasta la recta final que se enteró del pago de algo que jamás hubiera permitido. Su corazón se hundió al pensar que derivado de sus omisiones, Jinwoo terminó de esa manera…
— De acuerdo… Pero antes de eso… Deberé saber de qué tipo de Alfa se trata y antes de cualquier encuentro debe de ir a una clínica para un examen de salud general y realizar los controles médicos que se le soliciten. Además, debo de saber el lugar y el día donde… Va a suceder y el uso de condones es obligatorio.
— ¿Qué dices…?
El rostro que tenía frente a él se tiñó de un color rosáceo, y los ojos agudos revolotearon.
Si ambos iban a estar sujetos a ese tipo de contrato. Han Seo se aseguraría de proteger a su Omega al menos de sí mismo.
— Me refiero a que un contrato debe de tener beneficios y obligaciones para quienes lo firman. No deseo recibir una demanda por cláusulas injustas en el futuro. ¿Qué opinas?
En ese momento Jinwoo comprendió la situación.
A diferencia de Han Seo, él no tenía ningún tipo de experiencia en esos temas. Cuando analizó eso, quizás su elección no fue la más acertada.
Mirando fijamente a Han Seo, era un hombre que parecía un leviatán…
‘Oh, quizá no fue lo mejor’.
— Está bien.
— De acuerdo.
Han Seo se levantó y se acercó a Jinwoo extendiendo su mano para cerrar el acuerdo. Jinwoo con expresión titubeante miró la mano extendida y después de unos momentos la estrechó.
***
[¡Bang!]
— ¡Agh!
Su cuerpo se sacudió violentamente, colgando de una barra de hierro por una cadena industrial. Cada espasmo muscular estaba acompañado de un dolor punzante en sus extremidades lesionadas del hombro, que ahora se sentían entumecidas y débiles. Los golpes de palos de madera sobre su piel desnuda habían dejado su abdomen ardiente. Ni siquiera la pérdida de la conciencia podía liberarlo del tormento, ya que un balde de agua helada lo devolvía a la realidad.
Encerrado en una bodega industrial con techos altos, el frío viento se concentraba y se mantenía allí, haciendo que su cuerpo temblara incontrolablemente. Finalmente, después de que sus jadeos cesaron, el sonido metálico de las cadenas pasando por una polea resonó en el espacio vacío, seguido del sordo golpe de su cuerpo al caer al suelo.
— ¡Agh!
El cuerpo de él, lleno de heridas y sucio, se desplomó en el suelo. Una sensación aguda e intensa de escozor y dolor lo envolvió, haciéndolo sentir como si estuviera envuelto en llamas. Trató de mover sus extremidades, pero su cuerpo parecía lejano y de goma, incapaz de responder a sus órdenes. Dos figuras con guantes se acercaron a él y lo arrastraron crudamente hasta otro lugar.
La superficie áspera del suelo raspaba su piel lastimada, añadiendo un nuevo nivel de tortura a su agonía ya existente. Sin poder ver nada por la tela negra que cubría sus ojos, sintió como le colocaban cables finos debajo de los dedos de sus pies, bajo los brazos y en los pulgares...
— ¡Aaaaaaah!
Una corriente eléctrica intensa sacudió su cuerpo con fuerza, provocando que se estremeciera sin control. La electricidad parecía conectarse y desconectarse en un ciclo interminable, enviando oleadas de dolor a través de sus nervios. Dentro de su mente nublada, un aroma fuerte a tabaco inundó sus sentidos.
Intentó enfocar su vista para ver quién se acercaba a él, pero sus ojos parecían no querer cooperar. Finalmente, notó una silueta que se acercaba a una distancia considerable. Su mirada se posó en las suelas pulcras y brillantes de unos zapatos negros, antes de que el humo del tabaco se intensificara y un punto rojo apareciera en la oscuridad.
— ¡Aggggggh!
La colilla de cigarrillo se frotó contra su piel que fue quemada repetitivamente con cigarrillos.
— ¿Con esta mano lo golpeabas? Un cuerpo pequeño, frágil, pero más resistente de lo que pareciera.
Un dolor intenso aturdió su cuerpo, nublando su mente y distorsionando su percepción. Todo sonaba lejano y su visión parpadeaba entre el negro y el blanco.
Los gritos de angustia y dolor llenaron sus oídos hasta llegar al límite de su paciencia. Pronto, una mordaza fría y metálica fue colocada en su boca, silenciando por completo a su persona. Luego, una bolsa plástica fue cubriendo lentamente su rostro, privandolo del aire que necesitaba desesperadamente para respirar.
Su asfixia momentánea se convirtió en una lucha desesperada por sobrevivir mientras el pánico se apoderaba de él.
— Suficiente.
Ante su orden la bolsa se retiró de su cabeza.
— Cof, cof, cof.
Las vejaciones y burlas de los torturadores siguieron por mucho, mucho tiempo. Parecieron varias horas pero en realidad solo llevaban a lo mucho unas dos horas. Cuando su cuerpo estaba completamente arruinado, su boca ni siquiera podía moverse por lo que los hombres sacaron la mordaza de su boca y le permitieron beber agua.
— ¿Qui…enes… son?
Tartamudeo mientras su cuerpo temblaba.
— Las respuestas son innecesarias cuando se trata de alguien que ya está muerto.
— ¿Mu…er…to?
— Si, tú ya estás muerto.
Las pupilas se volvieron agudas mientras escuchaba las palabras que se volvían más claras con el pasar del tiempo.
