— Ah… No…
Dentro de su visión nublada por el intenso calor que consumía su interior. Jinwoo alcanzó a vislumbrar la fachada de un hotel. Su cuerpo, al igual que sus sentidos hipersensibilizados por la feromona que golpeó su cuerpo con violencia, reaccionaron.
La mezcla de olores comenzó a picar en su nariz cuando fue llevado por el elevador hasta una habitación. La feromona Alfa que lo estaba incitando no era como la recordaba. Fue tan agresiva que su cuerpo se retorcía en un dolor insoportable.
— No…
Jinwoo intentó con todas sus fuerzas contener el líquido que estaba comenzando a fluir desde su parte inferior y mojaba su ropa. ¿Cómo llegaron a este punto? Han Seo jamás fue así, nunca había usado su feromona para doblegarlo.
— Han… Ah.
Sus manos temblorosas se aferraban a su cuello y su nariz se enterraba en la tela de la camisa de Han Seo. Después todo se volvió oscuro.
Fue la sensación de calor y humedad extremas la que comenzó a empujar su conciencia de regreso. Jinwoo sintió como su cuerpo se estremecía por una estimulación intensa en sus genitales que eran envueltos por algo viscoso y caliente.
La sensación de succión fue aumentando gradualmente y la lengua que barría su pilar pinchaba el agujero de la uretra con tenacidad, al punto que era doloroso. Sin embargo, con un cuerpo que había entrado en un ciclo de celo, el dolor pronto fue olvidado y la sensación de un clímax provocó que toda su piel se volviera de gallina.
Jinwoo intentó apartar a Han Seo. — ¿Qué…? Oh… No… Cuando intentó mover sus manos, estaban inmovilizadas. Sacudió su cuerpo desesperadamente, mientras que su boca no podía escupir palabras entendibles.
— Ah… uf… Espera… No.
Se estremeció violentamente mientras sentía como sus genitales temblaban dentro de la boca de Han Seo. En ese momento su mente se volvió a calentar, la feromona Alfa que se derramó sobre él comenzó a impregnar cada minúscula célula de su cuerpo.
Su interior comenzó a arder ante la expectativa de recibir los genitales de Alfa y pronto sintió como el líquido amoroso se derramaba como una presa colapsando.
— Ah…
Girando su rostro avergonzado, Jinwoo comenzó a llorar. No eran caricias gentiles y amables. No era así, nunca fue así. Esas no eran las caricias que Han Seo le mostraba en el pasado.
— Ahhhh.
Su cuerpo tembló ante la estimulación sobre su glande que acababa de eyacular. Fue algo doloroso, pero después de unos segundos, nuevamente su cuerpo transformó ese dolor en una sensación cosquilleante que le acelera el corazón.
— Dulce… Eres tan dulce…
Han Seo sacó sus genitales de su boca. El semen que no pudo tragar y que se había derramado por las comisuras de sus labios, fue recogido con las yemas de sus dedos y lo lamió como si fuera un dulce delicioso. Después inclinó la parte superior de su cuerpo y besó el glande tembloroso de Jinwoo superficialmente.
El aliento caliente que golpeó el área sensible provocó una reacción involuntaria. Pronto, el pene estuvo nuevamente de pie y revoloteando.
Jinwoo intentó mover sus piernas, pero estaban siendo separadas por las manos de Han Seo. Por lo que sin importar la fuerza con la que intentó cerrarlas, no podía competir con la fuerza de un Alfa.
— No así… Seo… Ah.
Su cuerpo se estremeció cuando sus dedos cavaron por la pared interior. El movimiento que se extendía en forma de tijera forzaba a su agujero a abrirse gradualmente. Su pared interior succionó los dedos como si quisiera tragarlos y llevarlos más adentro.
— Wow.
De la nada, su cuerpo se sacudió violentamente y sus piernas fueron inclinadas hasta casi llegar a su pecho, la parte inferior quedó en el aire y los dedos de Han Seo cavaron más profundamente. Un aliento caliente rozó su pecho.
Sus pezones, estimulados por las sensaciones que lo estaban volviendo loco, se volvieron tan duros como piedras preciosas. La lengua caliente de Han Seo barrió su sensible piel y después la masticó.
— Ahhhh.
Su cuerpo se estremeció ante los espasmos de un clímax más fuerte que el anterior y el semen que fue expulsado cayó por todo su pecho y algunas gotas se derramaron sobre su barbilla.
— Mira eso.
Han Seo llevó su pulgar hasta donde se encontraba la mancha de flujo grisáceo y barrió la piel. Jinwoo no supo si los dedos de Han Seo limpiaron o esparcieron más sus fluidos corporales. Después de acariciar la barbilla de Jinwoo, Han Seo llevó sus dedos a su boca y lamió el fluido que había salido de su cuerpo.
— Por favor…
Jinwoo lo intentó de nuevo… Un Alfa en un ciclo de Rut era igual a una bestia. Su cuerpo estaba reaccionando, pero no se sentía igual…
Han Seo miró a Jinwoo con ojos llenos de un deseo tan oscuro que sintió como era devorado por esa profunda mirada.
— Ahhhh.
Sus piernas fueron abiertas hasta el límite y la cabeza de Han Seo se enterró entre ellas. La lengua que estaba hace unos momentos estimulando su erección ahora estaba perforando su parte inferior.
— ¡Es… Ah…!
Jinwoo sintió como la piel de sus muñecas palpitaba, aún así el dolor no podía superponerse a ese placer que estimulaba desde sus pies hasta la punta de su cabeza. La intensa electricidad que recorrió su cuerpo le hizo ver fuegos artificiales.
— Ah… Si.
A pesar de que la feromona era cruel, los movimientos fueron gentiles y pronto estuvo inmerso en un placer tan grande que le provocó más codicia. El cuerpo que estaba insatisfecho y sediento necesitaba aliviar su necesidad.
Fue como en el pasado.
Los ojos que lo miraban con tanto deseo, los labios que devoraban su cuerpo.
— Suéltame… Ah.
Jinwoo suplicó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Escuchó un gruñido salir de la boca de Han Seo. Y nuevamente repitió su súplica.
Han Seo detuvo sus acciones por un momento y miró a Jinwoo a los ojos.
— No hagas eso, no sabes todo lo que estoy soportando para no lastimarte, si lloras así me dan ganas de… Ah… Nunca, nunca más vuelvas a sonreírle así a alguien más… Jinwoo… Nunca.
— Ahhhhh.
Antes de que su mente pudiera entender el significado de esas palabras, un gran, gran trozo de carne caliente se comenzó a frotar contra los pliegues de su agujero. La erección penetró por su agujero hasta lo más profundo de su cuerpo y golpeó la zona secreta en su interior.
Un gran chorro de líquido traslúcido fue expulsado de su pene y su espalda se arqueó involuntariamente. Fue tan bueno que su visión se volvió blanca, después negra y después de colores.