‘Esa voz…’
Una voz gruesa, serena, fría… Llena de un poder tan abrumador que le paralizó todo su cerebro.
‘Han Yeon… ¿Por qué?’
Su mirada fría definitivamente era diferente, algo que nunca había visto antes. Nunca se había imaginado tener al propio Han Yeon frente a él de esa manera.
— ¿Sorprendido? No me gusta el trabajo sucio, pero tú… Eres esa clase de basura… ¿Abusas los Omegas iguales a tu hermano menor y después los imprimes por diversión? Vaya… eso fue una sorpresa.
Esa bodega que terminó siendo su cuarto de tortura sería quizás lo último que viera en su vida, Kim Juwon no estaba listo para morir.
‘No moriré así…. No puedo morir aquí’.
***
[Se estima que el aterrizaje comenzará en un tiempo aproximado de veinte minutos]
— ¿Eh?
Mientras estaba distraído Jinwoo que tras una rápida ducha y un cambio de ropa se estaba sintiendo un poco más relajado, se sorprendió por las palabras que se escucharon por un altavoz dentro del Jet.
— ¿Jinwoo? ¿Estás asustado?
Cuando giró su rostro para ver a Han Seo se topó con una expresión gentil y unos ojos llenos de afecto. Cuando sus miradas se toparon se desplegó una suave y amable feromona Alfa. Era la feromona sutil de Han Seo.
Realmente en su vida pasada solo una vez se encontró con esa feromona. Solo una vez, después, la memoria de un Rut explosivo fue borrada y Han Seo ni siquiera se acordó de su historia de amor de esa ocasión.
La historia de amor que culminó creando una vida en su estómago. Una vida que nunca vio la luz del nacimiento, se fue y Jinwoo no pudo hacer nada para salvarlo.
— ...
— No tienes porqué sentirte asustado.
— Supongo que no, ya morí una vez, ya perdí todo una vez. ¿Qué más puedo perder ahora que no tengo nada?
El corazón de Han Seo se hundió en ese momento derivado de las palabras llenas de una profunda tristeza. En el momento que intentó acercarse para abrazarlo. Se notificó su llegada.
El Jet privado finalmente aterrizó.
Jinwoo se sorprendió cuando vio un extenso mar debajo de ellos. Por un momento su cuerpo sintió un extraño escalofrío. ¿No iba Han Seo a encerrarlo o sí? Pero en ese momento las luces de las luminarias sobre la pista de aterrizaje iluminaban hermosamente el paisaje.
A diferencia de la pista en la que estaba con su Hyung. Estaba completamente limpia, había mucho movimiento de personal y se veían ir y venir carritos pequeños similares a los de los campos de Golf.
[Se informa que se ha llegado a la pista de aterrizaje de la isla de Jeju. El personal de asistencia está esperando por ustedes.]
— Hemos llegado, ¿vamos?
— ¿No vas a encerrarme aquí, cierto?
Jinwoo pronunció las palabras con una expresión de desconfianza, sus ojos fijos en la mano extendida de Han Seo, como si temiera que un simple gesto pudiera sellar su destino.
— Tenemos un contrato pendiente y no se ha violado ninguna cláusula como para hacerte eso. Vamos.
Cuando Jinwoo finalmente sostuvo la mano de Han Seo, una extraña sensación reconfortante lo invadió, como si un rayo de calidez atravesara su ser. Pero antes de que pudiera procesar lo que sentía, su cuerpo fue elevado y sostenido en unos fuertes brazos.
— ¡¿Qué es esto?! ¡Déjame!
La sonrisa suave de Han Seo no se desvaneció, ignorando los intentos de Jinwoo por soltarse, que eran tan débiles como los movimientos de un bebé.
— Un esposo debe sostener a su cónyuge en su primera noche de bodas.
‘¿Noche de bodas?’
— ¿De qué estás hablando? ¡Estás loco!
— Nunca tuvimos una luna de miel apropiada después de nuestra boda. Deseo compensar eso ahora y también…
Cuando descendieron y finalmente se encontraron frente al limpio y oscuro mar, iluminado por la hermosa luz de la luna, el mundo pareció detenerse.
[¡Pack! ¡Pack! ¡Pack!]
Varios fuegos artificiales estallaron en el cielo, llenando el firmamento con tonalidades rojizas, azules, verdes, violetas y amarillas que danzaban en un lienzo nocturno de ensueño. Los ojos de Jinwoo se abrieron como platos, incapaces de parpadear, asombrado por la belleza que se desplegaba ante él.
‘¿Qué es todo esto?’
No se dio cuenta de que su cuerpo había descendido al suelo, y sus pies, como si tuvieran vida propia, lo sostenían firmemente. La pirotecnia sincronizada duró varios minutos, y nunca antes había presenciado algo tan impresionante en persona. Era un espectáculo que lo dejaba sin aliento.
— Jinwoo.
Detrás de él, una voz suave y seductora resonó, capaz de derretir todas las capas de su corazón y envolverlo en un cálido abrazo. Cuando Jinwoo giró, buscando al dueño de esa voz, se encontró con Han Seo, arrodillado y sosteniendo el más grande arreglo de flores que jamás había visto.
Su corazón se aceleró al mirar esos ojos llenos de confianza y afecto, ojos que había esperado tanto tiempo.