El pilar que se frotaba contra su pared interior, las manos que sujetaban su cadera con tanta fuerza que parecía a punto de romper su piel. La feromona Alfa que lo estaba sofocado. Fue una sensación de clímax que nunca había sentido.
— Ahhh.
El pilar que penetraba en su interior comenzó a golpear un lugar especial, la sensación de pinchazo en esa hinchada protuberancia que bloqueaba el camino era dolorosa pero al mismo tiempo placentera.
Cuando el pene salió hasta el punto de estar casi completamente fuera de su cuerpo, Jinwoo sintió un vacío incómodo. Estaba a punto de suplicar que no se detuviera, pero antes de que pudiera hablar, la erección se clavó ejerciendo mucha presión.
— ¡Ahhhhhhh!
Su boca se abrió por completo y fluidos de saliva comenzaron a deslizarse por las comisuras de su boca. Los dedos de sus pies se enroscaron y todo el aire salió de su cuerpo.
— Cariño, llámame así, como lo hiciste antes… Ah… Hazlo, hazlo.
Jinwoo miró a Han Seo suplicarle así, su corazón se sintió contraído al recordar esa palabra. Es una palabra que usas con alguien al que amas, con alguien con el que compartes tu vida…
'Cariño, ¿por qué me llamas así?'
Si el corazón pudiera expresar su dolor… Esa sensación de dolor que va más allá de una herida física.
Jinwoo cerró sus labios con fuerza, reprimiendo las palabras que estaban acumulándose en la punta de su boca.
— ¡Ah!
El pilar dentro de su cuerpo entró y salió con fuerza.
— Cariño… Ah… Por favor… Llámame así, amor.
Jinwoo lo miró con lágrimas en sus ojos. No podría soportar dos veces el mismo dolor.
— Ahhhh, no.
La sensación del pene pinchando ese lugar, que era tan profundo y secreto, fue intensa. Sin embargo, pese al placer que estaba nublando su mente, su corazón se sintió contraído.
'No quiero esto'.
Realmente, en ese momento tanto su mente como su cuerpo y corazón estaban en un lío.
— Estás herido.
Fueron las palabras que siguieron. Lo que ataban sus muñecas pronto se desvaneció y una suave caricia quedó en su lugar.
Las acciones de esa persona eran tan contradictorias que su mente era incapaz de entenderlo.
Era frustrante.
Ver el más grande deseo de su corazón convertido en su más grande pesadilla.
— ¿Jinwoo?
Su mente exhausta se dejó arrastrar por esa sensación que desmanteló sus articulaciones y volvió sus músculos como algo similar a un trapo.
***
La sensación de hormigueo en su cuerpo se volvió insoportable, acompañada por convulsiones tan violentas que parecía como si quisiera arrancarse la piel. Su parte inferior estaba entumecida, pero un calor abrasador emanaba de ella, amenazando con consumirlo.
Sonidos repugnantes y húmedos resonaron en sus oídos, aumentando gradualmente en intensidad. Con esfuerzo, Jinwoo logró abrir los párpados pesados y enfrentar la realidad.
Su cuerpo estaba postrado sobre una cama empapada de fluidos corporales, con una pierna extendida sobre el hombro de su agresor quien lo sujetaba con firmeza. Sus nalgas se sentían completamente desgarradas. Un objeto caliente como una barra de hierro al rojo vivo entraba y salía sin piedad de su apretado agujero.
La bruma que nublaba su mente comenzó a dispersarse, permitiéndole recordar. Ese bastardo lo había arrastrado hasta ese lugar y ahora lo torturaba sin piedad.
— Ahhhh.
Cuando el pene del Alfa se enterró en su agujero, no pudo reprimir un jadeo involuntario por el placer que sintió. La pared interior que se retorcía y daba la bienvenida al pilar, lo succionó ansiosamente. Fue como si quisiera tragar por completo ese pedazo de carne.
Mientras su interior se tensaba, nuevamente el pilar comenzaba a crecer. Era impresionante como su naturaleza permitía que ese cuerpo se adaptara a ese tamaño atroz que amenazaba con rasgar su agujero tensado al límite.
La erección que se atascó en su interior comenzó a palpitar rítmicamente mientras su pared interior la abrazaba con fuerza, su mente llena de ese aire caliente que parecía evaporar sus neuronas por la feromona que embriagaba todos sus sentidos comenzó a sensibilizar sus cinco sentidos.
Fue en ese momento. Donde sus labios simplemente se abrieron sin poder evitarlo y escupieron palabras sensibles.
— ¡Espera!… Ahhh. Cari...ño.
—Ah… Jinwoo… Maldición.
Un gruñido salvaje escapó de la garganta de Han Seo, haciendo que su cuerpo se tensara como un resorte antes de ser sacudido por una poderosa descarga eléctrica. La inesperada eyaculación lo tomó por sorpresa, incapaz de controlar su cuerpo mientras las palabras llenaban su corazón de una exquisita satisfacción.
Jinwoo sintió todo su interior ser invadido por una densa y tibia sensación. El semen Alfa se extendía por cada rincón de su ser, llenando especialmente aquel lugar secreto que podía dar vida. Pero mientras se dejaba llevar por el éxtasis del clímax, se dio cuenta de que esa historia de amor aún no había terminado. El pilar en su interior seguía firme y sin cambios en su tamaño, negándose a abandonar el lugar donde tanto dolor le causaba.
Con un cuerpo aturdido y agotado, Jinwoo trató de liberarse cuando notó que Han Seo todavía sostenía fuertemente su pierna con una fuerza casi sobrehumana.
— Oh… No, no. ¿Sabes cuánto tiempo esperé por ti, lloré por tu ausencia? Esto… es como un sueño.
— ¡Eh!
La mano de Han Seo se extendió hasta llegar al vientre de Jinwoo, dejando una suave estela sobre su delgada piel. A pesar de haber salido del hospital, su cuerpo sigue siendo el mismo: frágil y fino como papel.
—Si esto es un sueño... ¿Podremos volver a hacerlo?, pregunta Han Seo con una sonrisa melancólica en sus labios.
Los ojos de Jinwoo se abrieron de par en par, confundidos y temblorosos. No pudo evitar bajar la mirada hacia la gran mano que presiona su vientre inferior.
‘No puede estar pensando en... no, este idiota’, piensa Jinwoo, sintiendo miedo y excitación a partes iguales.
—Han Seo, despierta. Esto no es un sueño... lo que estás pensando, ¡ah!. Las palabras de Jinwoo son interrumpidas por un fuerte golpe mientras el miembro erecto salía casi por completo de su cuerpo para luego embestir con fuerza esa protuberancia hinchada dentro de él.
La sensación inesperada provocó que el miembro flácido de Jinwoo cobrase vida y liberase un líquido translúcido. Incapaz de moverse, su cuerpo tembló ante los movimientos salvajes de Han Seo.