Jinwoo se quedó sin palabras, el sonido explosivo de la pirotecnia resonando en sus oídos, la fragancia de la feromona de Han Seo, que parecía un poco nervioso, llenando el aire. La sutil curva en la comisura de sus labios y ese traje que se amoldaba perfectamente a su cuerpo, haciéndolo lucir increíblemente sexy, lo dejaron aturdido.
Jinwoo tragó saliva, sintiendo su garganta seca mientras un extraño calor comenzaba a invadirlo.
— ... Es hora, feliz cumpleaños, cariño.
‘¿Cumpleaños?’
En ese instante, cuando su mente comprendió el significado de las palabras de Han Seo, una oleada de emociones lo abrumó. Sus ojos comenzaron a hormiguear, y un líquido tibio se deslizaba por sus mejillas, mientras la realidad de lo que estaba sucediendo lo golpeaba con fuerza. La mezcla de sorpresa, amor y una profunda conexión lo envolvía, y en ese momento, supo que realmente este era su primer cumpleaños en esta nueva vida. Jamás imaginó escuchar esas palabras de la boca de Han Seo, quien nunca se preocupó por celebrar su cumpleaños en su vida pasada.
¿No podría estar en un sueño derivado de su accidente? ¿Podría ser una locura creada por un cerebro congelado?
Pero la feromona Alfa, las sensaciones tan vividas sobre su cuerpo como la brisa del viento mezclada con el aroma al mar, el sonido de las olas rompiendo en la costa y los fuegos artificiales que eran algo hecho para él.
— Yo… Tú… ¿Cómo?
‘¿Cómo fue que lo recordaste?’
Leyendo la expresión en el rostro de Jinwoo, Han Seo sonrió y le extendió el ramo de flores, sin pensar mucho en eso, Jinwoo lo recibió y miró las flores tan hermosas y aromáticas como un loco.
Sus lágrimas no dejaron de deslizarse por su rostro.
— Te amo.
— Te odio… sniff.
Jinwoo decía mientras se ocultaba detrás del ramo de flores que sostenía. Su rostro estaba demasiado caliente y rojo como para darle la cara a Han Seo en ese momento.
— Está bien, Jinwoo puede hacer y sentir lo que quiera. Aceptaré todo de ti con tal de estar a tu lado.
Sus orejas estaban tan rojas, al igual que su rostro. Sin embargo, esa extremidad si era claramente visible para Han Seo.
En ese momento era difícil para él predecir los sentimientos de Jinwoo, dado que estaba sufriendo de un choque de feromona, su propia feromona Omega no podría expresarse con normalidad, pero el ver esas sutiles reacciones era más que suficiente para él.
En ese momento, si Jinwoo fuera un Beta, Omega, Alfa, lo que sea. Han Seo estaba enamorado profundamente de él.
— ...
No hubo una respuesta a su confesión. Realmente no importaba porque Han Seo estaba seguro de que en menos de tres meses podría demostrarle a Jinwoo sus verdaderos sentimientos y enmendar sus errores del pasado.
— Quiero comer algo…
Fueron las palabras que siguieron después de un silencio breve. Jinwoo bajó él arregló de flores para poder ver a Han Seo y balbuceó la primera cosa que se le vino a la mente.
— Bien, si. Tengo algo preparado para la cena.
Uno de los guardaespaldas recibió el gran arreglo de flores y Han Seo junto con Jinwoo se trasladaron hasta el puerto de la isla. Las luminarias tradicionales le daban una hermosa vista al mar.
Cada vez que miraba ese extenso pedazo de tierra lleno de líquido oscuro y solitario, su corazón se hundía y malos recuerdos regresaban a su mente.
Jinwoo pensó que sin importar las circunstancias, la huella que estaba plasmada en su corazón y su alma seguiría ardiendo sin importar cuanto tiempo pasara.
‘Lo siento copo de nieve… Por no protegerte…’
***
Cuando el automóvil llegó a su destino, Han Seo caminó guiando a Jinwoo por el muelle. Un gran yate los estaba esperando con la tripulación formada y con los rostros inclinados para darles la bienvenida.
Jinwoo miró de reojo la muñeca de Han Seo esperando encontrarse con un reloj para ver la hora. Parecía ser bastante tarde por la noche, pero para su sorpresa la muñeca de Han Seo estaba desnuda y constantemente la revisaba desde su teléfono celular.
Antes de poder poner un pie en la escalera del yate, las suelas de sus zapatos se elevaron.
Al principio pensó que estaba a punto de caer, pero al momento de sentir unos familiares brazos firmes se tranquilizó un poco, Han Seo nuevamente lo sostuvo para entrar al yate y se dirigió hasta una terraza donde había una mesa elegante dispuesta para dos personas a la luz de las velas y la luna.
Con una sonrisa cálida, Han Seo ayudó a Jinwoo a sentarse en la silla y se acomodó enfrente de él. El ambiente era festivo, con el personal de servicio preparando un banquete digno de un rey. Deliciosos aromas y sabores llenaban el espacio, tentando incluso al más exigente de los paladares. Jinwoo no podía evitar sentirse abrumado por la generosidad y atención que le estaban brindando. Cada plato era uno de sus favoritos, preparados con maestría y presentados con elegancia. Era como si todo el mundo se hubiera reunido para celebrar su presencia en ese lugar.
'¿Es una coincidencia?'
Mirando dudoso a Han Seo, sus pensamientos fueron interrumpidos por la sensación de hormigueo en su estómago. Fueron muchas emociones fuertes por las que su cuerpo fue sometido y no tenía nada de alimento.