—¡Maldición! ¡Estás loco! Vas a matarme.., sollozó Jinwoo entre gemidos mientras siente cómo su cuerpo es empujado al límite por las acciones de su amante implacable.
La respuesta llena de una amable y amorosa caricia fue plasmada cuando su pierna que estaba sobre sus hombros se deslizó hacia abajo lentamente. Su cuerpo se giró suavemente y su espalda quedó completamente recargada en el colchón.
La punta de la erección que salió por escasos momentos se frotó con el líquido mezclado con semen que se deslizaba del agujero.
— No puedes, no puedes morir de nuevo… Te lo daré todo, Jinwoo… Todo lo que perdiste te lo entregaré diez veces, no mil, no diez mil veces más…
El semen y el líquido amoroso que estaba fluyendo y empapando su erección hizo un sonido de burbujeo cuando comenzó a cavar en lo más profundo de su cuerpo.
— Ahhh… ¡Voy a morir!
— Cariño, dímelo… Ah, si no es un sueño, dímelo.
— ¡Ah!
La penetración, que fue más sencilla por el líquido que resbalaba y facilitaba los movimientos, fue dolorosa por la piel inflamada. Aún así, como su propio cuerpo se burlaba de sus pensamientos, la membrana caliente rodeo los genitales de Alfa y los presionaron con gusto, fue como si la urgencia por recibir más semillas en su interior fuese más intensa que antes.
Su piel ardía y su garganta estaba seca y una fuerte sed lo consumía. El agujero que abrazaba el pilar se contrajo paulatinamente mientras el líquido se desbordaba sin control. La feromona que se enterraba en cada poro y célula estaba llenando su cuerpo de un deseo codicioso por un Alfa.
'Mi Alfa'.
Un pinchazo golpeó su corazón y la razón por la que se había derretido regresó instantáneamente. Los recuerdos que bombardearon el espacio caótico lleno de profundas emociones fueron dolorosos.
'Este hombre… Nunca podrá ser mío'.
Ante ese pensamiento, sus ojos se llenaron de lágrimas. El aire se sintió pesado y su corazón pasó del cielo a la tierra en cuestión de segundos.
Aun así, era miserable sentirse así, ser un Omega, una existencia que se dejaba llevar por los feroces instintos sexuales que desplazaban las emociones.
'No olvides cuál es tu lugar'.
'Eres un Omega, solo debes saber como abrir las piernas'.
Las palabras duras de su padre y de Hyung se clavaron en su interior como un par de dagas afiladas, reviviendo una vez más el dolor que había tratado desesperadamente de enterrar. Una repulsión aguda y profunda por su propia naturaleza lo invadió, haciéndole sentirse enfermo y sin esperanzas de poder cambiar.
Con lágrimas corriendo por sus mejillas, Jinwoo luchaba por controlar sus sollozos mientras rodeaba con fuerza el cuello de Han Seo. Como si intentara ahogarse en la presencia del otro, hundió su rostro en su aroma, tratando de encontrar algún tipo de alivio temporal.
De repente, un estallido ensordecedor seguido por una luz brillante inundó sus sentidos mientras el clímax llegaba una vez más. El movimiento desenfrenado dentro de él era tan intenso como el de una bestia salvaje, sacudiendo su cuerpo hasta lo más profundo de su ser. Los sonidos crujientes no podían distinguirse entre los que provenían de la cama y los que salían de su propio cuerpo siendo embestido con ferocidad.
Todo pensamiento racional fue borrado por completo de su mente, incapaz de pensar en otra cosa que no fuera el éxtasis abrumador que le inundaba. Su cuerpo se pegó cada vez más al fuerte físico de Han Seo en busca de consuelo y refugio.
Un torbellino de emociones se agitaba en el corazón de Han Seo, una mezcla tumultuosa de pérdida y deseo. En un intento desesperado por aferrarse a Jinwoo, mordió con fiereza la piel de su nuca cuando este se acercó aún más.
Un intenso espasmo de dolor recorrió su cuerpo en ese momento, pero fue rápidamente reemplazado por una sensación cálida y palpitante.
La piel debajo de los dientes de Han Seo empezó a pulsar y algo caliente comenzó a filtrarse dentro de él con rapidez. Era una sensación completamente nueva, como si una bomba estuviera explotando en cada célula de su cuerpo, inundándose con feromonas demandantes.
Finalmente, Jinwoo abrió los ojos para ver claramente a Han Seo frente a él. Estaba enterrando sus dientes en su piel, haciéndole algo tan íntimo y personal como eso.
Y, sin embargo, en lugar de sentirse invadido o incómodo, una inexplicable felicidad lo inundó por completo.
— Ahhhhhhh.
Sus piernas se envolvieron en su cintura y su agujero se contrajo mientras el pene se albergaba en su entrada más secreta. La sensación de algo abriéndose en lo profundo de su cuerpo fue dolorosa, pero el placer era mucho más grande que ese dolor.
Sintiendo la protuberancia en el interior de ese cuerpo ensancharse. El pene Alfa comenzó a palpitar y el semen se vomitó dentro del cuerpo Omega.
Fuegos artificiales comenzaron a explotar dentro de su mente y su cuerpo se convulsionó violentamente.
Un suave susurro se filtró por sus oídos sensibles.
—¿Puedes sentirlo? Soy yo… Plantando mi semilla dentro de tu cuerpo… Mi Omega.
Su espalda se arqueó sin poderlo evitar y en ese momento sus labios fueron devorados. La fricción de la piel suave presionando la suya, la temperatura agradable que envolvía sus labios y la lengua que estaba condicionando su boca.
La saliva impregnada de feromonas era sumamente agradable.
Era suyo, esas palabras lo hicieron tan feliz. Su Omega, su Alfa. Su corazón estaba tan lleno que sintió que estaba a punto de explotar.
Han Seo retiró sus labios cuando sintió el cuerpo debajo del suyo temblar. Lo único que veía era el ser más hermoso y dulce del mundo. Un ser tan pequeño y adorable que deseaba devorarlo intensamente.
Fue como si su cuerpo hubiera encontrado a donde pertenece. Las emociones hirientes estallaron.
— Cariño, Ahhh.
Han Seo frotó la piel de las suaves nalgas que estaba empapada en fluidos corporales. La idea de que lo que estaba dentro y fluyendo por los pliegues extendidos fuera su semen lo llenó de una euforia que parecía explotar dentro de su corazón
— Quédate a mi lado, quédate a mi lado.
Fue su corazón el que estaba roto. Pero su cuerpo respondió a esas palabras. Jinwoo miró el rostro de Han Seo, y acercó sus labios hasta bloquear los suyos. Si continuaba escuchándolo su mente comenzaría a creer que esa persona sería suya.
***
Después de unirse al intenso y agotador ciclo de Rut de Han Seo, el cuerpo de Jinwoo colapsó en una fiebre severa. Aunque sabía que su salud no era óptima, Han Seo creyó al principio que Jinwoo solo tenía un resfriado. Sin embargo, algo parecía estar mal y los médicos estaban desconcertados.