En ese momento, Jinwoo se percató que comenzó a sentir hambre después de mucho tiempo. Por lo que sin pensar más en eso, sostuvo sus palillos y los enterró sobre el arroz.
Fue una cena silenciosa, pero agradable debajo de la luz de la luna y fuegos artificiales.
Mientras Jinwoo comía arroz con guarniciones, Han Seo no tocó sus alimentos y solo permaneció mirándolo comer. Sus mejillas pálidas y delgadas estaban infladas por el alimento dentro de su boca.
'Es lindo'.
Su corazón latía aceleradamente cuando Jinwoo estaba frente a él, cualquier cosa que hiciera le parecía hermosa. Perfecta.
Fue como si toda su necesidad fuera satisfecha con el simple hecho de que Jinwoo estuviera frente a él. En ese momento, sus manos estaban hormigueando. ¿Era un buen momento para darle un presente?
Dado que no podía sentir la feromona Omega no había manera de anticiparse a las emociones de Jinwoo pero en ese momento parecía tranquilo y disfrutando de los alimentos.
— Jinwoo.
Cuando Han Seo llamó su nombre, Jinwoo pretendió no escucharle y pretendió seguir comiendo. Sin embargo, la voz dulce de Han Seo le provocó náuseas y su apetito se arruinó.
— Esto no te dará ningún punto extra… Ya no tengo hambre.
Jinwoo soltó los cubiertos, pero su cuerpo extrañamente temblaba al ver la gran extensión de mar moverse calmadamente en la oscuridad de la noche.
Era aterrador.
— Tengo algo para ti.
— No necesito nada de Han Seo. ¿Dónde estabas mientras Hyung me estaba secuestrando? Dices que estamos enlazados… Eso se puede arreglar para ti y no quiero estar a tu lado. No deseo competir con el Omega que está en el Corazón de Han Seo. Lo hice en el pasado, pero no ahora.
Por alguna extraña razón, la imagen de ver a Han Seo con ese Omega en aquellas fotos del pasado se revivió tan vívidamente. Lo entregó todo para poder ganarse el corazón de Han Seo, pero al final nada fue importante.
¿Por qué repetir el mismo error? Una persona no cambia, nunca lo hacen. Jinwoo lo sabía intuitivamente al ver la expresión de Han Seo tensarse ante su pregunta.
‘Estabas con él’.
Ese pensamiento lo hizo sentir furioso por alguna razón. Su corazón se estremecía sin control cuando se trataba de esa persona, si tan solo hubiera sido Han Seo la persona que hubiera llegado a ese avión.
Jinwoo pensó que realmente era Han Seo la persona que lo protegería. Pero estaba claro que esos pensamientos eran solo ideas tontas en su mente. Aún así, era como si un cúmulo de palabras se condensan en su garganta desesperadas por salir.
— ... No tengo intención de ser herido por ti. Cada vez que pienso en confiar en Han Seo… No puedo hacerlo. No cuando por Han Seo tuve que soportar perderlo todo.
— ...
‘¿Perderlo todo?’
La expresión estúpida en el rostro de Han Seo puso más furioso a Jinwoo. Su corazón estaba lleno de resentimiento, había una gran deuda que saldar por la vida que se fue antes que él al cielo. Era una deuda de sangre que no podría saldar nunca. Pero la ira al verlo así.
— Nunca me miraste… Ni una sola vez, cuando pasamos el ciclo de Rut me rogaste y me diste amor, después me trataste como si nada hubiera pasado. ¿Nunca pensaste que un ser humano como yo podría tener sentimientos?... Ah, ¿Qué importa ahora? Ni siquiera tengo que escuchar tus palabras, odio ver tu cara, pero cuando estuve asustado… Fuiste en lo único que pensé… Fui un idiota y tú solo te diviertes conmigo, entonces. Cuando estés satisfecho dame mucho dinero y aléjame como lo hiciste en el pasado.
Las balas de cañón que golpearon directamente en su corazón fueron dolorosas. Por un momento el sonido exterior se ensordeció y sus oídos comenzaron a zumbar. Sus manos comenzaron a hormiguear y por unos momentos su mandíbula estaba fuertemente cerrada.
No había manera de poder mirarlo a la cara.
Lo correcto era renunciar a él y dejar a Jinwoo ser feliz con la persona que él escogiera… Pero Han Seo no era una persona considerada… En su mente, la idea de ver a Jinwoo, su cónyuge, su Omega marcado sosteniendo la mano de otro Alfa le hacía hervir la sangre.
Nunca podría permitir algo así.
Jinwoo estaría a su lado durante toda su vida. ¿De qué manera podría Han Seo demostrarle a Jinwoo que sus intenciones eran verdaderas?
— No puedo borrar el pasado, pero renunciar a ti es imposible para mí. Si te escondes te encontraré, si escapas te perseguiré, si me rechazas lo intentaré una y otra vez. No busco tu perdón, no espero que me perdones, puedes odiarme tanto como tu corazón quiera. Es mi turno de esperar por ti.
‘¿Por qué este bastardo es tan guapo?’ Jinwoo se olvidó de su ira en el momento que miró el rostro atractivo uniformado escupiendo palabras que le hacían revolotear su corazón. De seguir así podría saltar a sus brazos en ese momento. Pero lo soportó al entender la situación en la que se encontraba.
Realmente Han Seo no había cambiado.
Una suave mano acarició el dorso de la suya. Fue un toque gentil y cálido capaz de derretir su corazón en ese momento. ¿Por qué ahora? ¿Por qué cuando todo estaba destruido, cuando todo estuvo perdido, esa persona giró su rostro hacia él?
— Dame el divorcio, No quiero llorar más por tu causa y necesito un teléfono celular.
— Do Yeon se está encargando de tu manuscrito, todo está bien organizado por él.
— ¿Por qué …? Ah…
Jinwoo exhaló un largo suspiro intentando calmar sus emociones. Han Seo, quien nunca mostró interés en él antes… Ahora actuaba como un bastardo loco.
— ... Mi teléfono celular, por favor.
Jinwoo extendió su mano como si fuera consciente que su celular estaría en posesión de Han Seo.
— ¿A quién quieres contactar? Puedo hacerlo por ti si es urgente.
Han Seo que secó su teléfono celular del bolsillo lateral de su pantalón, se quedó quieto ante las palabras que siguieron.
— Bien, llama a Choi Sang.
— No, ¿por qué quieres involucrarte con ese bastardo?
— ¿Quién es Han Seo como para decirme que puedo o no hacer?... Realmente, no. Lo veré regresando, así que no es necesario que lo contactes ahora.
Jinwoo fue consciente de la vena de sangre que brotó de la frente recta en el rostro rígido de Han Seo.
— Jinwoo, ¿tienes una aventura con el hijo del congresista Choi?
Jinwoo miró a Han Seo así y respondió — Quizás. sin titubear. Después miró la soda italiana, la sostuvo y sorbió de la pajita.
Una extraña satisfacción llenó su corazón al ver la expresión estúpida en el rostro de Han Seo.
‘¿Qué puedes hacerme? Ir y denunciar que tú Omega impreso te es infiel y dejarlo ir a una prisión’.
Jinwoo se rió para sí mismo. En el pasado jamás podría hacer nada contra los deseos de Han Seo pero ahora… Le costaba admitir que disfrutaba verlo ponerse celoso, loco como un perro a punto de ser abandonado. Incluso era un poco lindo.
Su rostro miró de reojo a su oponente.
Han Seo aflojó la corbata que ataba su cuello ante las palabras que nunca esperó de su cónyuge, su respiración se volvió irregular y tomó del vaso de licor rápidamente. Sus ojos revoloteaban en ese momento.
¿Por qué sentía ese cosquilleo en su interior? Era desafortunado que ese idiota fuera tan atractivo, siempre había sido así pero… Ese uniforme.
‘Jinwoo’.
Al recordar su voz suave y baja, su pecho comenzó a acelerarse y la sangre se precipitó por su rostro.
‘Oh Dios…. ¿Por qué tiene que verse tan guapo?’
— ¿Jinwoo?
Una sensación cálida fue palpable sobre su frente y se deslizó hacia su mejilla. Fue la mano de Han Seo que estaba tocando suavemente su piel como si comprobara su temperatura corporal.
¿Por qué demonios actuaba de esa manera?
[Bum, bum.] Su corazón parecía estar a punto de salir disparado de su pecho. Era una sensación contradictoria y frustrante. Después de vivir como un hombre sediento en un desierto, después de tanto… Cuando finalmente había renunciado a todo llegaban esas caricias que ahora eran dolorosas, pero a pesar de eso no era capaz de alejarse.
¿Qué hubiera sucedido si Han Seo le hubiera dedicado una muestra de ese afecto en el pasado? ¿El desenlace hubiera sido diferente?
— ¿Por qué…? Han Seo ¿Si me amabas tanto por qué me trataste así en el pasado? ¿Por qué no fuiste de esta manera desde el inicio?
Jinwoo intentó con todas sus fuerzas contener su voz quebradiza. El hecho de hablar ahora no cambiaría nada. Sin embargo, no pudo evitar retener las palabras que se acumulaban en su garganta desde hace tiempo.
El saber algo del pasado no cambiaría nada, nada se arreglaría, eso era un hecho. Pero su corazón no paraba de sentirse ansioso esperando la respuesta de los labios cerrados de Han Seo.
Después de un tiempo. Como si hubiera estado escogiendo las palabras apropiadas, Han Seo finalmente habló.
— No me hubiera casado de no haber sentido algo por ti. Al principio pensé que eras hermoso y me provocaste mucha curiosidad, pensé que eras un Omega caprichoso como todos al ver como el presidente Kim pretendía tratarte bien. Después… Todo fue mi culpa, me sentí presionado de no decepcionar las expectativas de mis padres, quienes se retiraron anticipadamente y me dejaron a cargo. No es como si quisiera excusarme, pero muchos problemas llegaron a la vez… Sin pensar, me desquité contigo. Quedé cegado por mi coraje y mi orgullo herido. Cuando sucedió el fraude de los Kim mis padres ya estaban al tanto de todo, pero yo fui inexperto.
Realmente, Jinwoo creyó que sus palabras eran sinceras. Nunca había visto que Han Seo inclinara su rostro ante nadie. Sin embargo, la expresión que estaba frente a él en este momento se encontraba con un arrepentimiento pensado y denso.
Tomando aire llenó sus pulmones.
— Al haber usado supresores no fue posible sentir la feromona que Tae Jun clavó ese día, realmente pensé que había sido una buena decisión el haber aceptado su interpretación de convivencia. Después de nuestro divorcio… Yo… Fallé, tuve una relación con él, pero después de eso me sentí más miserable. Tu ausencia me carcomió sin darme cuenta. Cuando supe… Cuando supe lo del bebé fue demasiado tarde…
La mano temblorosa de Han Seo sostenía la mano de Jinwoo. En ese momento, Han Seo no estaba seguro de las palabras que estaban saliendo de su boca. Lo único que sentía en su corazón era un arrepentimiento sincero.