Rápidamente, Jinwoo fue llevado a la sala de examen. Mientras era atendido por un médico especialista, el calor del ciclo de Rut aún sin ser aliviado comenzó a tener efectos secundarios en el cuerpo de Han Seo, quien tuvo que usar un inhibidor especial para controlar su dominancia Alfa.
El comportamiento ausente, la alta temperatura corporal y lo que más preocupaba a Han Seo: la ausencia de feromonas. Jinwoo no emitía ningún olor. Si no fuera por el aroma que todavía estaba presente en la habitación y se desvanecía lentamente, Han Seo podría no haberse dado cuenta.
—¡Soy un monstruo!
Culpándose por haber abusado del frágil cuerpo de Jinwoo en su celo animal, Han Seo deseaba morir; él sabía que el infierno sería su destino final. Incluso eso no sería suficiente para pagar por sus errores.
No satisfecho con su codicia, sus acciones habían cruzado cualquier límite permisible. Aún así, los recuerdos nublados por un explosivo ciclo de Rut desencadenado por la ira eran confusos.
Después de realizar un examen más complejo, los médicos confirmaron un diagnóstico final que fue denominado 'choque de feromonas'.
— Eso es algo ridículo, ¿Dices que un Omega tiene un choque de feromona?
El médico que miraba el rostro con expresión incrédula de Han Seo volvió a mirar los resultados de los análisis en su tableta electrónica. Definitivamente, era el diagnóstico adecuado.
Habló con suavidad mientras buscaba las palabras más sencillas para explicar esa condición, que si bien era algo inusual, no estaba dentro del rango de algo 'extraordinariamente extraño'.
— Existen diversas circunstancias que provocan un rechazo a la feromona Alfa dominante, si bien el rasgo de su cónyuge es dominante. Dado que está pasando por una depresión crónica, la glándula de feromona se ve afectada… Ah, es inusual, pero no extraño. Las emociones van ligadas a la producción de feromona. El paciente fue forzado a expulsar una feromona que, en un principio, no pudo ser producida por una depresión que no estaba llevando un tratamiento adecuado.
Sus dedos se deslizaron aquí y allá por la pantalla táctil y después de unos segundos añadió.
— Mmmm, es extraño. En los primeros registros no aparece nada inusual, pero en estos es como si la enfermedad la hubiera padecido por uno o dos años. ¿Tiene sentido? Pediré una prueba más. Ahora deberá descansar, dado que fue un ciclo de Rut con un Alfa con rasgo dominante debió ser difícil para él.
La sangre en el cuerpo de Han Seo se drenó en ese instante. ¿Una enfermedad de feromona? ¿Una enfermedad que Jinwoo tuvo hace uno o…?
Sus ojos turbios miraron a Jinwoo durmiendo en la cama… ¿Podría ser posible?
— Doctor, ¿Cómo puede un Omega enfermarse de esa manera? Es imposible que aparezca algo así de la nada, ¿no hay otra explicación?
El doctor que miró la información una y otra vez pensando y rascando su cabeza mecánicamente, titubeo antes de hablar.
— De hecho… La hay, pero es imposible.
'Imposible'.
— ¿Podría explicarme un poco más detalladamente?
— He visto casos así… Pero solo cuando un Omega sufre de una marca unilateralmente por parte de un Alfa… Si la marca no es bilateral, las glándulas se atrofian, dejan de funcionar. Los síntomas prácticamente son los mismos. Sin embargo… Usted no rechazó la marca del señor Jinwoo, por el contrario, la estabilizó. Haré la prueba de nuevo. Una vez que su cuerpo se recupere un poco.
— ...
Una marca unilateral…
Una marca que no fue correspondida…
Han Seo se fue hacia atrás y cayó al asiento del sillón aturdido. En ese momento, realmente pensó que había sido una alucinación derivada de un Rut mal llevado en ese tiempo. — Ah… sus manos frotaron su rostro violentamente.
'Fui yo… Yo causé esto… ¿Cómo pude…?'
Esa vez, la vez que tuvo a Jinwoo en sus brazos durante su ciclo de Rut en el pasado, Han Seo marcó a Jinwoo unilateralmente por el deseo que lo consumía.
'¡Soy un maldito bastardo!'
Lo había olvidado.
Se olvidó de eso y el cúmulo de problemas que lo bombardearon después sin descanso evitó que pudiera estabilizar la marca.
'Incluso en ese estado… Tú… Lo soportaste…'
Todo estaba tan claro ahora.
Aquella enfermedad que sufrió, lo que terminó por llevarlo a la muerte. No solo fue la caída al agua helada, su cuerpo estaba muriendo por eso.
'No merezco ninguna clase de perdón'.
Incluso en esta vida… Han Seo estuvo presente mientras los síntomas se manifestaban y no hizo nada… Su cuerpo estaba afectado desde ese entonces.
La sangre, sus órganos internos.
— Doctor…
Han Seo habló con un nudo doloroso en su garganta. Su corazón se sentía tan pesado y sus latidos eran densos y contundentes, en lo profundo de su ser, no quería escuchar esa respuesta.
— ¿Qué le sucede a un Omega si no se trata la enfermedad?
El doctor ni siquiera demoró dos segundos en responder, fueron unas palabras claras y en lenguaje universal, un lenguaje tan claro que no dejaba margen a una mala interpretación.
— Mueren. La feromona lo es todo para el cuerpo Omega, sin ella su cuerpo no puede ni siquiera hacer funciones básicas como digerir, respirar, oxigenar, producir sustancias químicas vitales… Es… lo es todo para ellos.
En ese momento, Han Seo tragó saliva por su garganta seca y añadió.
— ¿Y si un Omega se embaraza mientras está enfermo?
El médico se quedó atónito con esa pregunta y mantuvo su boca cerrada. Inmediatamente llevó sus ojos a la tableta digital, y movió su mirada rápidamente leyendo allí y allá.
Después suspiró aliviado. Como si estuviera feliz de que algo no estuviera marcado dentro de esos formularios como + (positivo)
— No es el caso del Señor Jinwoo. Pero definitivamente sería imposible llevar un embarazo a término. Podría sobrevivir el primer trimestre si la enfermedad no es grave y está controlada. De lo contrario, sería fatal para el feto y más para la madre.
— ... Ya veo…
'¡Mi hijo…! ¡Mi bebé!... Lo perdí…'
— ¿Desea alguna información más?, Sr. Han
Han Seo se quedó pensativo, escuchando en su mente las palabras de Jinwoo. La expresión en su rostro el día que casi cae desde la azotea del edificio…
Su personalidad sensible y gentil…
La falta de equipamiento del hospital comunitario no hubiera mostrado un diagnóstico tan complejo. A lo mucho se detectaría un desequilibrio de feromonas, desnutrición o anemia. Cosas así.