— En el momento que me encontraba viendo tus pertenencias olvidadas en la residencia… Lloré y rogué porque tuviéramos una nueva oportunidad… Ja. Es irónico pensar que estás frente a mí en este tiempo ahora y que a pesar de tener una segunda oportunidad no hago más que cometer errores.
— ... Han.
— Jinwoo te amo. Aunque tú me odies, el hecho de que mi corazón te pertenece a ti no cambia y sé que tú sientes algo por mí, nunca hubiera insistido tanto de no ser…
Han Seo tragó saliva por su garganta seca antes de continuar.
— ... Porque me marcaste primero. Ah, cuando eso pasó fui tan feliz, fue como un sueño. Deseaba desesperadamente replicar la marca en tu cuerpo, pero me contuve porque sabía que estabas bajo tu ciclo de celo. Incluso después de haberte forzado durante mi ciclo de Rut no me arrepiento, no me arrepiento de haberte sostenido y replicado la marca.
Jinwoo escuchó en silencio esas palabras. Realmente esperaba una reacción completamente inesperada, pero no se sorprendió por esas palabras. Han Seo era un Alfa sinvergüenza hasta el final.
Eso era un poco gracioso. Realmente no se estaba disculpando, por el contrario, estaba diciendo que el arrepentimiento de los actos derivados de una historia de amor no existía.
‘Sinvergüenza’.
— Jinwoo… ¿Puedo besarte?
Los ojos de colores brillantes se estremecieron ante esa solicitud. ¿Desde cuándo estaba Han Seo tan cerca de él?
— ...
Su boca permaneció firmemente cerrada, pero sus mejillas estaban completamente cubiertas de un rubor intenso.
Su mejilla fue sostenida con una fuerza tan suave y un aliento caliente se fue acercando gradualmente.
Sus labios quedaron tan cerca que podía sentir un ligero roce.
— Si no lo deseas puedes empujarme…
En ese momento los labios de Han Seo presionan suavemente los suyos. Fue solo un roce superficial y rápido. En pocos segundos se retiraron y una sensación incómoda lo invadió.
Jinwoo no detuvo a Han Seo que lo había besado.
Ante el permiso silencioso, Han Seo nuevamente besó a Jinwoo, pero esta vez fue por más tiempo y nuevamente se retiró. Jinwoo tampoco dijo nada, pero en esta ocasión sus labios se entreabrieron solo un poco.
Esa acción disparó la presión sanguínea dentro del cuerpo de Han Seo. Quien se acercó de nuevo y superpuso sus labios contra los de Jinwoo. En esta ocasión no los retiró de inmediato. Jinwoo no cerró su boca y permitió que la lengua caliente y húmeda de Han Seo penetrara en su interior y entrelazar su lengua como una serpiente astuta.
Su cuerpo comenzó a sentirse caliente y en su parte inferior se comenzó a sentir algo punzante siendo obstruido por el pantalón de piloto ajustado. Jinwoo ni siquiera estaba desprendiendo feromona Omega, era como un Beta en ese momento. Sin embargo, la estimulación que provocó en su cuerpo era tan intensa que ni siquiera importaba el uso de la feromona.
Pero aún así, Han Seo no pudo contenerse y derramó un baño de feromona espesa sobre su oponente, fue una feromona tan empalagosa que Jinwoo sintió como un aroma fresco lo envolvía suavemente relajando cada músculo y tendón de su cuerpo.
— Mmmm.
Un jadeo fue ahogado por el apasionado beso. Sus brazos se movieron contra su voluntad y rodearon el cuello de Han Seo mientras sentía como unos fuertes brazos lo sostenían de la cintura y lo elevaban. Sus piernas se entrelazaron a la cintura de Han Seo mientras era llevado hacia dentro del barco.
En pocos momentos su espalda tocó algo suave, cálido y acolchado.
Ver la figura de Han Seo vestido de esa manera provocó que su cuerpo comenzara a sentirse más caliente de lo normal. Sus manos que habían estado rodeando el cuello se deslizaron hasta la corbata ligeramente desalineada y la deslizó por completo.
— ¿Tanto te gusta verme vestido de esta manera?
— ...
La curva desvergonzada de sus labios era terriblemente hermosa. Jinwoo se volvió como un tomate rojo y giró su rostro sin responder. Ante ese gesto, Han Seo se inclinó y mordió suavemente el lóbulo de su oreja.
— Entonces, mírame bien… Esto es todo para ti.
Con delicadeza y cuidado, Han Seo se arrodilló frente a Jinwoo y comenzó a desabrochar cada botón del saco de piloto. El sonido suave del tejido cediendo bajo sus dedos llenaba el silencio. Una vez terminado, continuó con la camisa blanca, revelando un pecho tonificado y esculpido al abrirse la tela.
La mano de Han Seo tomó la de Jinwoo y la guió hasta su pecho. En ese momento, no sólo pudo sentir la perfecta piel dura bajo sus dedos, sino también las pulsaciones fuertes de un corazón latiendo con fuerza. Un calor intenso se expandió por todo su cuerpo al tocar aquella piel cálida y vibrante.