¿Un cuadro de neumonía…? Una toxina que provoca un sangrado severo en los pulmones en un período tan corto de tiempo. Un diagnóstico así era algo bastante ilógico. Sin importar por dónde lo viera.
Pero ante una enfermedad en la glándula de feromona… Todo tenía sentido. Si hubiera o no caído al lago ese día, el bebé no habría sobrevivido, tal vez Jinwoo tampoco.
— Eso es todo, puede retirarse.
Han Seo se acercó a Jinwoo, su rostro se veía pacífico y sereno. Como si estuviera gozando de un sueño reparador. Sus manos, que estaban a pocos milímetros de tocar su piel, se detuvieron.
'¿Con qué derecho me atrevo a tocarlo después de todo lo que le hice?'
Pero su codicia fue mayor y la necesidad de comprobar la temperatura de un cuerpo viviente lo llevó a barrer la piel de su mejilla.
'Cálido'.
Han Seo sonrió haciendo una expresión estúpida.
***
Durante ese tiempo, Jinwoo permaneció en un sueño profundo, como un muerto en vida. Su piel pálida se volvía cada día más translúcida, tan delgada como el papel. Su pecho apenas se movía por la débil respiración que lo mantenía con vida.
Pero Han Seo nunca se alejó de su lado. Con un cuidado y amor inquebrantables, atendía su cuerpo frágil de la mejor manera posible.
Cada día, cambiaba el agua de las orquídeas que adornaban la habitación y esparciendo un delicado perfume por el aire. Luego, iba al baño para llenar un cuenco con agua tibia y agregar unas gotas de aroma a lavanda. Con una esponja suave, limpiaba suavemente el cuerpo de Jinwoo mientras le hablaba en voz baja.
Se aseguraba de acomodar la almohada bajo su cabeza y cuidaba que su cuello no se torciera incómodamente. Revisaba la manta para asegurarse de que estuviera cubierto y observaba atentamente mientras tomaba sus medicamentos, asegurándose de que los ingiriera correctamente.
En ese momento, un sonido suave se filtró desde atrás. Su teléfono celular emitió un zumbido. Han Seo se acercó y leyó el mensaje de texto.
[Está en las noticias.]
Su expresión se distorsionó por un breve periodo de tiempo, después sostuvo el control remoto y encendió la televisión de la habitación con un volumen muy suave. Navegó entre los canales hasta que encontró lo que estaba buscando.
- Reportaje de última hora.
- Con información exclusiva para usted, se ha confirmado la muerte del expresidente del disuelto Grupo Kim. Durante una pelea en prisión fue herido y trasladado a un hospital de urgencia. Lamentablemente, la ambulancia que lo llevaba fue impactada por un vehículo conducido por un usuario en estado de ebriedad. No se han reportado más heridos.
- La oficina de la tercera división se hace cargo de las investigaciones, recordemos que el expresidente se encontraba cumpliendo una…
Fue suficiente.
Definitivamente, era una obra maestra. Un problema menos para él y para Jinwoo.
Han Seo suspiró aliviado.
En ese momento, el mismo sonido de antes se repitió, pero en esta ocasión fue una llamada. Han Seo miró con una expresión endurecida el nombre que flotaba en la pantalla.
[Tae Jun.]
— Ah…
Era inevitable.
— Es Han Seo.
[¡Han Seo! Gracias por enlazar la llamada. ¿Cómo va todo?]
— Sr. Tae, si no es algo urgente yo…
Sus palabras fueron interrumpidas por unas oraciones urgentes.
— Lo sé, sé que Han Seo no quiere seguir con nuestra amistad. Aún así, Solo esta vez, tengo información… Creo saber que le pasó a tu cónyuge, debo decirlo directamente, veámonos en el bar del Hotel Hilton, después, no volveré a contactarte.
El silencio dominó por unos momentos. Posteriormente, se escuchó un suspiro.
— De acuerdo.
***
— Tienes la ubicación y el acceso, no lo arruines.
[No lo haré, será una reunión familiar que los hermanos esperan con ansias.]
— Una vez que lo tengas… Desaparece, no me importa si muere, no vuelvan.
[El benefactor recibirá su recompensa al final.]
— Así será.
Fue frustrante saber que el Omega de Han Seo no había hablado del incidente en la ceremonia. Incluso algo así hirió un poco su orgullo. ¿Fue tan poca cosa que no lo mencionó? O ¿quizás fue por el miedo… o el golpe de ese momento? Su paciencia se desmoronó.
Todas esas experiencias debieron de ser para él… Solo para él… Han Seo había prometido casarse con él… Aunque fue una promesa de la infancia… Tae Jun se guardó para Han Seo.
Han Seo era de Tae Jun, de la misma forma que Tae Jun era de Han Seo.
***
— No puedes salir, ni quitar tus ojos de él, no puedes comer, dormir, ni siquiera ir al baño, ¿okey?
— Director general, lo sé. Yo estaré aquí. Hay dos guardaespaldas afuera de la habitación, uno en cada puerta de emergencia y uno en cada acceso de elevador, incluso tenemos autos en cada subterráneo y en la salida del hospital, no me apartaré del joven Jinwoo.
Han Seo lo miró de reojo, si bien Sujin era solo su secretario, definitivamente no estaba en ese puesto por sus labores de organizar su agenda…
Una persona que logró ser un espía corporativo en Corea del Norte, China e incluso Rusia… Una persona que podría manejar cualquier situación, Jinwoo no podía estar en mejores manos.
— No tardaré, serán solo 30 minutos como máximo.
El secretario Sujin le entregó la chaqueta de su traje y le indicó que el conductor estaba esperando por él en la entrada del hospital.
— Si despierta o sucede algo, llama de inmediato, si tiene pesadillas… Llama a las enfermeras de inmediato, después a mí.
— Sí jefe.
Después de avanzar y acercarse a Jinwoo. Han Seo inclinó la parte superior de su cuerpo. Un cálido beso fue depositado en su frente y sus labios se presionaron suavemente sobre esa piel pálida, luego se separaron.
— Volveré pronto, cariño…
Depositando un suave beso en la frente de Jinwoo, Han Seo se giró y caminó hasta la salida.
— Me voy entonces.
— Sí, ah… Lo que me pidió, lo dejé en el auto, tal cual lo ordenó.
— De acuerdo, gracias.
***
Cuando el auto se detuvo en la entrada del Hotel Hilton, Han Seo descendió. Constantemente miraba el reloj de su teléfono celular para contar cuánto tiempo restaba para volver al lado de Jinwoo.
'Cuento contigo'.
[17:25]
Cuando entró se dirigió al elevador y presionó el botón del último piso. Ese era un hotel que contaba con un bar que tenía una vista panorámica de Seúl.
Era un lugar al que solo los socios podían acceder, por lo que resultaba muy reservado.
'¿Estaría bien venir a una cena con Jinwoo en el futuro?'
Un ambiente agradable, una cena sabrosa y una hermosa vista.
Sería bueno intentarlo.
Cuando las puertas del elevador se abrieron acompañadas de un sonido de timbre, Han Seo avanzó.
Fue recibido por un empleado que amablemente le dio la bienvenida y lo guió hasta una mesa. Tae Jun ya estaba allí. Y la mesa ya estaba preparada con dos copas de cristal y algunos bocadillos.
— ¡Han Seo!
Tae Jun se levantó en cuanto Han Seo avanzó hacía la mesa e intentó saltar sobre él. Han Seo retrocedió un paso.
— No es el momento de actuar de esa manera.
Tae Jun bajó su mirada al suelo.
— Yo… Lo lamento.
Después tomó asiento de nuevo.
— Estoy aquí porque fue muy claro.
Su expresión fue fría. El momento en el que miró la expresión de Tae Jun los recuerdos del pasado revivieron. ¿Realmente habría la posibilidad de que no fuera la misma persona? Dado que las circunstancias cambiaron, era natural que las personas no hicieran las mismas acciones del pasado. Aún así.
— Lo sé.
Tae Jun extendió su mano y dejó un pequeño objeto sobre la mesa.
— Esto es para ti, espero que con esta información pueda ayudar al señor Jinwoo.
Han Seo miró lo que estaba allí, era una memoria portátil. Su mirada se fijó alternativamente entre la memoria y la persona frente a él.
— ¿Qué es esto?
— La persona que agredió al cónyuge de Han Seo.
— Aquí están sus bebidas, señor.
En ese momento un empleado interrumpió. Llevaba una botella de champán y dos copas a su lado.
Han Seo se quedó mirando la botella. Y sus ojos agudos se giraron hacia Tae Jun.
— ¿Qué es todo esto?
Tae Jun bajó su mirada, sus ojos parecían tristes y sus labios se torcieron.
— Yo… Sé que nuestra amistad se rompió… No sé el motivo. Aún así, prometí respetar tu decisión. Me iré de Corea pronto. Por lo que esperaba poder tener al menos una última conversación…
— ¿Es eso así?
Tae Jun asintió con su rostro sonrojado. Y añadió: — Mis intenciones son así. Después pidió al empleado que sirviera un poco de bebida en ambas copas.
— Espero que encuentres al culpable, pronto.
— Sí, sé que será así.
Después de chocar ambas copas cada uno debió de la suya.
***
Con el paso del tiempo la conversación se volvió trivial respecto a la persona sospechosa que Tae Jun dijo haber visto y Han Seo sintió como su cabeza se sentía más pesada y densa. De un momento a otro, Tae Ju extendió su mano en el momento que la cabeza de Han Seo colapsó.
Había quedado inconsciente.
Finalmente, su Alfa estaría a su lado. Y Jinwoo no sería un problema.
— Tu eres mi Alfa.
Después, unos hombres trajeados llegaron y tomaron la botella y las dos copas. Mientras que otros sostenían el cuerpo colapsado de Han Seo y lo arrastraban.
— El elevador de servicio estará vacío, asegúrense de no lastimarlo.
— Sí señor.
Mientras descendía por el elevador, Tae Jun preguntó a unos de los guardaespaldas.
— ¿Tienen todo listo en la ubicación?
El guardaespaldas que sostenía un teléfono celular miró la información en la pantalla y habló.
— Todos están listos.
— Bien.
***
[Toc, toc.]
— Señor, soy el enfermero.
La voz suave del secretario Sujin resonó en la habitación, anunciando la llegada del enfermero. Un hombre de estatura promedio y musculatura torneada, vestido con una impecable bata de personal de hospital, ingresó a la habitación con un rostro gentil y respetuoso.
Realizando una reverencia, informó que sus intenciones eran las de revisar los signos vitales del paciente. Era la hora programada para ello en el horario que había sido cargado en la agenda de su teléfono celular. Con movimientos fluidos y seguros, el enfermero tomó la tableta de información del paciente y se dirigió al cuidador presente.
— ¿Ha tenido alguna molestia o dolor el paciente? —preguntó con amabilidad.
El secretario Sujin negó con la cabeza, asegurando que Jinwoo había estado durmiendo cómodamente desde que llegaron al hospital.
El enfermero asintió y anotó algunas cosas en la tableta antes de volver a guardarla.
— Ya veo... —murmuró mientras cerraba la tableta con un clic.
De repente, un sonido metálico llamó su atención desde afuera de la habitación. El secretario Sujin se fijó en el reloj en su muñeca, preguntándose qué podría estar pasando a esas horas de la noche en un piso restringido como ese.
Con pasos decididos, Sujin se acercó a la puerta para investigar. De repente, una sombra se abalanzó sobre él. Sus agudos sentidos lo alertaron justo a tiempo para darse la vuelta y enfrentarse al intruso desconocido..
[¡Bang!]
Su mano bloqueó rápidamente el puño que sostenía una jeringa, pero la patada de su oponente aterrizó de lleno en su abdomen.
— ¡Ugh!
Perdiendo el equilibrio, cayó al suelo mientras el cuerpo del enfermero se posicionó sigilosamente a su lado.
Unas manos poderosas presionaron su cuello con la fuerza de un Alfa y comenzaron a estrangularlo. La presión constante obstruía sus vías respiratorias y cortó el suministro de oxígeno a sus pulmones.
Un sabor metálico se intensificó en su boca..
— Agh.
Esta persona definitivamente no era un Beta. Sujin, siendo un Alfa, sintió la feromona hostil que emanaba del cuerpo de su oponente, haciendo el aire en la habitación pesado y afectando su cuerpo mientras se retorcía en sueños dolorosos.
Sujin contraatacó a su oponente, levantando la cabeza para chocar con la frente del hombre.
— Cof, cof, cof.
Cuando el oponente fue derribado, Sujin logró recuperar el aliento. Sin embargo, a pesar de ser un Alfa, su cuerpo no logró reaccionar.
Una sensación de hormigueo en su cuello comenzó a palpitar, embotando sus sentidos hasta que un poderoso golpe finalmente rompió su resistencia.
— Tardaron demasiado, ¿son solo un par de inútiles? Tómenlo y salgamos de aquí.
Fue Kim Juwon quien golpeó al secretario Sujin por la espalda. Mientras varios hombres entraban a la habitación y arrancaban los cables de la piel de Jinwoo, otro lo envolvió en una manta y lo cargó en sus hombros.
A pesar de luchar por recuperar el control, Sujin sintió que lo levantaban y lo arrastraban. El sonido de pasos que se perdía en la distancia indicaba que estaban abandonando el lugar.
— ¿Qué hacemos con ese Alfa?
La tensión en el aire se hizo más intensa cuando Kim Juwon observó con una mirada de acero el cuerpo inmóvil de Sujin. Sin pronunciar palabra, le asestó un par de patadas deliberadas para confirmar su estado inconsciente. Los espectadores contuvieron la respiración, esperando su siguiente movimiento mientras les hacía una señal para que se fueran.