Sorprendido ante esta inesperada sensación, Jinwoo abrió los ojos lentamente, encontrándo la intensa mirada de Han Seo fija en él.
— Yo… Estoy muy nervioso de sostenerte, te amo y no quiero lastimarte, pero si no te tomo ahora me volveré loco.
Jinwoo se quedó en silencio ante la confesión de Han Seo. Después la mano de Han Seo se colocó y presionó suavemente su pecho.
— Sé que tú también sientes lo mismo, pero ahora voy a respetar cada decisión de Jinwoo, si no deseas esto… Detenme ahora, de lo contrario no seré capaz de parar.
— ¡Ah! Espera.
La sensación cosquilleante en su parte interior era cada vez más intensa. Su mente derretida por la feromona que impregnaba su cuerpo era placentera y provocaba que las sensaciones se propagaran en su cuerpo como descargas eléctricas.
Deteniendo sus acciones, Han Seo miró el rostro de Jinwoo tratando de comprender el verdadero significado de sus palabras. Las caricias sobre su cuerpo caliente eran más intensas que lo normal, ante eso su razón estaba tambaleándose entre el placer y su situación actual.
Han Seo también sabía eso, la feromona del Alfa impreso era de ayuda para el tratamiento del choque de feromonas de un Omega, por lo que liberó toda su feromona y baño a Jinwoo esperando que pudiera recuperarse pronto. Sin embargo, era consciente que su situación no sólo era algo físico.
Su cuerpo sufrió más debido a una depresión crónica y el estrés excesivo. Ante eso, Han Seo miró el cuerpo debajo de él, empapado de placer, abrió sus piernas y se colocó entre ellas, sosteniendo su miembro revoloteante.
— ¡No!
Jinwoo se retorció ante la emoción que inundó su cuerpo. Sin embargo, su cuerpo no se comportaba como en ocasiones anteriores y constantemente parecía evadir su mirada.
A pesar de la evidente emoción, sus sentimientos eran claros, por lo que Han Seo suspiró y retrocedió antes de realizar la inserción.
— No puedo dejarte en ese estado, intenta relajar tu cuerpo.
Han Seo colocó ambas erecciones juntas y comenzó a friccionar aceleradamente los pilares en llamas, en ese momento — Uf. Un gruñido salió de su garganta al sentir una caricia inesperada.
— Ah, Jinwoo…
Fue la mano suave de Jinwoo la que estaba acariciando su pilar, el movimiento no fue tan rápido como el suyo, pero la estimulación de una temperatura corporal diferente a la suya, provocaron que rápidamente llegará al clímax.
— ¡Ah!
— Mierda.
Era como suministrar agua con gotero a un sediento mendigo. Pero Jinwoo se desvaneció por el clímax sobre su cuerpo agotado por las emociones fuertes.
Después de limpiar su desastre, Han Seo se acostó y abrazó la cintura de Jinwoo suavemente, dispersando su feromona durante toda la noche.
El ver esa expresión relajada, tranquila, acompañada de una respiración uniforme, fue una satisfacción que llenó su corazón de una forma distinta.
Deseándole un sueño libre de pesadillas, Han Seo depositó varios sutiles besos sobre la nuca de Jinwoo, cada uno cargado de una ternura que parecía desafiar la oscuridad que había acechado sus noches. Se quedó a su lado, cuidando su sueño durante toda la noche, como un guardián en un mundo donde los monstruos acechaban en las sombras.
Jinwoo pudo sentir el calor del cuerpo de Han Seo a su lado, una presencia que lo envolvía en un abrazo cálido y reconfortante. La feromona que emanaba de él actuaba como un fuerte escudo protector, disipando el miedo y la ansiedad que solían atormentar su mente y cuerpo. Por primera vez en mucho tiempo, se entregó al sueño sin soñar, dejando que la paz lo envolviera.
Pero cuando volvió a abrir los ojos, se encontró ante un escenario familiar, un páramo carente de vida que había visitado en sus sueños anteriores. La desolación lo golpeó como un puño en el estómago.
Frente a él estaba ese árbol tan viejo y seco, un espectro de lo que alguna vez fue, con casi todas sus ramas caídas y un gran agujero en el tronco que parecía gritar su agonía. La tristeza lo invadió, y sintió que su corazón se encogía al pensar en la vida que había florecido allí. Tal vez había sido un árbol de cerezo, pero ahora, en su estado marchito, era imposible estar seguro.
Mirando a su alrededor, Jinwoo notó que no había arroyo ni río cercano, nada que pudiera suministrar vida a esa vasta extensión de tierra muerta. La desolación era abrumadora, y una profunda pena lo invadió por el árbol que había muerto, un símbolo de la pérdida y la soledad.
Se acercó un poco más al árbol, y de repente, un chillido resonó desde el agujero que perforaba su tronco. Una liebre saltó, sorprendiendo a Jinwoo y rompiendo el silencio opresivo que lo rodeaba.
— Wow.
Su exclamación de sorpresa hizo que la liebre, que parecía a punto de huir, se detuviera por un instante, como si el tiempo se detuviera. Sus ojos se encontraron, y en ese breve momento, Jinwoo sintió una conexión inexplicable. Pero la liebre, asustada, giró su pequeña cabeza y saltó lejos de él, desapareciendo en la desolación.
Era una liebre hermosa y diminuta, un destello de vida en un mundo marchito. Ante eso, su curiosidad se despertó, y una chispa de esperanza iluminó su corazón. Quizás ese agujero había sido hecho por la liebre buscando un hogar, un refugio en medio de la desolación. Con ese pensamiento, Jinwoo se acercó aún más al árbol, su mirada fija en el agujero, preguntándose si había más vida escondida en la tristeza de aquel lugar.