***
Descendieron apresuradamente por las escaleras de emergencia, pero antes de que pudieran llegar al final, una estridente alarma sonó en todo el edificio.
Un fuerte impacto resonó desde abajo, advirtiéndoles que no estaban solos.
—Maldición, murmuró Kim Juwon mientras sostenía a Jinwoo tembloroso y se dirigía en la dirección opuesta.
El hospital estaba rodeado por un contingente de policías, bloqueando todas las salidas e infiltrándose en el edificio. En ese momento, justo cuando los secuestradores se preparaban para huir con su víctima, un equipo de rescate entró por la puerta de emergencia de las escaleras.
—Están acorralados, ¡no muevan ni un dedo! gritó uno de los oficiales que había interrumpido el camino de los secuestradores.
Detrás del oficial se encontraba un hombre alto, vestido con un elegante traje negro. Choi Sang intentó escudriñar frenéticamente entre los hombres cercanos.
—¿Dónde está? preguntó ansioso, buscando desesperadamente a Jinwoo. Pero él no estaba allí con esos hombres.
Mientras tanto, la cámara de seguridad detectó a cuatro individuos ingresando ilegalmente al hospital y alertaron a las autoridades inmediatamente. ¿Podría haber escapado alguien sin ser visto?
Pero nadie hablaba o hacía ruido alguno, permanecían callados y sumisos.
Choi Sang se separó del grupo y subió corriendo las últimas escaleras, sintiendo cómo sus piernas ardían por la velocidad.
Ese maldito de Han Seo tenía razón en todo.
***
'¿Quién habla?'
- Señor Choi Sang, es Han Seo el cónyuge de Han Jinwoo.
La llamada desconcertó a Choi Sang, quien después del incidente en la cafetería había perdido contacto con Jinwoo.
'¿Quieres saber si hay una investigación por retención involuntaria de un Omega?'
- No, quiero pedirle su ayuda. Mejor dicho un favor.
Una solicitud de una persona que no podía pasar desapercibida. Incluso siendo el hijo de un congresista de gran influencia, Choi Sang conocía el poder que tenía la familia Han… Pero Han Seo no era un hombre con el que tuviera trato directo antes.
Realmente, Choi Sang pensó que dado que él no siguió los pasos de su padre y decidió seguir con una carrera en el extranjero, sus caminos no se debieron haber cruzado nunca.
‘¿Qué necesitas?’
- Proteger a Jinwoo.
Una solicitud, la única cosa por la cual no podría negarse…
Cuando escuchó todo lo que Han Seo le tuvo que decir, de principio a final, la boca de Choi Sang estaba abierta. ¿No era algo lunático? Sin embargo, en su corazón pesaba la culpa de no haber hecho nada por Jinwoo en sus días de universidad. Era como si el destino estuviera dándole la oportunidad de enmendar sus ojos omisos.
‘De acuerdo’.
***
Fue por eso que accedió.
Con el corazón latiendo desbocado, ingresó con escepticismo en el hospital. No podía creer que pudiera estar ocurriendo lo que había temido. Pero su sorpresa fue enorme cuando vio a cuatro hombres entrando con accesos falsos.
El equipo de emergencia solo tardó cinco minutos en llegar, pero para ella, cada segundo era una eternidad. Nadie podía salir del edificio de once pisos ahora, mucho menos si estaban en la habitación VIP en uno de los pisos más altos.
Pero al ver a esos hombres, ninguno de ellos era el hombre que buscaban según la foto que llevaba consigo. Se trataba del hermano mayor de Jinwoo, un fugitivo de la justicia.
Si Kim Juwon tenía a Jinwoo como rehén, entonces era seguro que no estaba fuera del edificio. Y con todas las salidas restringidas, escapar en tan poco tiempo era casi imposible
Sin embargo, no había señales de él o de Jinwoo por ningún lado. Fue como si hubieran desaparecido.
***
— ¿Entonces no puedes escapar de allí? No voy a arriesgarme por una situación que tú no has sido capaz de manejar con prudencia. Cumplí mi parte del trato, si no puedes sacar a tu maldito hermano contigo es porque eres un inepto.
- ¿No te has detenido a pensar en las consecuencias si me atrapan? He oído que el fiscal está decidido a conseguir información sobre los sobornos en la prisión.
Tae Jun, vestido con una bata de baño y caminando dentro de una lujosa suite, se acerca sigilosamente a la cama. Con una mirada retorcida, observa el rostro inconsciente de Han Seo.
- Maldito desgraciado... Todos los hospitales tienen sistemas de ventilación. ¿Acaso no te metí a trabajar allí para que te dieras cuenta de ello? Deshazte de él como se hace con la ropa sucia... ¿Por qué tengo que explicártelo todo? Puedes valerte por ti mismo, también puedes pedir ayuda al intendente del Hospital.
Con urgencia y desesperación, Tae Jun presionó el botón rojo para finalizar la llamada y lanzó su teléfono celular al azar por la habitación. Sus dedos temblorosos se pasan por su cabello mientras intenta encontrar una solución ante la inminente amenaza.
‘Jinwoo… Jinwoo… Jinwoo… Ese bastardo’.
Pero no todo estaba perdido. Dado que había consumido drogas para intensificar su feromona, ahora era incluso más fuerte que la de un Omega dominante promedio. Cualquier Alfa que estuviera cerca de él en ese momento estallaría en su ciclo de Rut. Sin importar si poseía un rasgo dominante o no.
Usar una droga para incitar el ciclo de Rut hubiera sido muy obvio. Y cuando Han Seo comenzó a actuar de una forma evasiva hacia su persona, pensó que quizá se habría enterado de algo.
Pero por alguna razón, Han Seo tomó una actitud contraría a su personalidad y simplemente lo evitó, como si fuera una presencia no grata en su vida.
Ese sentimiento excluyente hirió su orgullo y dignidad como Omega dominante.
Tae Jun buscó todo sobre Jinwoo, pero no había nada que pudiera usar para dañar su imagen ante Han Seo, que lo convirtió de la noche a la mañana en su cónyuge, a pesar de que su familia cayó en la ruina de la manera más humillante.
Pero ahora era su momento, el tiempo en el que solo ellos dos estaban juntos como siempre debió haber sido desde el principio. Un Omega para un Alfa, y un Alfa para un Omega. Han Seo, su amado Alfa. Los ojos de Tae Jun brillaban con pasión mientras se acercaba a su pareja, recordando las promesas que se habían hecho mutuamente en el pasado.
— Tú me lo prometiste... casarte conmigo cuando fuéramos adultos. ¿Cómo pudiste olvidar ese compromiso tan importante?
Tae Jun se sentó sobre los muslos de Han Seo y frotó su cuerpo contra el textil del traje que llevaba puesto. La sensación de un cuerpo cálido debajo de él era extraña pero completamente embriagadora, haciéndolo sentir más conectado con su pareja que nunca antes.