Dentro del árbol seco y sin vida había una pequeña flor. De color blanco puro con cinco pétalos similar a un azahar.
'Imposible'.
¿Quizás la liebre…?
La flor era pequeña, demasiado pequeña para su tamaño normal, pero era bonita y estaba brillando radiantemente dentro del cascarón de un árbol sin vida.
'La naturaleza es extraña'.
Jinwoo giró su rostro esperando ver a la liebre que se había alejado hacía unos momentos, pero todo estaba sin ningún cambio.
'Es difícil vivir en un lugar así'.
Un lugar sin pastizales verdes ni corrientes de agua que alimentarán la vida…
Sin embargo…
— ¿Jinwoo?
La voz familiar se filtró en sus oídos y una extraña somnolencia lo invadió, era difícil abrir sus ojos porque estaba ante una sensación cálida y acogedora.
Han Seo intentó mover el cuerpo hecho bolita debajo de las mantas, pero ante esa imagen tan linda no pudo despertar a Jinwoo y sólo lo llamó suavemente por su nombre.
Después de un rato, las mantas comenzaron a moverse y una cabeza con el cabello rebelde se fue asomando.
Jinwoo tenía los ojos hinchados de tanto dormir y su cabello era todo un lío.
'Lindo'.
Han Seo pasó su mano por el cabello rebelde y Jinwoo aceptó ese gesto con naturalidad.
— Al parecer tuviste una buena siesta.
— ¿Mmm?
Jinwoo llevó sus manos a su rostro y talló sus ojos. Intentó sacudirse la sensación de sueño que lo había envuelto la noche anterior.
'Es cierto…'
La noche anterior… Él y Han Seo no habían hecho más allá de aquello. Fue una sorpresa para Jinwoo el hecho de que Han Seo hubiera mantenido su palabra. Pero en el fondo sintió una ligera decepción.
¿Por qué? ¿No se supone que él no deseaba mezclarse más con Han Seo? Entonces, ¿por qué se sentía decepcionado de no haber llegado hasta el final?
Al mirar el rostro de su oponente fue aún más extraño. Un rostro perfecto e impecable lo miraba con una expresión gentil.
¿Por qué se comportaba como un idiota? Jinwoo no podía entender las acciones contradictorias de Han Seo, pero en el fondo, tampoco tenía una clara disposición sobre lo que quería en esa relación extraña y confusa. La frustración burbujeaba en su interior, pero había algo más, una inquietante curiosidad que lo mantenía al borde.
— ¿Tienes hambre? Podemos tomar los alimentos en el exterior, ¿qué piensas?
Jinwoo lo miró fijamente, sintiendo cómo su corazón se debatía entre la irritación y la atracción. Después de unos momentos, suspiró, como si se hubiera rendido ante la inevitable realidad de su situación. — Sí, como sea. Pero entonces, algo llamó su atención, algo que antes no había notado.
El suave roce de la seda en su piel lo despertó a un nuevo día, y al mirar hacia abajo, se dio cuenta de que estaba vestido con un pijama de seda que claramente no recordaba haber usado antes. Al rememorar los eventos de la noche anterior, se dio cuenta de que su "luna de miel" no había sido como había imaginado; en lugar de ser secuestrado por su Hyung, había sido arrastrado a un barco por su cónyuge.
Sus ojos se posaron en Han Seo, quien normalmente estaba sumido en sus tareas de oficina, pero ahora lucía completamente diferente. Vestía unos shorts cortos de playa y una camiseta casual con una abertura en el cuello en forma de "V", dejando al descubierto su pecho tonificado. Era una imagen sorprendentemente distinta a lo que estaba acostumbrado a ver, y no pudo evitar sentirse atraído por él.
La mirada de sus ojos color miel se dilató ante el impactante contraste que nunca habría imaginado ver en su vida. Tal vez todas las alarmas que resonaban en su mente, llenas de disparidad y contradicción con lo que antes creía como realidad, eran la manera en que su subconsciente intentaba decirle que nada era verdadero.
Una sensación extraña e irreal lo invadió al darse cuenta de que podría estar en un hospital, soñando con alguien a quien había deseado tener a su lado toda su vida. Con la tranquilidad etérea del rostro frente a él, no pudo contener el impulso de hablar: — ¿Por qué estás usando esa ropa? Su voz tembló, cargada de una mezcla de confusión y vulnerabilidad.
La reacción de Han Seo fue sorprendentemente normal, como si fuera algo a lo que estuviera acostumbrado.
— ¿No se ve bien? No puedes traer ropa formal a una luna de miel. También hay ropa para ti, es un conjunto de pareja.
— ¿Conjunto de pareja?
La expresión en el rostro de Jinwoo era de incredulidad, como si Han Seo estuviera hablándole en un idioma extranjero diferente al coreano. Pero realmente había entendido bien. Después de eso, Han Seo le extendió un conjunto impecablemente doblado que tenía el mismo estampado de frutas cítricas en color azul.
‘Este idiota’.
Jinwoo frunció el ceño y, de mala gana, aceptó el cambio de ropa. Luego, miró alternativamente por la habitación, como si estuviera buscando algo, y Han Seo, al notar su mirada furtiva, anticipó sus pensamientos.
— El baño está pasando por esa puerta.
— Bien…