Fue como si la sola presencia de su amado Alfa estimulaba cada centímetro de su ser, haciéndolo estallar en un intenso calor que amenazaba con consumirlo por completo. Sus manos temblorosas se movieron rápidamente eliminando cada botón de la camisa de Han Seo. Uno a uno, cada botón fue desabrochado hasta dejar al descubierto su pecho tonificado.
— Ellos se irán pronto... Tú te olvidarás de él cuando sepas lo que es estar con un verdadero Omega. Nunca pensarás en ninguna otra persona más que en mí.
Con dedicación y pasión, sus labios se acercaron a los labios cerrados de Han Seo. Una mezcla de anticipación y nerviosismo recorría por todo el cuerpo de Tae Jun mientras susurraba palabras de amor a su amado. Finalmente, sintió cómo los labios de Han Seo se rendían ante los suyos, dándole la bienvenida.
Fue una sensación eufórica, fue como la culminación de algo que llevaba muchos años esperando.
— ¿Eh?
Unos brazos feroces lo agarraron y lo detuvieron en seco . Lo levantaron como si su cuerpo estuviera hecho de plumas. [¡Bang!] Tae Jun fue arrojado contra el piso de forma inesperada.
— De verdad... ¿Hay personas que no cambian? ¿Pensabas que podrías engañarme de nuevo con el mismo truco?
— ¡Agh!
Tae Jun fue arrojado con tanta fuerza que cayó al suelo alfombrado de la suite. A pesar del intenso dolor, su mente se enfocó cuando escuchó una voz fría y desafiante.
— ¿Han Seo...? ¿¡Cómo!? ¿Tú...?
Han Seo se levantó y salió de la cama como si nada, sin mostrar signos de cansancio o adormecimiento por las drogas. Tae Jun sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al ver los ojos llenos de resentimiento de Han Seo.
Una mirada completamente nueva en el rostro de Han Seo.
— ¡Agh!
De repente, su cuerpo comenzó a retorcerse y su respiración se volvió errática. Era como si algo se estuviera introduciendo en sus fosas nasales y llegando hasta sus pulmones, contrayéndose con fuerza.
'¿Feromonas?'
Han Seo avanzó hacia él y lo agarró del cuello delgado. Su mano ejercía tanta presión que podía sentir los ligamentos tensarse bajo ella. Las venas en los ojos de su oponente empezaron a hincharse y las lágrimas brotaron sin control.
[Uek.]
— ¡Fue un puto juego para ti! Nunca creí que fueras tan ruin, ¿drogarme? ¿Usar una droga para aumentar tu libido? Me obligaste a tener sexo contigo… Mi esposo apenas... fue de tu maldita mano... Recibí ese veneno en una copa que tú mismo me ofreciste. ¿Cómo te atreves?
Una furia incontrolable brotó desde lo más profundo de su ser. Era hora de saldar cuentas.
Siempre hubo una deuda pendiente entre ellos después de recordarlo todo, aunque nunca imaginó que esa persona fuera capaz de llegar tan bajo. Su decepción era enorme, pero no sorprendente. Han Seo lo sabía desde el principio. Lo que le habían servido era una droga...
En otras circunstancias, podría haberlo derribado con facilidad. Pero su cuerpo aún recordaba los efectos del medicamento.
Después de la muerte de Jinwoo, Han Seo había intentado morir una y otra vez. Ese recuerdo estuvo sepultado por mucho tiempo, hasta que sintió ese cosquilleo familiar en la lengua. Fue como abrir las compuertas de una represa.
Y se dio cuenta de que no solo había sido una o dos píldoras, sino un frasco completo lo que ingirió esa noche, la noche antes de regresar a esa segunda oportunidad.
Ante algo así, una dosis tan baja como la que Te Jun quiso darle, era nada más que darle un caramelo a un monstruo hambriento. Era insignificante.
Pero saber que esa persona no era la única responsable por sus acciones, llenaba su corazón de culpa.
— ¡Aunque uses drogas, tus feromonas son patéticas! ¡Nunca podrías volver loco a un Alfa impreso con esa basura barata!
La mano que lo sujetaba con fuerza se alejó y su cuerpo colapsó, jadeando y baboseando mientras luchaba por recuperar el oxígeno que le faltaba.
[Cof, cof, cof.]
— ¿Estás… Cof, demente? Cof, ¿De qué demonios estás hablando?
Tae Jun lo miró con ojos llorosos y una expresión de que no entendía lo que estaba sucediendo. Las palabras que había dicho, los ojos que lo miraban.
No eran como los de siempre.
Su cuerpo tembló ante la intimidante feromona Alfa. El cuerpo de Han Seo se acercó y lo miró.
Tae Jun no pudo moverse, su cuerpo no respondió.
— ¿Era falso? ¿El resultado recesivo?
Han Seo sintió como sus manos se calentaban, el cuerpo debajo de él era tan frágil que destrozarlo sería tan fácil.
— ¿Te volviste loco? ¡Aléjate!
Tae Jun sintió un escalofrío terrible recorrer su espalda. Las palabras que escupía la boca de Han Seo eran absurdas y no comprendía de lo que estaba hablando.
— Te alejarás de él. Hoy he perdonado tu vida. Oh, por cierto…
Han Seo metió la mano dentro del bolsillo lateral de su pantalón y extrajo su teléfono celular. Cuando presionó las yemas de sus dedos sobre la pantalla un par de veces, se comenzó a escuchar una voz. Era su voz.
'Muévalo a la suite con cuidado'.
'¿Dices que no puedes salir de allí? No voy a arriesgarme por una situación que no pudo ser atendida con moderación. Mi parte del trato fue cumplida, si no puedes llevarte a tu maldito hermano es porque no eres una persona brillante'.
La expresión en el rostro de Tae Jun se distorsionó ante el sonido de su voz reproduciéndose por el celular de Han Seo.
— ¿Desde cuándo…?
— ¿Debería entregar esto al fiscal? ¿Complicidad en un secuestro, sobornos, amenazas, atacar a un Alfa… no son delitos graves?
— Tú… ¡¿No me amabas?! ¿No era yo tu compañero? ¡Han Seo! ¡Han Seo!
Tae Jun se aferró al pliegue de sus pantalones.
— ... Tú me lo prometiste… ¡Lo hiciste!
— Tae Jun, éramos unos niños. ¿Lo malinterpretaste? Fueron palabras que dije para detener tu llanto en el pasado.
Han Seo, que explicó con palabras claras, había concluido sus asuntos allí.
Debía de ir al hospital de inmediato. Jinwoo estaba en manos de Kim Juwon, solamente pensar en eso logró revolver su estómago.
— ¡Han Seo! ¡Han Seo!
[Se ha confirmado la dirección.]
Mirando el mensaje de texto que llegó estaba a veinte minutos de allí.
Llegar al hospital… ¿Fue una buena decisión?
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